El gris es un color peligroso
Casado tendr¨ªa que haber explicado personalmente su asistencia a una misa en la que se rezaba por Franco
Se llama zonas grises a las que no est¨¢n cubiertas con claridad por una categor¨ªa de normas o leyes. Se aplicaba generalmente a conflictos internacionales donde frecuentemente no es f¨¢cil determinar lo que es legal y lo que no. Desde hace tiempo las zonas grises parecen ocupar m¨¢s espacio en la pol¨ªtica espa?ola, quitando claridad a lo que es estrictamente legal y lo que no, lo que es aceptable y lo que no. No lo es que Pablo Casado asista a una misa, el s¨¢bado 20 de noviembre, aniversario de la muerte de Franco, en la que se rece p¨²blicamente por el dictador. Incluso aunque esa asistencia haya sido accidental, Casado debi¨® dar explicaciones personales, no su partido, ni su secretar¨ªa de prensa. ?l mismo, porque es ¨¦l quien aspira a gobernar y quien debe disipar cualquier m¨ªnima duda sobre las zonas grises con reg¨ªmenes autoritarios conservadores. No, en absoluto, nunca, es la ¨²nica posici¨®n posible para un pol¨ªtico dem¨®crata espa?ol respecto al franquismo. Y debe decirlo cuantas veces haga falta.
En otro orden de cosas, ?por qu¨¦ acepta la jerarqu¨ªa de la Iglesia cat¨®lica espa?ola que determinadas asociaciones encarguen misas en las que se rece por el dictador? Ser¨ªa, quiz¨¢s, comprensible que aceptara el encargo de su familia directa, pero ?de asociaciones que defienden p¨²blicamente el autoritarismo y la dictadura? ?Acepta la jerarqu¨ªa cat¨®lica italiana que asociaciones que defienden el fascismo encarguen misas en recuerdo de Mussolini?
El problema es que las zonas grises se han convertido en una especie de juego en el que algunos sacan provecho, cuando en realidad ampliar el espacio gris¨¢ceo es algo que debilita profundamente los sistemas democr¨¢ticos. El Partido Popular, por ejemplo, es un gran navegante en esas aguas. Paralizar durante a?os la renovaci¨®n de los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es una evidente maniobra de ese tipo. La Constituci¨®n espa?ola establece que los cargos institucionales deben renovarse cada cierto tiempo (en el caso del CGPJ, cada cinco a?os), pero no exige literalmente, porque hubiera sido una incre¨ªble muestra de desconfianza, que sus miembros presenten la dimisi¨®n irrevocable al d¨ªa siguiente de cumplir ese plazo. El PP aprovecha que su boicoteo no es claramente inconstitucional, el Consejo est¨¢ ¡°caducado¡± desde hace tres a?os y as¨ª seguimos.
Ninguna ley ordena que en caso de pandemia se proh¨ªba a las comunidades aut¨®nomas con competencias en sanidad dictar protocolos que impidan el traslado a los hospitales de personas de m¨¢s de 65 a?os que vivan en residencias (un periodista, Manuel Rico, recuerda diariamente, desde hace meses, en Twitter, que, en la primera oleada de la covid-19, en la Comunidad de Madrid murieron en ese tipo de instalaciones 5.795 hombres y mujeres sin recibir atenci¨®n m¨¦dica). Hubiera sido realmente asombroso que una ley encarara esa posibilidad. Se supone que no hace falta levantar semejante bandera roja porque existen preceptos legales que garantizan el derecho a la sanidad y, en cualquier caso, existen la moral y la ¨¦tica. De hecho, tres cargos de la Comunidad, todos de Ciudadanos, dimitieron antes que respaldar una decisi¨®n tan cruel. Pero otros responsables, quiz¨¢s de moral insuficiente, creyeron que exist¨ªa una zona gris que todo lo amparaba. ?Habr¨¢ que pedir que se elabore una ley donde se deje expresamente dicho: ¡°Los viejos tienen derecho a asistencia m¨¦dica en caso de pandemia¡±? ?Tendremos tanta desconfianza en la moral y en la ¨¦tica de algunos gobernantes democr¨¢ticos como para necesitar mecanismos que contemplen literalmente todas las posibilidades y supriman las posibles zonas grises?
Uno de los m¨¢s conocidos soci¨®logos espa?oles, Juan Linz (1926-2013), advert¨ªa de que las zonas grises debilitaban las democracias y que hay que estar muy atento para detectarlas porque las democracias no mueren en muchos casos repentinamente, sino como consecuencia de un largo proceso en el que se van difuminando los usos democr¨¢ticos, sin que se preste mucha atenci¨®n. No se puede tener un compromiso ambiguo con el sistema democr¨¢tico. No se puede asistir a una ceremonia religiosa en la que se conmemora a Franco. No porque alguien vaya a calificar a Pablo Casado de franquista, por supuesto que no, sino porque no se puede jugar con las zonas grises sin da?ar la democracia y sin que otros instrumentalicen esa debilidad.
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