Ahora ¨®micron y luego pi; pero no xi

La OMS lleva tiempo intentando que las enfermedades no se vinculen con lugares concretos, para evitar lo que ocurri¨® con la mal llamada gripe espa?ola, o con la fiebre del Nilo, o con el virus del ?bola (un r¨ªo congole?o).

Por eso en el caso de las variantes de la covid fue eligiendo a partir de mayo pasado diversas letras del alfabeto griego, en busca de una cierta neutralidad. ?Neutralidad? Pues no del todo.

Las variantes del virus han venido denomin¨¢ndose hasta ahora ¡°alfa¡±, ¡°beta¡±, ¡°gamma¡±, ¡°delta¡±, ¡°¨¦psilon¡±¡­ as¨ª hasta los 12 primeros signos de esa relaci¨®n. No todas estas mutaciones han saltado a la fama, porque algunas no aumentaron el da?o y pasaron casi inadvertidas. Ahora, con la variante B.1.1.529, le tocaba en teor¨ªa a la letra ni (equivalente a nuestra ene), pero la OMS se la salt¨®. ?Por qu¨¦? Porque en ingl¨¦s y en el ¨¢mbito cient¨ªfico el nombre de esa letra se escribe ¡°nu¡±, cuya pronunciaci¨®n suena parecida a la de new (o sea: ¡°ni¨²¡±: ¡°nuevo¡±). Oralmente estar¨ªa significando en ingl¨¦s ¡°la mutaci¨®n nueva¡± o ¡°la nueva¡±, lo cual no habr¨ªa sido mucho decir, pues cada variante implica una novedad respecto a las anteriores.

En la OMS decidieron evitar ese signo y pasar al siguiente: la xi; que se representa en griego con un trazo parecido al del s¨ªmbolo del euro con una cedilla debajo. Y, ?ay! ¡°Xi¡± es casualmente el apellido de millones de chinos y tambi¨¦n el del presidente de la Rep¨²blica Popular: Xi Jinping (en chino se pone detr¨¢s el nombre de pila). Vaya por Dios. Imag¨ªnense que aqu¨ª oy¨¦ramos hablar de ¡°la variante S¨¢nchez¡±. Pues eso.

As¨ª que la OMS se salt¨® esa letra tambi¨¦n. Y ya van dos.

En el escal¨®n siguiente estaba esperando la ¨®micron, que significa ¡±o peque?a¡± (o-micron); mientras que la omega ven¨ªa a ser la o grande (o-mega).

El griego ha desaparecido casi de los colegios, lamentablemente. Sin embargo, su alfabeto sigue prestigiado en el mundo comercial, t¨¦cnico y cient¨ªfico. Existen la empresa demosc¨®pica Sigma Dos, la marca de instrumental fotogr¨¢fico Sigma; las m¨¢quinas de coser Sigma y Alfa, el autom¨®vil Alfa Romeo, el macho alfa, las versiones alfa y beta de un producto, los rayos gamma, la equipaci¨®n deportiva Kappa, la Delta Air Lines estadounidense, el grupo inmobiliario Delta, el Lancia Delta; la ropa ?psilon, los relojes Omega¡­

De acuerdo, la OMS ha conseguido que la pandemia no se vincule ya oficialmente con ning¨²n lugar en concreto. Pero habr¨¢ que ver c¨®mo resistir¨ªan algunas de esas firmas una exposici¨®n continua a su relaci¨®n con una variante de la covid-19.

Y despu¨¦s de la ¨®micron viene pi, la letra inicial de ¡°per¨ªmetro¡± (del griego per¨ªmetros) que se usa en la f¨®rmula de la circunferencia y que todo estudiante sabr¨¢ representar en su trazo original a nada que haya estado atento en clase. Con ello, la connotaci¨®n peyorativa de la enfermedad pasar¨¢ de la lengua a las matem¨¢ticas; que quiz¨¢s, en su frialdad, se quejen menos. De hecho, cabr¨ªa haber denominado las mutaciones con cifras: ¡°variante 1¡å, ¡°variante 2¡å¡­ N¨²meros infinitos, a diferencia del limitado alfabeto. Y tambi¨¦n habr¨ªa podido la OMS inventarse palabras que, por no existir previamente, no molestar¨ªan a nadie: ¡°Variante amilifal¡±, por ejemplo. ¡°Variante emkuder¡±, ¡°variante mirsioles¡±. Pero eso tal vez suene poco serio. ?No hay salida entonces? S¨ª, la tenemos: La mejor soluci¨®n ser¨ªa que la OMS lograra extender por todo el planeta la variante uve. La uve de vacuna.

Suscr¨ªbete aqu¨ª al bolet¨ªn semanal de Ideas.