Meta de met¨¢stasis

El a?o hab¨ªa empezado fuerte, con una turba de individuos entrando por la fuerza en el Congreso estadounidense para detener la confirmaci¨®n del presidente electo y la decisi¨®n conjunta de los jefes de las grandes plataformas de desactivar a un presidente electo en funciones. Eran solo los primeros d¨ªas de enero y el mundo parec¨ªa moverse cuesta abajo a gran velocidad.

La investigaci¨®n oficial revel¨® que el asalto al Capitolio se hab¨ªa fraguado en grupos de Facebook, espacios recomendados por los algoritmos de la casa y alimentados con una dieta de memes, amenazas, cinismo y desinformaci¨®n. Una desclasificaci¨®n de correos internos mostr¨® que la c¨²pula de Facebook sab¨ªa que Cambridge Analytica robaba datos de usuarios desprevenidos para dise?ar campa?as oscuras en favor del Brexit y Donald Trump.

Los documentos filtrados por Frances Haugen, exjefa de producto en el equipo de integridad c¨ªvica de Facebook, demuestran que Mark Zuckerberg sab¨ªa que sus algoritmos premian los contenidos m¨¢s t¨®xicos, favorecen la radicalizaci¨®n de personas inestables y amplifican especialmente las campa?as de desinformaci¨®n. Tambi¨¦n que ten¨ªa las herramientas para evitarlo y decidi¨® no usarlas para impedir el asalto porque ralentizan su crecimiento. Sab¨ªamos que Facebook prioriza el crecimiento de la plataforma sobre la seguridad de los usuarios y el bien com¨²n. Pero Frances Haugen levant¨® la cortina de humo con la que Mark Zuckerberg creaba la ilusi¨®n del genio torpe y bienintencionado tratando de domar una bestia desbocada pero buena. La trastienda es un campo de batalla contra la realidad.

Los papeles de Frances Haugen muestran a un Mark Zuckerberg que patrocinaba su programa de verificadores externos mientras manten¨ªa un club exclusivo de 5,8 millones de usuarios exentos de moderaci¨®n. Que le¨ªa informes sobre el da?o que le hace Instagram a los ni?os mientras preparaba el lanzamiento de Instagram Kids. Que sab¨ªa que su empresa es nociva para 360 millones de usuarios, y que estaba implicada en campa?as de limpieza ¨¦tnica y fraude electoral que luego negaba en el Congreso y calificaba de rid¨ªculas en las entrevistas.

¡°Negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad¡± es uno de los principios de la neolengua que Orwell tipifica como herramienta de control de masas en su famosa novela dist¨®pica 1984. En nuestro mundo, esa clase de manipulaci¨®n se conoce como luz de gas.

Haugen nos levant¨® la cortina y Zuckerberg nos baja el tel¨®n con un ¨²ltimo gran acto de manipulaci¨®n: Facebook cambia de nombre, pero no de lugar, de vida y costumbres. Es un acto donde no hay transformaci¨®n, solo distracci¨®n. Meta no es la ¡°siguiente versi¨®n de internet¡±, sino la siguiente fase de Facebook, un proyecto cuyo objetivo es colonizar internet para que todo lo que hacemos, decimos, pensamos y deseamos quede registrado en sus servidores. Una met¨¢stasis que se alimenta de desigualdad y odio para expandir su cuota de mercado.

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