Cosecha roja
El PP madrile?o, habituado a mantener el poder por lo civil o por lo criminal, ofrece una historia de odios y pu?aladas
Tzvetan Todorov (1939-2017), nacido en Bulgaria y refugiado en Francia a los 24 a?os, fue un tipo bastante extraordinario: ling¨¹ista, historiador, semi¨®logo, cr¨ªtico y fil¨®sofo. A menudo insist¨ªa en que el neoliberalismo formaba parte de las ideolog¨ªas basadas en el fanatismo, igual que el fascismo y que el comunismo que hab¨ªa sufrido durante su juventud.
Todorov viene al caso porque Pierre Lemaitre le cita en su Diccionario apasionado de la novela negra, reci¨¦n publicado en Espa?a. Lemaitre se refiere a las Nuevas investigaciones sobre el relato, uno de los numeros¨ªsimos ensayos de Todorov, para establecer las diferencias entre el relato detectivesco cl¨¢sico (whodunit) y lo que solemos llamar novela negra (hard boiled). Seg¨²n el pol¨ªgrafo b¨²lgaro, dice Lemaitre, ¡°el primero excita la curiosidad yendo del efecto a la causa, mientras que el segundo crea suspense yendo de la causa al efecto¡±.
En el relato detectivesco cl¨¢sico se parte de un crimen (el efecto) para encontrar al culpable (la causa). En la novela negra, el crimen inicial, si lo hay, no es m¨¢s que el punto de partida para el descubrimiento de otros cr¨ªmenes mucho m¨¢s graves (la causa) cuyos responsables son poderosos y a menudo impunes (el efecto, en general desolador).
Ahora pensemos. ?Cu¨¢l ser¨ªa la f¨®rmula apropiada para relatar lo que ocurre en el Partido Popular? Cuando se escriben estas l¨ªneas parece existir un caso de corrupci¨®n. No hay de momento cad¨¢veres pol¨ªticos, aunque puede haberlos: uno (el de Isabel D¨ªaz Ayuso o el de Pablo Casado), dos (ambos), tres (los ya se?alados m¨¢s Teodoro Garc¨ªa Egea) o incluso m¨¢s de tres (a saber qui¨¦nes son los tontos ¨²tiles que pringan al final). Tambi¨¦n es posible que no haya cad¨¢veres. Puestos en el misterio, ni siquiera estamos segur¨ªsimos del caso de corrupci¨®n.
Todorov subrayaba que el relato detectivesco se basa en la deducci¨®n y, por tanto, en los hechos indiscutibles. Pero en el PP no hay hechos indiscutibles. Pese a las sentencias judiciales, pese a lo que damos por seguro, intuimos que tras las sombras hay algo m¨¢s. Algo probablemente peor y estrictamente humano. El PP madrile?o, habituado a mantener el poder por lo civil o por lo criminal, ofrece una maravillosa historia de odios y pu?aladas por la espalda en la que nunca llega el desenlace completo porque los acontecimientos se suceden una y otra vez a gran velocidad. La Federaci¨®n Socialista Madrile?a tiene una historia similar, menos interesante, sin embargo, porque sus esfuerzos, a diferencia de los del PP, se concentran en no mandar jam¨¢s.
El PP madrile?o se parece mucho a Poisonville, la ciudad a la que acude el agente de la Continental para investigar un asesinato. Al agente, un detective del que no sabemos ni el nombre, el padre del asesinado le encarga que acabe con los supuestos asesinos, cuatro grandes delincuentes (entre los que figura el jefe de la polic¨ªa) que dominan Poisonville. Resulta que ninguno de los cuatro es culpable. Da igual: los cuatro acaban destruy¨¦ndose entre s¨ª por miedo, por ambici¨®n y por estupidez.
Se trata, no hay duda, de novela negra. La obra a la que nos referimos es Cosecha roja (1929), de Dashiell Hammett. Quien se interese por la pol¨ªtica y no la haya le¨ªdo deber¨ªa correr a leerla.
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