Carmela Troncoso, la guardiana inform¨¢tica de la privacidad

Carmela Troncoso sabe bastante de tecnolog¨ªa, pero los primeros d¨ªas de la pandemia estuvo pele¨¢ndose, como todos, con una nueva aplicaci¨®n llamada Zoom. ¡°Tuve que aprender a usarla para seguir con la vida acad¨¦mica¡±, explica en videollamada, demostrando que gan¨® la pelea. Lo que entonces no sab¨ªa esta profesora de la Escuela Polit¨¦cnica Federal de Lausana (Suiza) es que ella acabar¨ªa ayudando a la creaci¨®n de otra de las apps de la pandemia. Radar Covid, y otros softwares de rastreo europeos, se basan en su protocolo DP-3T. Ella nunca pens¨® que acabar¨ªa desarrollando apps. Nadie que la conociera lo habr¨ªa dicho.

Carmela Troncoso naci¨® en Vigo hace 39 a?os. Se aficion¨® al f¨²tbol antes de que hubiera selecciones, dinero, ni p¨²blico en los estadios femeninos. Eso le hizo entender el valor de trabajar en equipo, asegura, verse como una pieza peque?ita que encaja en un engranaje mucho mayor. Tambi¨¦n le sirvi¨® para afirmar sus logros como mujer en un mundo que hasta entonces hab¨ªa estado reservado a los hombres.

Estudi¨® Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones en Vigo. Despu¨¦s hizo el Erasmus en Par¨ªs, el doctorado en B¨¦lgica, la investigaci¨®n en Suiza. Troncoso es viajera porque las circunstancias la han empujado a serlo. ¡°En Espa?a no podr¨ªa tener lo que tengo aqu¨ª¡±, reconoce. Lo que tiene es un equipo de ocho expertos llamado Spring. Juntos analizan c¨®mo utilizamos la tecnolog¨ªa. Y c¨®mo la tecnolog¨ªa nos utiliza a nosotros.

Troncoso estudia c¨®mo mitigar el impacto de la tecnolog¨ªa en la sociedad y conciencia sobre la importancia de la privacidad en el entorno digital. Lleva a?os hablando de los riesgos de ceder nuestra privacidad a gigantes como Google, Facebook o Apple, auditando las aplicaciones de terceros y denunciando los atropellos que se producen en nombre del progreso.

Crear una app para estas plataformas era la ¨²ltima de sus prioridades, pero despu¨¦s de hablar con epidemi¨®logos vio que se har¨ªa con o sin su ayuda, as¨ª que intent¨® crear el protocolo m¨¢s respetuoso con el usuario. El ?DP-3T es un protocolo de c¨®digo abierto, cualquiera puede ver sus tripas. Lo que no se puede ver son los datos de los usuarios, pues estos nunca se cargan en un servidor central. Los registros de contactos nunca se transmiten a terceros, as¨ª que la aplicaci¨®n no puede usarse como atajo para otros fines, como ha sucedido en Alemania, China o Corea del Sur. Crear una infraestructura digital, explica, es como construir una carretera. Una vez que la pones es muy dif¨ªcil quitarla, y nunca se sabe qui¨¦n y con qu¨¦ fines la transitar¨¢.

No era la primera vez que Troncoso creaba una infraestructura basada en la privacidad. Suyo fue el protocolo que usaron los periodistas en los Papeles de Panam¨¢, un caso de filtraci¨®n de documentos confidenciales. ¡°En las pel¨ªculas de periodistas, en Spotlight o The Post, siempre hay una escena en la que la redacci¨®n tiene que analizar cajas y cajas de papeles¡±, explica. En la actualidad las redacciones no reciben cajas, sino un disco duro. Los de Panam¨¢ eran m¨¢s de 11,5 millones de papeles. Y para analizarlos necesitas algo m¨¢s que unos post-it y una pizarra. El equipo de Spring fue el encargado de crear una infraestructura que garantizara el anonimato de los 400 periodistas que tuvieron acceso a los papeles.

Pero esta ingeniera no solo crea protocolos, sino que audita los de terceros. Da charlas y simposios hablando de la importancia de la privacidad en el mundo online. El objetivo no es la privacidad en s¨ª misma, sino prevenir la manipulaci¨®n. Explica su aproximaci¨®n al tema citando al matem¨¢tico Daniel Solow: ¡°El de la privacidad no es tanto un cuento orwelliano sobre la hipervigilancia como un relato kafkiano sobre c¨®mo te van a manipular¡±.

Para explicar esta idea, pone como ejemplo el esc¨¢ndalo de Cambridge Analytica, consultora que utiliz¨® en 2016 los datos personales de usuarios de Facebook para crear campa?as publicitarias pol¨ªticas hiperpersonalizadas. ¡°Pod¨ªas pensar: ¡®?qu¨¦ m¨¢s me da que una empresa sepa a qu¨¦ p¨¢ginas he dado me gusta en Facebook?¡¯, pero con esos datos esta empresa te manipulaba¡±. A las madres cat¨®licas de la Am¨¦rica rural les propon¨ªa noticias relacionadas con el aborto. A quienes hab¨ªan dado like a p¨¢ginas de criptomonedas, les suger¨ªa art¨ªculos sobre impuestos abusivos. Confirmaba y ampliaba sesgos preexistentes. Aquella manipulaci¨®n acab¨® con Trump en el poder, un pa¨ªs m¨¢s polarizado y una especie de golpe de Estado. El esquema se ha repetido en pa¨ªses del sudeste asi¨¢tico, donde las noticias sugeridas sirven para dividir a la poblaci¨®n y erosionar la convivencia.

Troncoso conciencia sobre la importancia de proteger la intimidad en el entorno online. Cree que en la vida real sabemos mantener distintas parcelas de privacidad. Que trasladar esa idea al mundo virtual es necesario para preservar no tanto nuestra intimidad como nuestra democracia. Pero tambi¨¦n en esto hay l¨ªmites. Carmela tiene una mujer, una bandera LGTB en su perfil de Twitter y una convicci¨®n que pone por encima de su defensa de la privacidad. Hay que normalizar lo que es normal. Quiere, con su ejemplo, ayudar a visibilizar los problemas del colectivo. Ha creado un grupo de alumnos LGTB en su universidad y milita cuando puede en causas del colectivo. La privacidad es importante, pero la visibilidad, a veces, lo es m¨¢s.

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