La ciencia no es un invento exclusivo de Europa
Lejos del relato m¨¢s habitual, euroc¨¦ntrico, la ciencia moderna es una suma de ideas y personas de varias culturas del mundo. ¡®Ideas¡¯ adelanta un extracto del libro del historiador James Poskett
?D¨®nde naci¨® la ciencia moderna? Hasta hace muy poco, la mayor¨ªa de los historiadores habr¨ªan respondido de la siguiente manera: la ciencia moderna se invent¨® en Europa en alg¨²n momento entre los siglos XVI y XVII. Esta historia suele empezar con el astr¨®nomo polaco Nicol¨¢s Cop¨¦rnico. En Sobre las revoluciones de los orbes celestes (1543), Cop¨¦rnico afirmaba que la Tierra gira alrededor del Sol. Era una idea radical. Desde la ¨¦poca de los antiguos griegos, los astr¨®nomos cre¨ªan que la Tierra se hallaba en el centro del universo. Por primera vez, los pensadores cient¨ªficos de la Europa del siglo xvi empezaron a desafiar a la sabidur¨ªa antigua. A Cop¨¦rnico le siguieron otros pioneros, miembros de lo que a menudo se conoce como ¡°la revoluci¨®n cient¨ªfica¡±; el astr¨®nomo italiano Galileo Galilei, el primero en observar las lunas de J¨²piter en 1609, y el matem¨¢tico ingl¨¦s Isaac Newton, quien estableci¨® las leyes del movimiento en 1687. La mayor¨ªa de los historiadores dir¨ªan despu¨¦s que este patr¨®n continu¨® as¨ª durante los siguientes cuatrocientos a?os. La historia de la ciencia moderna, tal como se suele contar, es un relato centrado casi exclusivamente en hombres como Charles Darwin, el naturalista brit¨¢nico del siglo XIX que present¨® la teor¨ªa de la evoluci¨®n mediante selecci¨®n natural, y Albert Einstein, el f¨ªsico alem¨¢n del siglo XX que propuso la teor¨ªa de la relatividad especial. Desde el pensamiento evolucionista del siglo XIX a la f¨ªsica c¨®smica del XX, la ciencia moderna, seg¨²n nos cuentan, es un producto exclusivamente europeo.
Este relato es un mito. [¡] La ciencia no fue un producto ¨²nicamente de la cultura europea. M¨¢s bien, la ciencia moderna ha sido el resultado de reunir a personas e ideas de diferentes culturas de todo el mundo. Cop¨¦rnico es un buen ejemplo. Escribi¨® en una ¨¦poca en la que Europa estaba forjando nuevas conexiones con Asia, con caravanas que viajaban a lo largo de la Ruta de la Seda y galeones que navegaban por el oc¨¦ano ?ndico. Para su trabajo cient¨ªfico, Cop¨¦rnico se bas¨® en t¨¦cnicas matem¨¢ticas que toma prestadas de textos ¨¢rabes y persas, muchos de los cuales acababan de llegar a Europa. Tambi¨¦n se produjeron otros intercambios cient¨ªficos a lo largo de Asia y ?frica. Durante este mismo periodo, los astr¨®nomos otomanos viajaron por el Mediterr¨¢neo, llevando con ellos unos conocimientos que eran una combinaci¨®n de ciencia isl¨¢mica con nuevas ideas tomadas prestadas de pensadores cristianos y jud¨ªos. En el ?frica Occidental, en las cortes de Tombuct¨² y Kano, los matem¨¢ticos estudiaban los manuscritos ¨¢rabes importados desde el otro lado del S¨¢hara. Hacia el este, los astr¨®nomos de Pek¨ªn le¨ªan los cl¨¢sicos chinos adem¨¢s de textos cient¨ªficos en lat¨ªn. Y en la India, un acaudalado maraj¨¢ contrat¨® a matem¨¢ticos hind¨²es, musulmanes y cristianos para reunir algunas de las tablas astron¨®micas m¨¢s exactas jam¨¢s realizadas.
El equilibrio del mundo cient¨ªfico se est¨¢ desplazando. China ya ha superado a Estados Unidos en financiaci¨®n cient¨ªfica.
Todo esto plantea la necesidad de contar la historia de la ciencia moderna de un modo muy diferente. [¡] Los momentos clave de la historia global han condicionado el desarrollo de la historia de la ciencia moderna. Empezamos con la colonizaci¨®n de las Am¨¦ricas durante el siglo xv y avanzamos desde ese momento hasta el presente. Por el camino exploramos los principales hitos de la historia de la ciencia, desde la nueva astronom¨ªa del siglo XVI hasta la gen¨¦tica del XXI. En cada caso, muestro c¨®mo el desarrollo de la ciencia moderna estuvo condicionado por el intercambio cultural global. Sin embargo, merece la pena recalcar que esta no es simplemente una historia del triunfo de la globalizaci¨®n. Despu¨¦s de todo, el intercambio cultural se produjo de modos muy diferentes, muchos de los cuales fueron sumamente explotadores. Durante gran parte de la Edad Moderna temprana, la ciencia se fue conformando gracias al crecimiento de la esclavitud y los imperios. Durante el siglo XIX, el desarrollo del capitalismo industrial transform¨® la ciencia. Y durante el siglo XX, la historia de la ciencia se explica mejor teniendo en cuenta la Guerra Fr¨ªa y la descolonizaci¨®n. A pesar de estos profundos desequilibrios de poder, personas de todo el mundo realizaron contribuciones significativas al desarrollo de la ciencia moderna. Durante cualquier periodo que analicemos, la historia de la ciencia no se puede contar como un relato que se centre exclusivamente en Europa.
Nunca ha sido mayor la necesidad de contar esta historia. El equilibrio del mundo cient¨ªfico se est¨¢ desplazando. China ya ha superado a Estados Unidos en financiaci¨®n cient¨ªfica y, en los ¨²ltimos a?os, investigadores chinos han producido m¨¢s art¨ªculos cient¨ªficos que los de cualquier otro pa¨ªs. Los Emiratos ?rabes Unidos (EAU) lanzaron una misi¨®n no tripulada a Marte en el verano de 2020, y expertos inform¨¢ticos de Kenia y Ghana desempe?an un papel cada vez m¨¢s importante en el desarrollo de la inteligencia artificial. Al mismo tiempo, los cient¨ªficos europeos tienen que afrontar las consecuencias del Brexit, mientras que los servicios de seguridad rusos y estadounidenses contin¨²an librando una guerra cibern¨¦tica.
La propia ciencia est¨¢ plagada de controversias. En noviembre de 2018, el bi¨®logo chino He Jiankui estremeci¨® al mundo al anunciar que hab¨ªa podido modificar con ¨¦xito los genes de dos beb¨¦s humanos. Muchos cient¨ªficos creyeron que era demasiado arriesgado probar esa t¨¦cnica con personas. Sin embargo, tal como aprendi¨® r¨¢pidamente el mundo, es muy dif¨ªcil hacer cumplir un c¨®digo internacional de ¨¦tica cient¨ªfica. Oficialmente, el Gobierno chino se distanci¨® de la investigaci¨®n de He y lo conden¨® a tres a?os de prisi¨®n. Pero, en 2021, algunos investigadores en Rusia ya est¨¢n amenazando con replicar su controvertido experimento. Adem¨¢s de las cuestiones relacionadas con la ¨¦tica, la ciencia actual, al igual que ocurri¨® en el pasado, es v¨ªctima de profundas desigualdades. En la cima de la profesi¨®n, los cient¨ªficos de minor¨ªas ¨¦tnicas est¨¢n infrarrepresentados, los cient¨ªficos y estudiantes jud¨ªos siguen sufriendo abusos antisemitas, mientras que a muchos investigadores de fuera de Europa y Estados Unidos se les suelen negar los visados para viajar a conferencias internacionales. Si queremos abordar dichos problemas, necesitamos una nueva historia de la ciencia, una que represente mejor el mundo en el que vivimos.
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