Diecis¨¦is meses, un cuarto de legislatura
El PSOE ha recuperado fuerzas, pero corre el riesgo de pensar que una lista de propuestas soluciona sus problemas
El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, logr¨® en el debate sobre el estado de la naci¨®n reconducir la agenda y, sobre todo, atajar cualquier impresi¨®n de que la legislatura est¨¢ ya concluida. Falta m¨¢s de un a?o para la convocatoria de elecciones (16 meses, algo m¨¢s de un cuarto de legislatura) y hay tiempo para poner en marcha bastantes iniciativas legislativas. S¨¢nchez y el Partido Socialista van a apostar no solo por relanzar la imagen de un Gobierno fuertemente reformador, sino por acentuar el relato de un Gobierno claramente de izquierda. La estrategia tiene una ventaja, reforzar la solidez de la coalici¨®n y eliminar la perjudicial impresi¨®n de inseguridad que ha dado en demasiadas ocasiones, y un inconveniente: aleja cualquier posible intenci¨®n del PSOE de apelar a una mayor¨ªa absoluta.
La prueba de fuego llegar¨¢ con las elecciones municipales y auton¨®micas del mes de mayo de 2023, ocasi¨®n en la que los socialistas esperan poder recuperarse del golpe que supusieron los comicios andaluces. Para el Partido Popular ser¨¢ tambi¨¦n la ocasi¨®n no ya de revalidar un resultado semejante, muy improbable, pero s¨ª de valorar el efecto que va teniendo su estrategia de rodear a Alberto N¨²?ez Feij¨®o con un toque de moderaci¨®n. En realidad, el dirigente popular ha salido beneficiado de su imposibilidad de participar en el debate del estado de la naci¨®n, algo que le hubiera exigido exponerse frente a la larga lista de iniciativas del presidente S¨¢nchez. Si en lugar de la portavoz, Cuca Gamarra, hubiera sido el presidente del PP quien centrara todo su discurso en ETA, en vez de en la situaci¨®n econ¨®mica e internacional, el resultado podr¨ªa haber sido demoledor para ¨¦l.
El Partido Popular no ha buscado hasta ahora ninguna graduaci¨®n del enfrentamiento, sino el choque m¨¢s brutal posible, pero algunos dirigentes populares aseguran que, seg¨²n se vaya acercando la fecha de las municipales, intentar¨¢n controlar los s¨ªmbolos y demostraciones m¨¢s claramente extremistas y, sobre todo, los que le aproximan a Vox por su car¨¢cter claramente ¡°franquistas¡±. Est¨¢ por ver que ese sector consiga ¡°controlar¡± la estrategia propia de Isabel D¨ªaz Ayuso. Por el momento, lo que m¨¢s les preocupa es lo que ocurra en los pr¨®ximos meses en la sanidad p¨²blica de la Comunidad de Madrid, muy deteriorada y sobre la que la presidenta ha anunciado una inquietante ¡°gran reforma¡±.
Los socialistas han recuperado fuerzas, muy necesarias en las actuales circunstancias para poder movilizar a sus potenciales seguidores, pero corren el peligro de creer que con una lista de propuestas como la presentada por el presidente S¨¢nchez ya han solucionado sus problemas. Su peor equivocaci¨®n ser¨ªa no creer que el PP puede ganar las elecciones con mensajes simples y eficaces como ¡°pol¨ªtica para adultos¡± o su capacidad para lanzar batallas ¡°culturales¡± en las que los socios de la coalici¨®n entran una y otra vez como elementos necesarios de su propia estrategia electoral. La principal duda de los socialistas es si la bronca popular ayudar¨¢ a movilizar a sus propios votantes en toda Espa?a, indignados por el acoso al que les somete el PP y por la agresividad de sus planteamientos, o si se producir¨¢ un cierto grado de abstenci¨®n en las zonas m¨¢s moderadas de su electorado. El dilema no es nuevo, sino que ha planeado sobre el PSOE en muchas ocasiones a lo largo de su historia.
La renuncia a la b¨²squeda de una mayor¨ªa absoluta por parte del PSOE (que, sin embargo, persigue el PP, apropi¨¢ndose casi al 100% del voto de Ciudadanos e intentando rascar en el de Vox) necesita necesariamente que tenga un ¨¦xito razonable el proyecto de Yolanda D¨ªaz. El movimiento Sumar que ha lanzado la vicepresidenta busca incorporar no solo a los seguidores y a la estructura de Unidas Podemos, sino a todo el movimiento que en un momento dado se identific¨® en Madrid con Manuela Carmena y en Barcelona con Ada Colau. Es un proyecto complicado, porque necesita tener pegada electoral y al mismo tiempo no hacer da?o en el campo socialista. Las elecciones municipales seguir¨¢n siendo quiz¨¢s escenario para Unidas Podemos, pero para asegurar que la coalici¨®n actual sobrevive a 2023 har¨ªa falta que Sumar ofrezca en noviembre suficiente innovaci¨®n como para atraer a la tendencia pol¨ªtica progresista que sigue existiendo fuera del PSOE.
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