El obispo ?lvarez, el cura rebelde al que Daniel Ortega quiere desterrar
El sacerdote de Matagalpa ha sido silenciado por sus cr¨ªticas al r¨¦gimen nicarag¨¹ense y est¨¢ bajo arresto domiciliario
No es la primera vez que el obispo Rolando Jos¨¦ ?lvarez ha estado preso. La madrugada del pasado 19 de agosto de 2022, cuando un convoy de polic¨ªas con fusiles lo captur¨® en la curia de Matagalpa, una ciudad norte?a de Nicaragua, el l¨ªder religioso revivi¨® de alguna forma las carceleadas que sufri¨® en los a?os ochenta por su oposici¨®n al servicio militar obligatorio, impuesto en esa convulsa ¨¦poca por los sandinistas para enfrentar a la guerrilla de la Contra financiada por EE UU.
La diferencia es que cuando fue arrestado en los ochenta era un joven de 16 a?os que iniciaba su vida religiosa en una pastoral de Managua y no el connotado obispo que es hoy. Monse?or Rolando ?lvarez ¡ªya con 55 a?os¡ª es una de las voces m¨¢s inc¨®modas en la Iglesia cat¨®lica nicarag¨¹ense para el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Lo han perseguido por varios a?os hasta imponerle, tras varios cercos y secuestros policiales, casa por c¨¢rcel en un contexto de persecuci¨®n religiosa rampante en este pa¨ªs centroamericano.
La pareja presidencial, que gobierna con pu?o de hierro, ha declarado a ?lvarez como enemigo jurado. Antes de ordenar su captura, le abrieron una investigaci¨®n por ¡°intentar organizar grupos violentos y ejecutar actos de odio en contra de la poblaci¨®n¡±. El obispo, que dirige la di¨®cesis de Matagalpa y regenta la de Estel¨ª, las dos principales del norte de Nicaragua, ha cometido ¡°cr¨ªmenes de lesa espiritualidad¡±, seg¨²n la vicepresidenta, Rosario Murillo. Bajo esos se?alamientos, se orden¨® a la polic¨ªa secuestrar al obispo durante 15 d¨ªas en la curia de Matagalpa. Resisti¨® junto a otros sacerdotes, seminaristas y laicos un encierro feroz. Los polic¨ªas no permit¨ªan siquiera el paso de v¨ªveres y medicinas.
El secuestro policial empez¨® el 3 de agosto, cuando los oficiales le prohibieron dirigirse a la catedral de Matagalpa a decir misa. Monse?or ?lvarez intent¨® romper el cerco policial con el Sant¨ªsimo en mano. ¡°Oficial, ?me permite darle un abrazo? Somos hermanos, ¨¢mense unos a los otros como yo he amado; un abrazo, oficial, no los van a rega?ar sus autoridades¡±, dec¨ªa a los agentes que hu¨ªan de ¨¦l y su pr¨¦dica.
Este episodio resume en buena medida al obispo Rolando ?lvarez: un religioso sumamente cr¨ªtico con las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua, empeoradas desde 2018 con la desarticulaci¨®n violenta de las protestas sociales que ese a?o cimbraron al pa¨ªs y al Gobierno Ortega-Murillo. Un religioso carism¨¢tico y cercano a la feligres¨ªa de Matagalpa, una zona de monta?a y campesinos, en cuyas comunidades pod¨ªa verse al menos tres veces a la semana a monse?or ?lvarez montando burros, comiendo frijoles, bailando, limpiando iglesias y dando un evangelio basado en humanismo y contra la opresi¨®n.
¡°Libertad¡± es una palabra que monse?or ?lvarez ama. Se lo dijo a este cronista en 2015 en la curia de Matagalpa, durante una entrevista al hilo de la marcha que convoc¨® entonces contra un proyecto de explotaci¨®n minera en el municipio de Rancho Grande. A la movilizaci¨®n acudieron unas 15.000 personas, y el Gobierno se vio obligado a declarar inviable la concesi¨®n otorgada a una transnacional canadiense. ¡°A la persona que vive sin libertad, que se somete, se le acaba la dignidad¡±, dijo mientras com¨ªa un guiso de papas.
En una Nicaragua silenciada por el yugo de la persecuci¨®n, el hostigamiento, la amenaza de c¨¢rcel y el exilio, las homil¨ªas del obispo ?lvarez eran la suma de verbos desafiantes y rebeldes que se viralizan en redes sociales. Durante una de sus ¨²ltimas misas en cautiverio policial, transmitidas a trav¨¦s de redes sociales, el religioso llam¨® a ¡°orar sin miedo¡±: ¡°Anhelamos un coraz¨®n donde nadie amenace, chantajee y coaccione; un coraz¨®n donde todos podamos expresar libremente nuestro pensamiento, nuestras ideas, donde todos podamos vivir como hermanos¡±. La rebeld¨ªa del obispo data desde su juventud. Luego de sus primeras carceleadas por oponerse a enlistarse en el servicio militar obligatorio, se exili¨® en Guatemala como refugiado. En el exilio termin¨® sus estudios de secundaria y se meti¨® al seminario, que lo condujo al sacerdocio. ¡°?l sabe lo que es ser exiliado, lo que es sufrir persecuci¨®n desde muy joven, por eso empatiza con los asesinados por polic¨ªas y paramilitares, con los presos pol¨ªticos y con los miles de nicarag¨¹enses que la violencia pol¨ªtica ha desterrado desde 2018¡å, asegura un sacerdote de Matagalpa que pide anonimato por seguridad.
Monse?or ?lvarez ha dicho que lo inspira san Juan Pablo II, un ¡°papa viajero, humanista y cr¨ªtico que, sin apartarse de la religi¨®n, tiene incidencia en temas pol¨ªticos¡±. Fue nombrado obispo de la di¨®cesis de Matagalpa cuando ten¨ªa 44 a?os. En ese momento, fue el n¨²mero 11 entre los monse?ores m¨¢s j¨®venes del mundo. Fue de los primeros obispos que abrieron una l¨ªnea de WhatsApp para escuchar a los feligreses. Como parte de la Conferencia Episcopal, critic¨® la deriva autocr¨¢tica de Ortega y su mujer. Demand¨® elecciones libres, institucionalidad democr¨¢tica, y luego bram¨® contra los asesinatos y la violencia en el pa¨ªs. Lleva dos semanas en arresto domiciliario, en total incomunicaci¨®n. Sus homil¨ªas han sido silenciadas. Todo apunta hacia el exilio forzado. ?l lo aborrece y lo ha zanjado de esta manera: ¡°?No me voy a ir de mi patria!¡±.
Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.