La segunda oportunidad
Lo que une a las distintas izquierdas de Am¨¦rica Latina es su lucha contra las desigualdades
Casi uno de cada dos latinoamericanos ocupados (el 48,8%) est¨¢ instalado en la econom¨ªa sumergida, y por ello no tienen o no tendr¨¢n derecho en el futuro a los servicios b¨¢sicos de la ciudadan¨ªa social (pensiones, seguro de desempleo, educaci¨®n y sanidad p¨²blicas, convenios colectivos, etc¨¦tera). Es un dato promedio regional. Con este porcentaje tan duro de la realidad han de lidiar las diferentes izquierdas que han ganado las elecciones en muchos de los pa¨ªses de la regi¨®n y que son tan dis¨ªmiles entre s¨ª. Quiz¨¢ lo m¨¢s importante que une a los ejecutivos de Brasil, M¨¦xico, Colombia, Chile, Argentina, Bolivia¡ es la lucha contra las desigualdades como prioridad de sus pol¨ªticas. Se?a de identidad de la socialdemocracia.
Tras la oleada de gobiernos de izquierdas en Am¨¦rica Latina (AL) durante la primera d¨¦cada del siglo actual, que termin¨® en el momento en que las materias primas redujeron de manera dr¨¢stica sus precios, generando un colapso en las econom¨ªas de los pa¨ªses exportadores de las mismas, ahora esas izquierdas ¡ªque han aumentado su presencia en pa¨ªses tan significativos como Colombia o Chile¡ª disponen de una segunda oportunidad para reducir esas desigualdades y disminuir el n¨²mero de ciudadanos vulnerables. En aquella primera ocasi¨®n lograron bajar los porcentajes de pobreza y extrema pobreza, limitaron un poco la inequidad de ingresos e hicieron emerger una clase media, a menudo fr¨¢gil, que ejerci¨® sus demandas en ocasiones fuera de los circuitos partidistas tradicionales. Pero la desigualdad de patrimonio ¡ªlo que se posee, no lo que se gana¡ª, que es la que hace principalmente de AL la zona del mundo con el ¨ªndice de Gini m¨¢s elevado, continu¨® avanzando.
Se enfrentan a ello en un contexto internacional bastante complicado. Si a partir del a?o 2007 la Gran Recesi¨®n fue el marco de referencia de la ¨¦poca, hoy todav¨ªa est¨¢n inmersos en una pandemia que no acaba de irse y les rozan las consecuencias de la invasi¨®n de Ucrania. En lo que ha transcurrido desde 2014 (a?o en que finaliz¨® el ciclo alcista de las materias primas) hasta ahora, AL habr¨¢ crecido menos que durante la ¡°d¨¦cada perdida¡± de los ochenta. Los gobiernos de todo signo se van a enfrentar a demandas sociales crecientes con recursos limitados, entre otros aspectos porque no han hecho los deberes (las reformas fiscales) y la recaudaci¨®n tributaria de la regi¨®n es baja en relaci¨®n con la Organizaci¨®n de Cooperaci¨®n y Desarrollo Econ¨®mico.
Seg¨²n el informe preliminar que la Comisi¨®n Econ¨®mica para Am¨¦rica Latina y el Caribe (CEPAL) elabora todos los a?os sobre los 33 pa¨ªses de la regi¨®n, ¨¦sta se enfrenta, entre otros, a los siguientes problemas:
¡ª?Una tasa de crecimiento significativamente menor que la de 2022, que ya se ha observado en la segunda parte del ejercicio reci¨¦n acabado.
¡ª?Presiones inflacionistas. No se espera una gran aceleraci¨®n de los precios, sino que ¨¦stos sigan siendo elevados (los de las materias primas se han ajustado, en general, a la baja).
¡ª?Mayor reducci¨®n del empleo formal y estancamiento o p¨¦rdida de poder adquisitivo de los salarios reales.
¡ª?Reducci¨®n de los flujos financieros hacia la zona.
Y, a largo plazo, las arraigadas brechas estructurales de desarrollo. En el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Pensamiento Iberoamericano, la secretaria general de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Josette Altmann-Borb¨®n, explica que AL enfrenta una situaci¨®n compleja producto de una acumulaci¨®n de crisis que se vienen arrastrando desde hace d¨¦cadas y que han venido a empeorar los graves problemas estructurales de las sociedades; problemas como la desigualdad, la pobreza, la inequidad, la inseguridad, la degradaci¨®n ambiental, las violencias, el desempleo, el crimen organizado, la corrupci¨®n y la impunidad, a los que se suman ahora los efectos negativos de la covid y la guerra, ¡°generando mayores enojos ciudadanos que dificultan la gobernabilidad y debilitan la calidad de la democracia en todos los pa¨ªses de la regi¨®n¡±.
La gran perturbaci¨®n que padece AL es muy similar a la de otras partes del mundo. Su singularidad est¨¢ en la graduaci¨®n de las dificultades.
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