Juana Dolores, la voz y el martillo de la literatura catalana

El lunes 29 de mayo, Juana Dolores atronaba en un plat¨® de TV3 como raramente se ha visto en una televisi¨®n. Indignada, contundente, algunas veces equivocada. Con sus reclamaciones de clase dej¨® aturdido a su entrevistador y perpleja a la audiencia. Una parte de la misma vivi¨® la felicidad de poder escuchar lo que estaba escuchando, dicho con aquella furia, en una televisi¨®n p¨²blica. Dos d¨ªas despu¨¦s, Juana Dolores presentaba su libro en Vic y hubo quien acudi¨® pensando que vivir¨ªa una segunda bronca. No la hubo. ¡°Soy poeta, actriz, pero no payasa¡±. Dicen las cr¨®nicas que fue un acto literario, tambi¨¦n pol¨ªtico, sobre I si una naci¨® desfilant per una catifa vermella, R¨¨quiem catal¨¤ (Y si una naci¨®n desfilando por una alfombra roja, R¨¦quiem catal¨¢n). Un r¨¦quiem que tiene m¨²sica, de Marc Mig¨®, y que se ha escuchado en el auditorio de Barcelona. Juana Dolores sab¨ªa d¨®nde deb¨ªa decir lo que quer¨ªa. En la televisi¨®n p¨²blica. Pasolini, cuya obra y compromiso admira, ya lo escribi¨®: la televisi¨®n no solamente es un espacio por donde circulan los mensajes, es un medio autoritario que tambi¨¦n los elabora y difunde.

Juana Dolores Romero Casanova (Prat de Llobregat, 31 a?os) pertenece a la primera generaci¨®n de su familia nacida en Catalu?a. ¡°Mis padres vinieron de Huelva. Mi madre sigue limpiando casas. A ella, de la entrevista, no le gust¨® lo de ¡°puto viejo¡±, pero por primera vez se sinti¨® interpelada, como trabajadora, desde TV3¡å. Su madre intervino en un corto de 11 minutos que ella titul¨® Limpieza. Con unas escenas documentales, de homenaje, de sarcasmo¡­ el filme denuncia la precariedad de estas trabajadoras.

Dolores empez¨® a trabajar a los 16 a?os. Lo hizo en una papeler¨ªa, en el aeropuerto, dando clases de repaso¡­ Aunque termin¨® los cursos del Institut del Teatre, dice que all¨ª no aprendi¨® nada. Solo les preocupaba que hablara un catal¨¢n correcto. ¡°Aquello es un nido de machismo, maltrato psicol¨®gico y clasismo¡±. De donde s¨ª tiene un buen recuerdo es del Teatre Kaddish, en El Prat. All¨ª, con Pau Bou, su profesor, lo aprendi¨® ¡°todo¡±. Gracias a su formaci¨®n teatral trabaj¨® en proyectos de inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en escuelas e institutos y llev¨® un taller en un centro de tratamiento de trastornos alimentarios. No lo pensaba como una terapia, ni a las chicas las trataba de enfermas.

Tambi¨¦n ejerce como performer. Ah¨ª aparece una Juana Dolores irreverente, rabiosa, desnuda¡­, pero que se exhibe vulnerable. Su ¨²ltima performance se vio en el festival Temporada Alta de Girona. Para su director, Salvador Sunyer, ¡°tiene un talento claro¡±. ¡°Le falta solidez dramat¨²rgica, pero eso se obtiene con los a?os y esta solidez le dar¨¢ aquello que siempre busca: la belleza¡±

2020 es un a?o clave. Aquella chica nacida en la ¡°periferia asf¨¢ltica¡± gana el Premio Amadeu Oller para poetas j¨®venes in¨¦ditos con Bijuteria, un poemario en catal¨¢n. Y lo redondea una entrevista en la revista digital N¨²vol que, gracias a las redes sociales, llega a salones donde si se habla de cultura es para sacarle punta pol¨ªtica. Se consagra la figura de la charnega integrada. Una etiqueta facilona que se cuelga a una poeta exigente consigo misma que reivindica que es m¨¢s revolucionario escribir bien que hacerlo en catal¨¢n. Que explica que no sabe vivir de otra manera que no sea comprometida apasionadamente con su clase. En una entrevista en 2021 con este diario, negaba que hubiera conflicto de lenguas en Catalu?a. El conflicto mayor es entre clases, aunque el proc¨¦s, afirmaba, hizo mirar hacia otro lado.

Una cr¨ªtica a su primer libro, en general bien recibido, habl¨® de ¡°vistosidad verborreica opaca¡± (??), pero eso siempre es preferible al silencio que ha envuelto su segundo libro y del que se queja. Aquellos salones han dejado de ser amigos. Y m¨¢s, seguramente, despu¨¦s de lo de TV3. ¡°Me arriesgu¨¦ y surti¨® efecto. Se trataba de combatir la agenda pol¨ªtica controlada por los medios. Hablan de mi rabia, pero las clases trabajadoras y otras entendieron mi arrebato. Y el suyo, saliendo en mi defensa en las redes, ha sido mucho mayor. Soy cr¨ªtica con la cultura de masas, pero se puede hacer guerrilla desde ah¨ª¡±.

Siempre cercana a organizaciones de la izquierda dice que, ahora, milita como poeta: ¡°No vivo sola pol¨ªticamente, pero no estoy bajo ninguna sigla¡±. Juana Dolores admite que, como independentista, el refer¨¦ndum de 2017 en Catalu?a y la manera en que se gestion¨® le provoc¨® un enorme desenga?o. Tuvo que, poco a poco, reubicarse pol¨ªticamente, emocionalmente. Los referendos que le interesan ahora son sobre la municipalizaci¨®n del agua o el control de los alquileres. No ve necesario que se convoquen sobre quimeras. Pol¨ªticamente se define marxista y, con el historiador Eloi Gumm¨¤, organiz¨® este 2023 un seminario en el Ateneu barcelon¨¦s sobre cultura, marxismo, Pasolini, Gramsci¡­ Gumm¨¤, que trabaja en una historia del PSUC, encuentra en el discurso de Juana Dolores muchas coincidencias con aquel partido comunista catal¨¢n. ¡°C¨®mo articular la cuesti¨®n nacional con un sentido de izquierdas, c¨®mo construir un discurso pol¨ªtico sobre la identidad m¨¢s abierto¡­¡±. Adem¨¢s, subraya, naci¨® en El Prat, un hist¨®rico feudo psuquero. Como poeta, dice Gumm¨¤, tiene la ventaja que Sigmund Freud les atribuy¨®: tener un acceso m¨¢s directo a la verdad. ¡°Juana Dolores tiene una l¨²cida intuici¨®n po¨¦tica y pol¨ªtica, que es muy natural¡±.

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