Elegir una carrera sin salida, la mejor opci¨®n

Sacar las mejores notas no significa tener una vida mejor. Elegir la carrera que eligen los expedientes de mayor nivel no significa tener un trabajo de mayor calidad. Aspirar a un buen empleo (llegar a ser un buen empleado) no deber¨ªa ser la aspiraci¨®n de los que destacan. Por otro lado, ser bueno en ciencias no implica ninguna superioridad respecto de quien es bueno en arte, letras, m¨²sica o en atletismo. Las carreras de ciencias no aseguran una vida mejor ni un trabajo mejor que las de letras. Sin embargo, se publican las diez titulaciones m¨¢s codiciadas por los j¨®venes y ocho de ellas son de ciencias. ?Casualidad? Qu¨¦ va, ideolog¨ªa.

En la educaci¨®n espa?ola existe un estigma sobre el pensamiento, la creaci¨®n y la palabra. Un prejuicio que ha sido reforzado pol¨ªticamente. Se hace creer al alumnado que la gente de ciencias es m¨¢s lista y que le ir¨¢ de perlas en la vida. Bien: esto es una construcci¨®n ideol¨®gica y, como tal, tan verdadera o falsa como cada cual quiera creer. Ser¨ªa m¨¢s honesto, antes de sesgar las decisiones de la juventud, invitarlos a pensar en qu¨¦ es una vida mejor. Y educarlos de paso en la idea de que, la mayor¨ªa de las veces, nada tiene que ver con una nota superior.

Desde Plat¨®n hasta hoy, lo bueno para cada persona es hacer lo que m¨¢s le gusta. De hecho, descubrir qu¨¦ es eso que le gusta a cada uno es siempre m¨¢s rentable ¡ªtambi¨¦n m¨¢s dif¨ªcil¡ª que hacer lo que se supone tiene ¡°m¨¢s oportunidades laborales¡±. Lo que intento decir es que ser capaz de ser uno mismo es, en todos los casos, la opci¨®n m¨¢s eficiente personal, material e intelectualmente. Ahora bien, ?en qu¨¦ se parece ser uno mismo a un curr¨ªculo? En nada. Y, sin embargo, ?puede sentir un chaval con una media de 13 que se est¨¢ perdiendo algo si elige una carrera con nota de corte de 6? Desgraciadamente, s¨ª. ?Puede una joven amante de la filosof¨ªa creer que ¡°morir¨¢ de hambre¡± por estudiar lo que le gusta? Afirmativo. ?Es esto cierto? No tenemos ni idea. Pero hacemos sentir a esa joven que s¨ª.

Pues bien, despu¨¦s de luchar con el sesgo cient¨ªfico-t¨¦cnico, al alumnado le tocar¨¢ quitarse de encima el sesgo de g¨¦nero, seg¨²n el cual las carreras que eligen ellos tienen m¨¢s futuro que las que eligen ellas. As¨ª, se lamenta que el acceso de las chicas a las ingenier¨ªas siga siendo solo de un 20%, pero nadie reflexiona sobre los poqu¨ªsimos chicos que acceden a carreras como Psicolog¨ªa, Trabajo Social, Educaci¨®n Infantil o Ciencias de la Salud. En estas titulaciones no parece urgente compensar el sesgo de g¨¦nero, son ¡°carreras de chicas¡±, es decir ¡°peores¡±. ?Seguro que ganar¨¢ m¨¢s un ingeniero que una psic¨®loga? ?Cu¨¢l estar¨¢ m¨¢s solicitado en 2030? ?Llegar¨¢ la IA a ser nuestra psic¨®loga?

El poder pol¨ªtico imagina el mundo laboral como un entorno cient¨ªfico t¨¦cnico liderado por hombres y mujeres competitivos y cuantificadores (¡°los mejores¡±), que basan sus decisiones en la competencia y no en la cooperaci¨®n. Y educa a los j¨®venes para que lo imaginen as¨ª. Un futuro liderado por el big data, la estad¨ªstica, el an¨¢lisis de riesgos y la vigilancia tecnol¨®gica. En este contexto, la elecci¨®n m¨¢s ambiciosa me parece la de una carrera de las que no tienen salida, libre de sesgos pol¨ªticos y econ¨®micos. Por incre¨ªble que pueda parecernos hoy, el futuro nunca est¨¢ donde el pasado lo espera.

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