La oposici¨®n del PP finaliza la temporada desga?itada por la hip¨¦rbole

Finaliza la temporada y no se ha cumplido ninguno de los pron¨®sticos hiperb¨®licos de la oposici¨®n: ni Espa?a se ha roto, ni Espa?a se ha hundido, ni Espa?a ha dejado de ser una democracia plena seg¨²n indican todos los medidores internacionales de calidad de la democracia. Ello da una tremenda sensaci¨®n de inutilidad a las estrategias utilizadas. Ello no significa, ni mucho menos, que todo vaya bien. Que el 18% de los ciudadanos crea que la econom¨ªa est¨¢ en crisis cuando encadena ya casi cuatro a?os seguidos de crecimiento no se debe s¨®lo, como sostiene el presidente de Gobierno, Pedro S¨¢nchez, a la efectividad de los bulos expandidos, sino tambi¨¦n a esa ¡°recesi¨®n de los sentimientos¡± (Carlos Cuerpo, ministro de Econom¨ªa, dixit), que significa que a muchos ciudadanos no les est¨¢ llegando la mejora de la coyuntura econ¨®mica.

Parece mentira que en el contexto del ¨²ltimo debate parlamentario en el Congreso, N¨²?ez Feij¨®o no aprovechase los datos econ¨®micos para darles la vuelta en lo que es posible. La endeblez de su discurso econ¨®mico es cada vez m¨¢s ostentosa. Sobre todo teniendo en cuenta las cada vez mayores dificultades para diferenciar econom¨ªa y pol¨ªtica. El Gobierno hab¨ªa hecho p¨²blico el techo de gasto (el gasto no financiero sin fondos europeos) para 2025, que es el disparo de salida para elaborar los presupuestos generales del Estado del a?o que viene. Aumentar¨¢ un 3,2%, que en un entorno de inflaci¨®n del 3% es como decir que ese gasto est¨¢ congelado. No como en el lustro pasado, desde que hubo que hacer frente a las consecuencias de la covid. A trav¨¦s de un nuevo decreto se hab¨ªa conocido poco antes la retirada gradual del plan anticrisis.

Los portavoces del Gobierno est¨¢n anunciando un inicio de consolidaci¨®n fiscal y el final de las pol¨ªticas de alegr¨ªa, sin que sepamos qu¨¦ opina de ello el PP. Sin duda se guarda para el debate de los presupuestos del a?o que viene. En septiembre, el Gobierno presentar¨¢ en Bruselas un plan fiscal para ser negociado con la nueva Comisi¨®n, pero ya nos preanuncia un cambio de tendencia. Sin decirlo expl¨ªcitamente se est¨¢ acabando la etapa de la barra libre instaurada en los pa¨ªses desde el primer semestre del a?o 2020, cuando el Gran Confinamiento.

Esta etapa de consolidaci¨®n ¡ªnada que ver con los ¡°hombres de negro¡± y el austericidio del a?o 2008 y siguientes¡ª tendr¨¢ que combinarse con un gran esfuerzo inversor en un momento en que se juega el futuro de Europa. Carlos Cuerpo indica que hay dos niveles de inversi¨®n, el nacional y el comunitario. La alemana Ursula von der Leyen propuso una nueva prioridad en la votaci¨®n para repetir al frente de la Comisi¨®n Europea: un plan europeo de vivienda. Ello se une a un shock inversor inmediato si Europa no quiere distanciarse m¨¢s de EE UU y China y ser autosuficiente en productos y servicios estrat¨¦gicos. Entre los retos inmediatos est¨¢n las inversiones en tecnolog¨ªas clave para las transiciones clim¨¢tica (descarbonizaci¨®n total) y digital; apoyo a las industrias estrat¨¦gicas para que no pierdan competitividad frente a las ayudas y el proteccionismo americano y chino; y gasto en seguridad y defensa en un momento, adem¨¢s, de la guerra de Ucrania que exige grandes esfuerzos para sostener a ese pa¨ªs frente a la agresi¨®n rusa, etc¨¦tera. Mario Draghi, expresidente del Banco Central Europeo a quien la Comisi¨®n ha pedido un informe que todav¨ªa no se ha hecho p¨²blico, ha estimado ¡ªen una reuni¨®n de ministros de Finanzas de la UE¡ª una factura de medio bill¨®n de euros. Su sucesora, Christine Lagarde, en la misma reuni¨®n habl¨® de 800.000 millones de euros.

Combinar la reducci¨®n de la deuda y el d¨¦ficit p¨²blicos con un gran esfuerzo inversor sin debilitar el Estado de bienestar, como temen los sindicatos, es el trilema en el que est¨¢n implicados todos los pa¨ªses y las fuerzas pol¨ªticas que creen en Europa. Por ello resulta sorprendente la ausencia de cualquier debate nacional y el hecho de que el ministro de Econom¨ªa siga siendo ignorado por la oposici¨®n en el Congreso de los Diputados, para dar explicaciones.

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