Escuchar las se?ales que vienen de Italia
El historiador franc¨¦s Patrick Boucheron nos invita a estar pendientes de la implantaci¨®n de la extrema derecha italiana para saber lo que puede suceder en otros pa¨ªses de Europa
Yo no ten¨ªa ni 20 a?os cuando el partido de Jean-Marie Le Pen emprendi¨® su larga escalada electoral (con el famoso 11% en las elecciones europeas de 1984); y tendr¨¦ m¨¢s de 60 cuando su hija parta entre los favoritos para ganar las elecciones de 2027. Toda una vida pol¨ªtica intimidado o narcotizado o estafado ¡ªya no s¨¦ c¨®mo llamarlo¡ª por la misma cantinela: ¡°El ascenso del Frente Nacional¡±. No es como para estar orgulloso, la verdad. El 21 de abril de 2002, la eliminaci¨®n de la izquierda en la primera vuelta de las ele...
Yo no ten¨ªa ni 20 a?os cuando el partido de Jean-Marie Le Pen emprendi¨® su larga escalada electoral (con el famoso 11% en las elecciones europeas de 1984); y tendr¨¦ m¨¢s de 60 cuando su hija parta entre los favoritos para ganar las elecciones de 2027. Toda una vida pol¨ªtica intimidado o narcotizado o estafado ¡ªya no s¨¦ c¨®mo llamarlo¡ª por la misma cantinela: ¡°El ascenso del Frente Nacional¡±. No es como para estar orgulloso, la verdad. El 21 de abril de 2002, la eliminaci¨®n de la izquierda en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas me dej¨® estupefacto, como a tantos paisanos m¨ªos. Antes de recuperarme del shock, escrib¨ª un texto que acab¨® en la secci¨®n de Cartas al Director de Lib¨¦ration, enterrado entre un sinf¨ªn de jeremiadas por el estilo. Ya no lo puedo abrir en mi ordenador, que me hace saber ahora sin la menor compasi¨®n que est¨¢ en un formato digital antiguo y ya no es compatible. No es una gran p¨¦rdida. Creo recordar que me agarraba entonces, como suelo hacer en los momentos de peligro, a ese pensamiento fundamental de Walter Benjamin: la verdadera cat¨¢strofe no est¨¢ en el suceso inesperado, sino en que todo siga igual de mal, porque nadie encuentra el modo de evitarlo.
Aquel fue el discreto comienzo de mi brev¨ªsima carrera como articulista de opini¨®n. Es un papel que siempre me ha resultado inc¨®modo, reacio como soy a blandir posturas y firmas. Hasta la fecha solo he escrito uno, en 2018, para denunciar la indignidad de la pol¨ªtica gubernamental ante la crisis migratoria. Afirmaba ya entonces que hab¨ªa llegado la hora de la verdad, la hora de decidir si quer¨ªamos seguir rodando por esa pendiente implacable que, en nombre de una gesti¨®n realista, nos aleja de las realidades de este pa¨ªs, puesto que a un poder injusto no se le puede oponer la belleza de los ideales, sino la realidad pr¨¢ctica: ¡°Ese momento ha llegado; y quiz¨¢ no vuelva a presentarse¡±, dec¨ªa. El peligro de los art¨ªculos de opini¨®n no es solo el de caer en lo pomposo; tambi¨¦n se corre el riesgo de que los hechos, sobre todo cuando son desagradables, acaben por darle a uno la raz¨®n. Como todos los profetas de mal ag¨¹ero, uno preferir¨ªa l¨®gicamente que los hechos lo contradijeran y lo tranquilizaran.
?Qu¨¦ es lo que est¨¢ sucediendo? Por ce?irnos a lo que Michel Foucault llamaba un ¡°caso cr¨ªtico¡± ¡ªen este caso, el de la crisis de acogida de los refugiados, producto de una instrumentalizaci¨®n continua, sistem¨¢tica y pertinaz del racismo y la xenofobia, que sol¨ªa ser prerrogativa de la extrema derecha y hoy es la base ideol¨®gica que comparte con ella la derecha del Gobierno, sin el menor remordimiento o compunci¨®n¡ª, estamos asistiendo efectivamente a esa clase de cat¨¢strofe que tarda en consumarse y que no es un suceso inesperado sino una prolongaci¨®n. Los sutiles art¨ªfices del ¡°arco republicano¡± [como se conoce en Francia a la coalici¨®n de varios partidos centristas, socialdem¨®cratas y de la derecha moderada que propuso un gobierno ¡°republicano¡± o ¡°dem¨®crata¡± para hacer frente al ¡°populismo¡± de la izquierda y la derecha], conscientes de que ning¨²n partido puede aspirar a ganar unas elecciones en Francia a menos que se enfrente a la Agrupaci¨®n Nacional, nos vender¨¢n una vez m¨¢s el cuento de la democracia en peligro, pero lo que hacen en realidad es designar a sus sucesores eligiendo a sus adversarios. Si estos ¨²ltimos llegaran al poder, podr¨ªan servirse tranquilamente de todos los instrumentos pol¨ªticos, legislativos y policiales que les habr¨¢n preparado quienes fingen combatirlos. Basta con haber participado en alguna manifestaci¨®n de estos ¨²ltimos a?os para entenderlo: poco a poco, nos est¨¢n habituando a ello.
?Significa esto que la llegada al poder de Marine Le Pen no cambiar¨ªa nada? Por supuesto que no. Todo cambiar¨¢, solo que no como esperamos. Para un historiador de la Italia medieval enfrentado a la idea com¨²n ¡ªsimplona, aunque no va del todo desencaminada¡ª de que la pen¨ªnsula it¨¢lica es un laboratorio en el que se ponen a prueba formas pol¨ªticas con vistas a implantarlas luego a escala continental ¡ªEuropa es, desde esta perspectiva, una especie de Italia de grandes dimensiones¡ª, es fascinante constatar la poca atenci¨®n que se presta, sobre todo en Francia, al precedente italiano. No hay el menor riesgo de contaminaci¨®n, por supuesto. Igual que en febrero de 2020, cuando la violenta epidemia que se abati¨® sobre B¨¦rgamo y la Lombard¨ªa no nos mereci¨® m¨¢s que un aspaviento de asombro incr¨¦dulo: ?Pero si eso queda lej¨ªsimos, al otro lado de los Alpes! ?Nunca llegar¨¢ hasta aqu¨ª!
Y eso que contamos con precedentes de sobra para que salten las alarmas: ya en 2015, el farol que se marc¨® Matteo Renzi prefiguraba el de Emmanuel Macron, y la calamitosa aventura del movimiento Cinque Stelle de Beppe Grillo deber¨ªa habernos prevenido contra la tentaci¨®n del populismo pretendidamente de izquierdas. Por no hablar del precedente primero, matricial, el berlusconismo, que ha legado a sus continuadores una receta infalible: para provocar el colapso veloz y duradero del esp¨ªritu p¨²blico, hay que empezar por la destrucci¨®n televisiva de la diversidad cultural. No hace falta invocar ninguna teor¨ªa sofisticada de predicci¨®n pol¨ªtica para reconocer la eficacia de ese gran precursor: basta observar la influencia que ha tenido, a escala europea y sin duda mundial, en la noci¨®n misma de la experiencia pol¨ªtica, que no deja de mostrarles a los poderosos hasta d¨®nde pueden llegar. Y no creamos que esa estrategia, que consiste en poner a prueba de continuo los l¨ªmites del adversario, solo es aplicable a los grandes tiranos de nuestro tiempo, a Vlad¨ªmir Putin o a Recep Tayyip Erdo?an.
Pensemos por ejemplo en la primera de las Veinte lecciones del siglo XX que el historiador norteamericano Timothy Snyder, especialista en la historia del nazismo y el estalinismo, reuni¨® a toda prisa en la vor¨¢gine del a?o 2017 bajo el t¨ªtulo de Sobre la tiran¨ªa. No se trata aqu¨ª de contar historias del siglo XX, sino de extraer lecciones del siglo XX: aunque la historia no se repita, s¨ª nos instruye sobre las posibilidades de la conducta humana, por poco que esa historia sea, como dec¨ªa Hannah Arendt, el arte de recordar de qu¨¦ son capaces los hombres en sociedad. Timothy Snyder nos pone en guardia, por ejemplo, contra lo que ¨¦l llama la ¡°obediencia anticipada¡±, recordando que en 1938 ¡°la obediencia anticipada de los austriacos les abri¨® a los dirigentes nazis todo un espectro de posibilidades¡±. El historiador extrae, pues, esta lecci¨®n (que yo prefiero llamar advertencia, en la lengua cl¨¢sica) para nuestros d¨ªas: ¡°Por lo general, el poder del totalitarismo se consiente libremente. En ¨¦pocas como esta, los individuos discurren por anticipado qu¨¦ querr¨¢ un Gobierno m¨¢s represivo y luego se lo ofrecen sin mediar consulta ni petici¨®n. Un ciudadano que se adapta de tal modo le est¨¢ mostrando al poder hasta d¨®nde puede llegar¡±.
Creo que es ah¨ª donde nos encontramos, o puede que un poco m¨¢s all¨¢, si hemos de prestar o¨ªdo a las cose d¡¯Italia, como dir¨ªa Maquiavelo, esas cosas pol¨ªticas que se han ido deteriorando en la Italia de Giorgia Meloni desde finales de 2022.
Patrick Boucheron (París, 1965) es historiador. Este extracto es un adelanto editorial de El tiempo que nos queda, de Anagrama, que se publica el 28 de agosto.
Ap¨²ntate aqu¨ª a la newsletter semanal de Ideas.