Por qu¨¦ si las pol¨ªticas del PSOE son mejores, cada vez m¨¢s gente vota a la derecha
El Congreso de los socialistas corre el riesgo de pasar inadvertido y de no causar un gran debate por sus ideas
Contaba Jos¨¦ Luis Corcuera que recibi¨® a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar cuando ¨¦ste todav¨ªa era el l¨ªder de la oposici¨®n. Aznar vino a decirle que a partir de ese momento nada estaba ajeno a la cr¨ªtica pol¨ªtica. El entonces ministro del Interior socialista le contest¨® que era lo que hasta entonces hab¨ªa ocurrido, exceptuando la lucha antiterrorista en la que las diferencias se discut¨ªan en privado; en todo lo dem¨¢s la cr¨ªtica pol¨ªtica se hac¨ªa todos los d¨ªas. Aznar declar¨® textualmente: ¡°No, no me ha entendido usted: cuando digo que nada habr¨¢ ajeno a la cr¨ªtica, digo nada¡± (La memoria recuperada, Mar¨ªa Antonia Iglesias, Aguilar).
Quiz¨¢ ese ¡°nada¡± pueda explicar en buena parte el clima de polarizaci¨®n de hoy. Nada es susceptible de quedar fuera del l¨ªo y para ello vale todo. No es ni mucho menos la primera vez que ocurre: cuando el PP pierde el poder o no obtiene, como preve¨ªa, el Gobierno, la niebla pol¨ªtica se espesa por d¨ªas y se apodera del ambiente colectivo. Aparecen entonces los Tellado, Hernando, Gamarra y compa?¨ªa. Ello no significa que los socialistas ¡ªla otra gran formaci¨®n en competici¨®n ¡ª no tenga responsabilidades, pero la historia marca con nitidez tres grandes etapas de ruido: la del ¨²ltimo Felipe Gonz¨¢lez en La Moncloa, la de Rodr¨ªguez Zapatero y esta de S¨¢nchez. Hay pocas novedades entre ellas, tal vez el grado de confrontaci¨®n y los cambios en el puesto del ranking de ese sindicato de intereses que se forma entre la oposici¨®n pol¨ªtica de derechas, parte de la justicia y los medios de comunicaci¨®n m¨¢s reaccionarios y confesionales.
Es en este contexto en el que se celebra este fin de semana el 41? Congreso del PSOE, en el que la gran variable que los socialdem¨®cratas espa?oles habr¨¢n de superar es el recorrido de un planeta que tiende, cada d¨ªa con m¨¢s vigor, hacia la derecha y la extrema derecha del espectro ideol¨®gico, y que se ha reforzado despu¨¦s de la victoria electoral arrolladora de Trump, el anuncio de las medidas que va a tomar y con qu¨¦ tipo de gobernantes lo va a hacer. La inc¨®gnita que tienen que resolver es por qu¨¦ si sus pol¨ªticas son mejores para la mayor¨ªa ciudadana (el escudo social, la ampliaci¨®n de derechos, impuestos progresivos, menos desempleo, crecimiento econ¨®mico, etc¨¦tera) cada vez m¨¢s gente vota en sentido contrario.
La polarizaci¨®n, que hace casi dos d¨¦cadas se denomin¨® ¡°estrategia de la crispaci¨®n¡±, tiene como finalidad movilizar a los unos radicalizando sus posiciones para asegurarse su lealtad, y atribuir la radicalizaci¨®n al contrario para desmovilizarlo, aumentando su abstenci¨®n electoral. Al Ejecutivo no se le dan ni 100 d¨ªas de tregua, ni uno solo, sino que comienza la le?a inmediatamente; no son precisas peligrosas reformas radicales que alteren el statu quo. Se genera una sensaci¨®n de provisionalidad, que se acent¨²a con las permanentes declaraciones acerca de la falta de legitimidad del Gobierno. Ello afecta a las relaciones entre los que mandan y las oposiciones, a la vida cotidiana de algunas instituciones centrales para el sistema y, sobre todo, a la convivencia entre los ciudadanos, generando una creciente situaci¨®n divisiva entre ellos.
Las caracter¨ªsticas de esta polarizaci¨®n suelen ser id¨¦nticas en todos los casos: la deslocalizaci¨®n de la cr¨ªtica al Gobierno, traslad¨¢ndola desde unas Cortes convertidas en jaulas de grillos (el Congreso y ahora tambi¨¦n el Senado), a los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales, de modo que el discurso parlamentario busca cada vez menos el intercambio de propuestas y de opiniones y m¨¢s su eco medi¨¢tico: el efecto espejo. Tambi¨¦n la desmesura hiperb¨®lica de la cr¨ªtica al adversario sin consideraci¨®n ni respeto a las reglas de la cortes¨ªa parlamentaria y a la competici¨®n entre adversarios: desaparece la cr¨ªtica para dejar paso a la descalificaci¨®n sistem¨¢tica y al insulto.
Hace 50 a?os del Congreso de Suresnes, que supuso el inicio de un proyecto aut¨®nomo del PSOE. El de estos d¨ªas m¨¢s bien corre el riesgo de pasar inadvertido que de causar un gran debate por sus ideas.
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