Volver x Navidad = Amaia + La Revuelta
Eso que da tanto miedo y que la Navidad despierta es la posibilidad de que el amor no sea capaz de vencer al tiempo
Lo decimos as¨ª, como si nada ¡ª¡±?Cuando te vas?¡±. ¡°?Hasta cu¨¢ndo te quedas?¡±¡ª, como si volver a casa por Navidad no entra?ara graves riesgos, como si una pudiera volver sin preguntarse en qui¨¦n se ha convertido, de d¨®nde se fue y ad¨®nde quiere regresar. Son demasiadas preguntas y demasiado dif¨ªciles para afrontarlas a golpe de zambomba. Este a?o contamos con ese regalo que nos ha hecho Amaia en La revuelta para cambiarlo todo. La han escuchado, lo s¨¦. Empieza as¨ª: ¡°Tengo un pensamiento que no me deja sola. A veces no siento que est¨¢ ah¨ª, pero me acompa?a a dormir. Cuando me despierto, suelo analizarlo, aunque no sea bueno, qu¨¦ decir, siempre formar¨¢ parte de m¨ª¡±.
? El regalo del a?o es sin duda el de Amaia.
— La Revuelta (@LaRevuelta_TVE) December 19, 2024
? @amaiaromero pic.twitter.com/gFuphjz4KR
Es una canci¨®n de amor, no un villancico, tambi¨¦n lo s¨¦. Sin embargo es un milagro de Navidad porque Amaia nos regala la posibilidad de reconocer ¡°ese pensamiento¡± que no nos deja solas en estos d¨ªas, de tratar con eso que tenemos dentro y que nos cuesta reconocer. La canci¨®n se llena de sentido en estas fechas. Curiosamente, la Navidad se afana a?o tras a?o en borrar sentimientos, en no analizarlos, en pasar por la emotividad de puntillas y sin demasiada introspecci¨®n. Para eso sirven las luces, la loter¨ªa, las cenas, los regalos, las monta?as de comida y el alcohol. Necesitamos ruido para que ese sentimiento que llevamos dentro no llegue a explotar como en la canci¨®n que canta Amaia. Pero ?qu¨¦ es lo que nos da tanto miedo? ?Por qu¨¦ tanta gente se pone triste cuando acaba diciembre?
Eso que da tanto miedo y que la Navidad despierta cada a?o es precisamente la posibilidad de que el amor no sea capaz de vencer al tiempo, es decir, que los afectos perennes no existan. Porque es ah¨ª donde volvemos a cenar cada d¨ªa 24, a una mesa que nos promete un afecto que siempre existir¨¢. Por eso, para volver, no basta con que nos hayamos ido, tiene que haber adem¨¢s alguien que espere: una madre, un abuelo, una sobrina, un hijo, una hermana, un perro¡ Podr¨ªamos abrir el coraz¨®n para ese regreso, pero lo envolvemos en papel de regalo y lo estrangulamos despu¨¦s con nudos apretados de lazos rojos para protegerlo¡ hasta asfixiarlo. Porque da mucho miedo pensar que ese afecto perenne no exista, que nosotros no seamos los mismos y que quienes nos esperan hayan cambiado tambi¨¦n, como habr¨¢n hecho. Es entonces cuando Amaia canta: ¡°Y hoy siento que est¨¢ pasando, el d¨ªa que me apetece estar toda la vida contigo y quiero hasta gritarlo¡±. Canta vestida de folio en blanco y nos recuerda que los afectos eternos s¨ª existen y que, no importa d¨®nde o con qui¨¦n cenemos en Navidad, los llevamos dentro.
Creo que es imposible ver esos cuatro minutos de La revuelta sin que el coraz¨®n se ensanche un poco. Sobre todo por el correlato que ha elegido para la canci¨®n. Las tripas del teatro, las escaleras, el backstage, la luz del sol en el estallido final para alumbrar sin miedo un programa que se emite de noche y se graba de d¨ªa. La revuelta nos est¨¢ diciendo en todos los idiomas posibles que no hace falta ocultar lo que nos pasa ni enmascarar la realidad, ya sea un programa de televisi¨®n o una Nochebuena. Que la verdad se reconoce cuando te la ponen delante, y que da igual si se trata de la berrea del ciervo o de la luz que desprende Amaia. As¨ª que s¨ª, es cierto: tenemos un pensamiento, que no nos deja solas y que es bueno. Feliz Navidad.
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