?Va a permitir la UE que las grandes tecnol¨®gicas act¨²en a su antojo?
La Ley de Servicios Digitales es el primer asalto de una amenaza interna e impredecible
![UE grandes tecnol¨®gicas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GPRV7ZJ7KFFLLP46CBMT5P2AGQ.jpg?auth=6a0b42a9e909af75ae3dead6d465a4642b5de88b9d3cd94496f45dbfd30a4de1&width=414)
Muchos de los pensadores e intelectuales que pueden considerarse referencia del liberalismo pol¨ªtico y econ¨®mico en el pasado siglo XX estar¨ªan horrorizados con las consecuencias de los primeros d¨ªas del segundo mandato de Donald Trump como presidente y con la irrupci¨®n en el escenario pol¨ªtico de un personaje como Elon Musk, un multimillonario sudafricano, un valido que maneja a su antojo la Administraci¨®n del Estado, sin m¨¢s mandato ni respaldo que el abrazo de su amigo. Europa observa y, esperemos, se prepara para la avalancha que se acerca.
Ya no se trata de una crisis de la socialdemocracia, como se comentaba hasta hace poco, sino de una crisis del liberalismo, o m¨¢s claramente una crisis del orden internacional basado en reglas. Una crisis muy virulenta. Un eurodiputado de derechas como Esteban Gonz¨¢lez Pons, que actu¨® de portavoz del PP en Bruselas, calific¨® a Trump de ¡°macho alfa al mando de una manada de gorilas¡±, y llam¨® la atenci¨®n sobre algo particularmente acertado: el poder de Trump se fundamenta en crear un caos circundante. Es a ese caos intencionado a lo que Europa tendr¨¢ que hacer frente, y de nada servir¨¢n las serviles alabanzas a Trump de Isabel D¨ªaz Ayuso o Esperanza Aguirre. Alberto N¨²?ez Feij¨®o deber¨ªa darse prisa en escuchar a Gonz¨¢lez Pons, si quiere que se le oiga en Bruselas, porque, de momento, la ¨²nica voz espa?ola que suena en la Uni¨®n es la de Pedro S¨¢nchez, con un discurso fuertemente europe¨ªsta y un papel cada d¨ªa m¨¢s interesante.
Se supone que Estados Unidos es un pa¨ªs con una fuerte tradici¨®n liberal, incluso que ese es uno de sus legados pol¨ªticos m¨¢s importantes. Al fin y al cabo, su Constituci¨®n recogi¨® muy pronto los principios b¨¢sicos de ese liberalismo: los derechos civiles, la tolerancia de las diferencias pol¨ªticas, la creencia en la dignidad e integridad de la personalidad humana, la aceptaci¨®n de la diversidad y del compromiso. Cuesta pensar que todo eso se puede borrar de un plumazo sin que provoque un fuerte movimiento de resistencia. Ya hay algunos ejemplos, insuficientes pero esperanzadores: algunos tribunales federales se han negado a que se suprima el derecho a la nacionalidad de los nacidos en suelo de Estados Unidos, ha habido funcionarios que se han negado a permitir que los empleados de Musk accedieran a informaci¨®n confidencial, aun a costa de ser despedidos, y se sabe de rectores de universidades que comienzan a organizarse para mantener a aquellos estudiantes que van a ver suprimidas sus becas, obtenidas en desaparecidos fondos en defensa de la diversidad. (?No deber¨ªa la UE ofrecer r¨¢pidamente refugio a tanto talento?).
A la espera de que esa ansiada reacci¨®n estadounidense coja fuerza, importa mucho lo que ocurra en Europa en los pr¨®ximos meses. Importa lo que ocurra el pr¨®ximo d¨ªa 23 en Alemania: saber hasta d¨®nde llega la ola de la ultraderecha (AfD) en la que se refugian los nost¨¢lgicos del nazismo; cu¨¢l es el nivel de apoyo que mantiene la socialdemocracia y si el candidato de la CDU ha aprendido la lecci¨®n que le dio su partido recientemente y no aceptar¨¢ nunca m¨¢s el apoyo, ni tan siquiera indirecto, de la AfD.
Importa saber c¨®mo reaccionar¨¢ la Comisi¨®n Europea si el pr¨®ximo d¨ªa 15 Elon Musk no facilita la informaci¨®n complementaria sobre su plataforma X (antes Twitter) que se le ha exigido. ¡°Estamos adoptando medidas adicionales para arrojar luz sobre el cumplimiento de los sistemas de recomendaci¨®n de X con las obligaciones en virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA)¡±, dijo la vicepresidenta ejecutiva encargada de Soberan¨ªa Tecnol¨®gica, Seguridad y Democracia, Henna Virkkunen. Y si Mark Zuckerberg ha recibido el mensaje de la Comisi¨®n: ¡°Tomamos nota del anuncio de Meta en relaci¨®n con sus pr¨¢cticas de moderaci¨®n de contenidos en EE UU. No tenemos comentarios al respecto. Pero recordamos que en la UE se aplica la Ley de Servicios Digitales¡±, es decir, no se pueden suprimir esas pr¨¢cticas, dijo a Efe el portavoz de la Comisi¨®n Europea de soberan¨ªa tecnol¨®gica, Thomas Regnier.
Importa saber hasta qu¨¦ punto Donald Trump presionar¨¢ a Europa y con qu¨¦ instrumentos para que las grandes multinacionales tecnol¨®gicas de sus amigos se comporten a su antojo en la Uni¨®n y hasta d¨®nde la UE estar¨¢ dispuesta a hacer respetar con rigor sus propias leyes. La amenaza al orden internacional liberal que se presentaba hasta hace poco como no occidental (China y Rusia) ha pasado a tener otro protagonista, inesperado, Estados Unidos. Ahora no es una amenaza externa, sino interna e impredecible
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