La filosof¨ªa ultraindividualista de Silicon Valley quiere conquistar el mundo
Un pu?ado de tecn¨®cratas convencidos de su superioridad intelectual ocupan posiciones de poder clave. Abanderan un presunto pensamiento cr¨ªtico, ¡°un piensa por ti mismo¡± o ¡°busca tu propia verdad¡± que quieren que encontremos navegando por sus redes, donde anidan la propaganda y la desinformaci¨®n
Imaginemos dos escenas relevantes en la historia de la tecnolog¨ªa y, por tanto, humana. En la primera, se reproduce un famoso anuncio de televisi¨®n. Mientras se suceden im¨¢genes en blanco y negro de iconos como John Lennon, Pablo Picasso o Mar¨ªa Callas, el actor Richard Dreyfuss recita un poema: ¡°Esto es para los locos. Los inadaptados. Los rebeldes. Los alborotadores. (¡) Porque ellos cambian las cosas. Ellos inventan. Ellos imaginan. Ellos curan. Ellos exploran. Ellos crean. Ellos inspiran. Ellos impulsan la humanidad hacia delante¡±. Termina con el eslogan Think different, piensa diferente. Es 1997 y Steve Jobs acaba de regresar a Apple.
La siguiente imagen es m¨¢s reciente, sucedi¨® hace un par de semanas. Apple es la empresa con m¨¢s valor en Bolsa del mundo y su presidente, Tim Cook, firme defensor de la igualdad con independencia de g¨¦nero, raza u orientaci¨®n sexual, observa con gesto serio la segunda investidura de Donald Trump como presidente de EE UU, para la que, como el resto de la ¨¦lite tecnol¨®gica, ha donado dinero. No est¨¢n lejos Mark Zuckerberg (Meta), Jeff Bezos (Amazon), Sundar Pichai y Sergey Brin (Google), Elon Musk (X, SpaceX, Tesla) y Sam Altman (OpenAI). Al d¨ªa siguiente, Trump se har¨¢ la foto con este ¨²ltimo y con Larry Ellison (Oracle), y anunciar¨¢ una ingente inversi¨®n en inteligencia artificial que deber¨ªa garantizar el liderazgo t¨¦cnico estadounidense en el sector en las pr¨®ximas d¨¦cadas.
Todos ellos, juntos, escenificaban el fin del discurso de la defensa de las libertades sociales de unas empresas que, hijas de una costa oeste capitalista, desde luego, pero tambi¨¦n libre y radicalmente innovadora, reivindicaron un d¨ªa la diferencia. Steve Jobs no pudo ver este momento ni el auge moderno de las pseudociencias: muri¨® joven por un c¨¢ncer de p¨¢ncreas poco agresivo que eligi¨® tratar fuera de la medicina convencional. Los grandes l¨ªderes de Silicon Valley ya no nos animan tanto a ¡°pensar diferente¡± como a reconocer la visi¨®n superior de un empresario milmillonario o un dirigente autoritario. La ideolog¨ªa del valle se disfraza como pensamiento cr¨ªtico y desde sus propias redes se exporta como propaganda a todo el mundo. Est¨¢ detr¨¢s del ¡°piensa por ti mismo¡±, ¡°haz tu propia investigaci¨®n¡± o ¡°no dejes que piensen por ti¡±, claves en la desinformaci¨®n, el pensamiento conspiranoico y la polarizaci¨®n que definen nuestro tiempo e impulsan populismos. Una vez despreciado el consenso social sobre el conocimiento, se explota el atractivo de soluciones simplistas basadas en un individualismo extremo.
?Qu¨¦ ha pasado? ?Qu¨¦ ha cambiado en Silicon Valley para que su mitolog¨ªa de creatividad e independencia se use ahora como herramienta de obediencia populista? Contesta desde California ¡ªevacuado de su casa debido a los incendios¡ª el soci¨®logo y exministro de Universidades, Manuel Castells, gran historiador de internet. Explica tres etapas. En la primera fase, de la que nacieron las grandes figuras que cambiaron la tecnolog¨ªa mundial, de Steve Jobs a Bill Gates, ¡°el emprendedor era el modelo y la innovaci¨®n el objetivo, m¨¢s que el dinero, individualista pero solidaria con el mundo y con valores sociales (feminismo, ecologismo, tolerancia sexual y religiosa)¡±. A partir de los noventa se consolidaron las grandes empresas, que terminaron como oligopolios: ¡°Aunque predicaron la innovaci¨®n y la libertad, en realidad la acumulaci¨®n de capital y, por tanto, el ¨¢nimo de lucro fueron las ideolog¨ªas dominantes: se hicieron capitalistas y empresarios m¨¢s que emprendedores e innovadores, aunque siendo liberales y tolerantes en sus discursos y en su vida¡±.
Desde 2010 nos encontramos en una tercera fase ¡ªdice Castells¡ª, donde el 5G, los sat¨¦lites y la IA propulsaron a innovadores de ¨¦xito r¨¢pido: la ¡°mafia de PayPal¡±, como se denominan a s¨ª mismos. ¡°Se encontraron en esta empresa, que luego vendieron para lanzarse a nuevos proyectos. Estos son Elon Musk, Peter Thiel, Marc Andreessen y otros. En este caso, a su innegable capacidad de innovaci¨®n a?adieron la b¨²squeda del poder total, son demiurgos que crear¨ªan un nuevo mundo e incluso lo expandir¨ªan, a Marte o al metaverso. Zuckerberg se enganch¨® a este grupo; tambi¨¦n Bezos¡±. Su ideolog¨ªa, contin¨²a Castells, ¡°es la b¨²squeda del poder para los mejores cerebros, que son ellos, y que deben apartar a la plebe ignorante¡±. Esa es, cree, la base de su alianza con Trump: ¡°Son tecn¨®cratas libertarios que buscan ocupar el Estado para imponer su proyecto. Son muy peligrosos porque est¨¢n convencidos, tienen poder material. Pero, sobre todo, su objetivo es el poder. No son nazis, pero les caen bien los nazis¡±. Y a?ade: ¡°No tienen ideolog¨ªa, solo egolatr¨ªa¡±. El d¨ªa de la investidura, las miradas se las llev¨® Elon Musk, al mando del Departamento de Eficiencia Gubernamental, tras un gesto en el escenario que recordaba, precisamente, al saludo nazi. Philip Low, fundador de la empresa de neurociencia Neurovigil y antiguo amigo de Musk, no cree que este sea nacionalsocialista per se, y escribe en un post p¨²blico de LinkedIn que ¡°es algo mucho mejor, o mucho peor, depende de c¨®mo lo mires. Los nazis cre¨ªan que una raza entera estaba por encima. Elon cree que ¨¦l est¨¢ por encima de los dem¨¢s. Cre¨ªa que trabajaba en los problemas m¨¢s importantes¡±.
A quienes no vimos en escena, a pesar de la profundidad de sus lazos con el nuevo orden estadounidense, fue a otros dos miembros de la mafia PayPal, Peter Thiel, due?o de la principal empresa de ciberseguridad del mundo, Palantir, proveedora del Pent¨¢gono y la CIA, y Marc Andreessen, poderoso inversor, creador de Netscape y ahora asesor de Trump a pesar de su pasado dem¨®crata. De Thiel escribi¨® su protegido, el vicepresidente J. D. Vance ¡ªa quien financi¨® su carrera pol¨ªtica¡ª, que era la persona m¨¢s inteligente que hab¨ªa conocido. Se encontraron en Yale, donde Vance estudiaba y adonde Thiel acudi¨® a dar una charla. Seducido por sus ideas ¡ªcomo que las mentes m¨¢s brillantes est¨¢n enredadas en competiciones absurdas y no concentradas en hacer avanzar el mundo¡ª, Vance trabaj¨® en su ¨®rbita como gestor de fondos de inversi¨®n en el Valle.
En su libro De cero a uno, Thiel defiende la excepcionalidad del gran l¨ªder empresarial que ignora las convenciones sociales (¡°es m¨¢s poderoso y, al mismo tiempo, m¨¢s peligroso para una empresa ser dirigida por un individuo diferenciable que por un gestor intercambiable por otro¡±), motivo que explica, en su opini¨®n, que el asperger (antiguo t¨¦rmino para un grado de autismo generalmente m¨¢s funcional) sea ventajoso en Silicon Valley. Es uno de los valedores de la nueva derecha reaccionaria estadounidense, de la ilustraci¨®n oscura propugnada por otro de sus protegidos, Curtis Yarvin, una corriente antidemocr¨¢tica que propone el gobierno de un monarca fuerte que lleve el pa¨ªs como lo har¨ªa un consejero delegado. Thiel incluso dijo que la democracia y la libertad eran incompatibles.
¡°Los nuevos emprendedores buscan el poder ¡°para los mejores cerebros, que son ellos¡±, Manuel Castells
Respecto a Andreessen, merece la pena leer el Manifiesto tecno-optimista que public¨® en octubre de 2023 para entender su batiburrillo de inspiraciones: anarcocapitalismo, aceleracionismo, futurismo, Nietzsche, Ayn Rand. La tecnolog¨ªa, viene a decir, nos har¨¢ superhombres libres. Se atreve a identificar como enemigos a la responsabilidad social, la sostenibilidad medioambiental o la ¨¦tica. Tambi¨¦n es interesante repasar un libro que ha recomendado, Atr¨¦vete a no gustar, del fil¨®sofo japon¨¦s Ichiro Kishimi. Se trata de un best seller que ha vendido millones de copias difundiendo las ideas del psic¨®logo Alfred Adler (1870-1937): ¡°La psicolog¨ªa adleriana aboga por la valent¨ªa, por el valor. No puedes culpar al pasado o al entorno de tu infelicidad. No es que te falte capacidad, sino que te falta valor. Podr¨ªamos decir que te falta el valor necesario para ser feliz¡±.
As¨ª pues, al comenzar 2025 tenemos, ligados al poder pol¨ªtico, a un pu?ado de tecn¨®cratas convencidos de su superioridad intelectual, valent¨ªa y m¨¦rito (?c¨®mo no hacerlo, si el mercado los ha refrendado convirti¨¦ndolos en milmillonarios, si pasan sus d¨ªas intentando enviarnos a Marte o construyendo una superinteligencia?), que tienen en sus manos empresas con una capacidad de influencia nunca vista, conocedores de las din¨¢micas de la sociedad y sus conflictos (recordemos, han inventado o controlan las redes sociales), atra¨ªdos por la idea de un poder gubernamental ejercido con la mano dura de un CEO totalitario a su imagen y semejanza, y sostenidos por unas convicciones ecl¨¦cticas confeccionadas a su medida.
Navegamos a ciegas en internet, con una confianza ingenua en nuestra capacidad para tomar decisiones, explica un experto
?Pero c¨®mo se relaciona esta nueva ideolog¨ªa del poder econ¨®mico y pol¨ªtico con la de sus clientes y votantes? Aqu¨ª puede ser interesante fijarse en Mark Zuckerberg, porque ha seguido un viaje ideol¨®gico similar al de su propio grupo demogr¨¢fico. Usando la terminolog¨ªa de la derecha, ha cambiado lo woke por la ¡°libertad de expresi¨®n¡±. ¡°Las recientes elecciones tambi¨¦n se sienten como un punto de inflexi¨®n cultural para priorizar de nuevo la libre expresi¨®n¡±, dijo cuando anunci¨® el fin de su programa de verificaci¨®n y los cambios en las pol¨ªticas de moderaci¨®n que lo acercaban a Trump.
Como el vicepresidente Vance, es un hombre blanco estadounidense que acaba de cumplir 40 a?os y cuyas influencias son inseparables de internet. Noel Ceballos, experto en cine, cultura popular y autor de El pensamiento conspiranoico, recuerda tres pel¨ªculas de 1999 que conforman un ethos de protagonistas que despiertan y eligen su propio destino contra las convenciones sociales, y que tan bien encaja en la mitolog¨ªa de la joven derecha: Matrix, El club de la lucha (¡°aunque muchos de sus fanes se quedan con lo que les conviene, como la met¨¢fora de las p¨ªldoras o la hipermasculinidad agresiva de Tyler Durden, e ignoran el aut¨¦ntico discurso¡±) y Eyes Wide Shut, ¡°que sigue espoleando todo tipo de hip¨®tesis descabelladas sobre las supuestas intenciones de su director¡±. En el pastiche ideol¨®gico que ha conformado la cultura de internet en la ¨²ltima d¨¦cada y media se adivina el auge del arquetipo heroico, incluso del ¡°elegido¡±, en los memes de la p¨ªldora de Matrix, en las referencias a Ayn Rand, en la popularidad de unos estoicos mal le¨ªdos, tambi¨¦n en autores como Jordan Peterson o Nicholas Taleb. Uno de los lemas del momento en TikTok es to be cringe is to be free: permitirse dar verg¨¹enza ajena es ser libre.
Una vez fuera de las convenciones sociales, la mente sin ataduras es capaz de discurrir con verdadera claridad. Esta premisa, que puede ser la base tanto del pensamiento cr¨ªtico kantiano como de una charla adolescente sobre El lobo estepario, ha sido especialmente clave tras la pandemia. Y aqu¨ª llega la paradoja: todo el mundo se acusa entre s¨ª de pensar mal. Unos se centran en la libertad radical de pensamiento y expresi¨®n; los otros, en la verificaci¨®n de los hechos. Mientras la encomiable obsesi¨®n por afinar los razonamientos crece (recordemos otro best seller, el del Nobel Daniel Kahneman, Pensar r¨¢pido, pensar despacio), la izquierda culpa a la derecha de caer en el pensamiento conspirativo y el uso de noticias falsas, y la derecha acusa a la izquierda de mentalidad de reba?o y de abandonar la innovaci¨®n. Este ¨²ltimo argumento se extiende a la vieja Europa en contraposici¨®n con EE UU.
El Mundo Today: ¡®Un joven que no se deja manipular defiende las mismas ideas que los tres hombres m¨¢s ricos del mundo¡¯
Piensa por ti mismo, piensa como yo
Un titular de El Mundo Today resume bien la situaci¨®n en este confuso comienzo de la segunda legislatura trumpiana. Curiosamente, un joven que no se deja manipular por nadie defiende las mismas ideas que los tres hombres m¨¢s ricos del mundo. En los flujos de redes sociales se mezcla con las declaraciones del exfutbolista Javi Poves, un muy articulado defensor del terraplanismo. ¡°?Qui¨¦n te dice a ti que no soy m¨¢s listo que Kepler? ?O que Galileo? No lo s¨¦, lo que s¨ª s¨¦ es que yo tengo m¨¢s medios t¨¦cnicos para demostrarlo¡±, dijo a la Cadena Cope. Si hay una frase que indica que se est¨¢ a punto de entrar en una madriguera de conejo conspirativa es ¡°piensa por ti mismo¡±, acompa?ada a veces de ¡°haz tu propia investigaci¨®n¡± o ¡°no dejes que piensen por ti¡±. El pensamiento cr¨ªtico sigue siendo, como defend¨ªa Arendt, un imperativo moral, pero aqu¨ª se encuentra con una trampa.¡±La ciencia parte de la curiosidad por aquello que nos resulta desconocido y que desear¨ªamos poder explicar¡±, explica la neurocient¨ªfica Carmen Estrada. Es autora de La herencia de Eva, un ensayo sobre los or¨ªgenes de la ciencia, esa ¡°tarea colectiva que se construye entre muchos que colaboran, apoyados por los que nos precedieron y con la seguridad de que nuestros hallazgos ser¨¢n continuados por otros¡±.
¡°Si las personas realmente entendieran c¨®mo funciona internet ¡ªescribe por correo el profesor de la Universidad de Stanford Sam Wineburg¡ª, c¨®mo las palabras clave distorsionan las b¨²squedas, c¨®mo la optimizaci¨®n de motores de b¨²squeda mueve los hilos¡±, hacer nuestra propia investigaci¨®n ¡°conducir¨ªa a una mejor toma de decisiones. Pero la mayor¨ªa navegamos a ciegas, con una confianza ingenua y excesiva en nuestra capacidad para tomar decisiones sabias sobre la informaci¨®n digital¡±. Wineburg es autor junto a Mike Caulfield del manual divulgativo sobre comprobaci¨®n de hechos Verified. Frente al concepto del pensamiento cr¨ªtico, defienden la necesidad de ¡°ignorar cr¨ªticamente¡±: ¡°Vivimos en una econom¨ªa de la atenci¨®n, donde las plataformas compiten por mantener nuestros ojos pegados a la pantalla. La evaluaci¨®n de la informaci¨®n requiere pensamiento cr¨ªtico, pero el pensamiento cr¨ªtico es el combustible de la atenci¨®n. En internet, el primer y m¨¢s importante acto de pensamiento cr¨ªtico es determinar si la informaci¨®n merece ser analizada cr¨ªticamente. Aprender a ignorar fuentes de baja calidad preserva nuestra atenci¨®n para la informaci¨®n que realmente importa¡±.
Cojamos una cultura en l¨ªnea que promueve un individualismo no siempre bien entendido, un mundo complejo filtrado por el adanismo propio del desconocimiento, una fantas¨ªa incumplida de democratizaci¨®n del conocimiento y el efecto de refuerzo psicol¨®gico que generan la reuni¨®n de individuos antes aislados, pero que ahora se re¨²nen en comunidades online afines. Polaricemos con un sistema informativo pervertido por los due?os de los algoritmos, cuyas empresas se benefician del caos emocional de las redes. Y llegaremos a unos l¨ªderes econ¨®micos y pol¨ªticos fuertes y populistas, admirados por su independencia (incluso sobre sus propios partidos y seguidores), defensores te¨®ricos de la libertad y que reciben con los brazos abiertos a aquellos dispuestos a ¡°atar cabos¡±¡ siempre que les convenga. Cuando se admira a un l¨ªder que ¡°piensa por s¨ª mismo¡± se admira, de hecho, a seres profundamente emocionales.
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