Las mujeres y las ni?as afganas volver¨¢n al trabajo y a las escuelas
La m¨²sica vuelve a Kabul tras cinco a?os de silencio integrista.- Los hombres empiezan a afeitarse sus largas barbas
La Alianza del Norte ha anunciado hoy, pocas horas despu¨¦s de la marcha triunfal sobre Kabul, que las mujeres y las ni?as afganas pueden volver al trabajo y a las escuelas. La oposici¨®n armada al r¨¦gimen de los talibanes, tambi¨¦n llamado Frente Unido, ha derogado as¨ª las leyes del r¨¦gimen de los talibanes que prohib¨ªan a las mujeres derechos fundamentales como el trabajo, la educaci¨®n y la atenci¨®n sanitaria.
Cuando las fuerzas talibanes conquistaron Kabul, el 27 de septiembre de 1996, el mul¨¢ Omar orden¨® desterrar a la mujer de la vida civil, expuls¨¢ndola de la ense?anza y confin¨¢ndola al hogar.
El 65% del profesorado, el 40% de los escolares y casi la mitad de los 7.000 estudiantes de la Universidad de Kabul eran mujeres. Ahora, la Alianza ha prometido devolverle su lugar en la sociedad.
"Los 'muyaid¨ªn' [combatientes isl¨¢micos] anuncian a todas las mujeres de Afganist¨¢n la buena noticia de que tienen el derecho de continuar sus estudios y de trabajar de acuerdo con la ense?anza isl¨¢mica y seg¨²n sus honorables tradiciones", se?ala el comunicado de la Alianza.
La Alianza a?ade que "ofrecer¨¢ a las mujeres afganas la posibilidad de que trabajen y se beneficien de una formaci¨®n". En este sentido, la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, ha pedido a trav¨¦s de un comunicado que el gobierno postalib¨¢n incluya a mujeres, hasta excluidas totalmente de los ¨®rganos de poder en Afganist¨¢n.
Adem¨¢s, Burhanud¨ªn Raban¨ª, presidente del "gobierno leg¨ªtimo" de Afganist¨¢n, se ha comprometido a garantizar el orden y superar los estragos del r¨¦gimen integrista de los talibanes.
Estragos que van desde la obligatoriedad de vestir el burka, que cubre el cuerpo de la mujer por completo con una rejilla para los ojos, a la imposici¨®n a los hombres de una medida concreta para la barba, seg¨²n una estrica interpretaci¨®n del Cor¨¢n. En Kabul, al igual que ya sucedi¨® el domingo en la ciudad liberada de Taloq¨¢n, los hombres han empezado a afeitarse.
Las primeras im¨¢genes grabadas en la capital han permitido ver a hombres vestidos con vaqueros e incluso algunas mujeres se han despojado al fin del burka, s¨ªmbolo de la opresi¨®n religiosa.
La m¨²sica vuelve a la ciudad
?ste no es el ¨²nico aspecto de la vida de los afganos que va a volver a la normalidad. En un gesto cargado de simbolismo y por primera vez en cinco a?os desde que la capital afgana fue ocupada por los talibanes, ha vuelto a escucharse m¨²sica en la ¨²nica radio de la capital, un s¨ªmbolo de la p¨¦rdida de poder de la milicia integrista, que la hab¨ªa prohibido al igual que el cine, la televisi¨®n o las fotograf¨ªas.
Las primeras emisiones de la oposici¨®n se han abierto con una oraci¨®n del Cor¨¢n, el libro sagrado de los musulmanes. Sin embargo, justo despu¨¦s y sin previo aviso, ha comenzado a sonar una canci¨®n del popular cantante afgano Farhad Darya, que vive exiliado en Europa.
A continuaci¨®n una locutora, Jamila Mujahid, lo que tambi¨¦n constituye una novedad en esta ciudad en la que la mujer ten¨ªa prohibido trabajar desde 1996, ha anunciado a los kabul¨ªes que los talibanes hab¨ªan sido vencidos y expulsados de la ciudad.
"Pod¨¦is alegraros de esta gran victoria. Debemos dar gracias a Dios por haber dado a nuestro pa¨ªs la ocasi¨®n para lograr su unidad", ha se?alado solicitando a la poblaci¨®n que no tema el que se produzcan enfrentamientos durante la toma de control de la ciudad por las tropas de la oposici¨®n. "Tened confianza y estad seguros de que controlamos la situaci¨®n", ha a?adido.
Temor a una 'limpieza ¨¦tnica'
En la otra cara de la moneda, Amnist¨ªa Internacional (AI) ha advertido del "riesgo de represalias" contra la poblaci¨®n civil por parte de la Alianza del Norte.
La entrada del grupo antitalib¨¢n en la capital afgana -ciudad en la que resid¨ªan cerca de un mill¨®n de personas hasta que el pasado 7 de octubre la aviaci¨®n estadounidense comenzase a bombardear suelo afgano- "sin una supervisi¨®n internacional para proteger a los civiles indica que la agenda militar se ha impuesto a las preocupaciones sobre derechos humanos", afirma la presidenta de AI, Irene Khan.
"Estamos muy preocupados por la poblaci¨®n de Kabul, que ahora corre un grave riesgo de ataques y asesinatos como venganza", se?ala Khan.
De momento, las venganzas y la limpieza ¨¦tnica -la Alianza est¨¢ compuesta por uzbecos, tayikos y hazaras, mientras que los talibanes son pastunes, etnia que supone un 40% de la poblaci¨®n del pa¨ªs- ya han causado cerca de 600 muertos en Mazar-i-Sharif, primera gran ciudad liberada, y muchos temen que en Kabul y otras partes del pa¨ªs pueda ocurrir lo mismo.

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