La destrucci¨®n de las infraestructuras dificulta la llegada de la ayuda a Pisco

Una fuerte r¨¦plica de 5,5 de magnitud ha estremecido esta tarde a los habitantes de Lima y Pisco, esta ¨²ltima ciudad la m¨¢s afectada por el terremoto que el martes sacudi¨® el sur de Per¨² y que ha causado m¨¢s de 500 muertos, 1.500 heridos y unos 85.000 damnificados, y que ha destruido 30.000 casas. Espa?a ha enviado esta tarde a la zona un primer avi¨®n con cien toneladas de ayuda. El problema es que Pisco se encuentra destruida casi en su totalidad, lo que est¨¢ colapsando la entrada del material de primera necesidad. La ca¨ªda de un puente y las grandes grietas que presentan las carreteras hacen muy dif¨ªcil el acceso por tierra a la ciudad, seg¨²n informa el enviado especial de EL PA?S a Pisco, Jorge Marirrodriga.

El puente a¨¦reo establecido por las Fuerzas Armadas peruanas entre los aeropuertos de Lima y Pisco ha permitido a la Defensa Civil empezar el reparto de ayuda humanitaria en Pisco. La del Gobierno de Per¨² y la internacional est¨¢n entrando por el peque?o aeropuerto de la localidad costera, que es militar. Los primeros env¨ªos, adem¨¢s de los del Ejecutivo de Al¨¢n Garc¨ªa, han sido los de los pa¨ªses lim¨ªtrofes, como Bolivia o Colombia. El presidente de este ¨²ltimo pa¨ªs, ?lvaro Uribe, ha anunciado su visita a la zona.

Ante las dificultades de acceder por otros medios, unos 40 vuelos militares de carga han trasladado a Pisco por v¨ªa a¨¦rea, m¨¢s de 400 toneladas de agua, v¨ªveres, ropa y medicinas, seg¨²n ha indicado el comandante Marco Aparicio, encargado de operaciones de carga del Grupo 8 de la Fuerza A¨¦rea. Dos aviones H¨¦rcules C-130 y otros dos Antonov AF-14 han llevado el mayor peso de esta operaci¨®n, que ha permitido trasladar tambi¨¦n a Pisco expertos en desastres, m¨¦dicos y especialistas sanitarios, para atender a una poblaci¨®n que lo ha perdido casi todo. Los vuelos militares han regresado a Lima con docenas de heridos graves, evacuados para ser atendidos en hospitales de la capital peruana.

La ciudad permanece arrasada en medio de la confusi¨®n de sus habitantes, muchos de los cuales siguen sin saber la suerte de sus familiares y se concentran en dos objetivos: conseguir agua y pedir m¨¢s ata¨²des para enterrar a los que han muerto. Las comunicaciones v¨ªa tel¨¦fono m¨®vil se han restablecido, aunque sigue sin haber luz ni agua corriente. La entrada a Pisco est¨¢ colapsada por el hundimiento de un puente y las carreteras de los alrededores que conducen a la ciudad presentan profundas grietas. Los servicios de emergencia trabajan a toda velocidad tratando de cubrirlas con tierra para que puedan pasar los veh¨ªculos con ayuda.

"Nadie morir¨¢ de sed ni de hambre"

La tragedia es, por ahora, imposible de cuantificar. Uno de los testimonios m¨¢s dram¨¢ticos ha sido el de Juan Mendoza, alcalde de Pisco. "Tenemos cientos de muertos regados por las calles, heridos en los hospitales; esto es un horror indescriptible. El pueblo fue devastado en un 70%", ha relatado entre l¨¢grimas y sollozos. El alcalde, que ha perdido a una hermana en la cat¨¢strofe, ha manifestado que, sin embargo, a¨²n tiene "muchas esperanzas de encontrar gente con vida entre los escombros". Se cree que hay muchas personas atrapadas entre las ruinas de la iglesia principal, un hotel y otros dos edificios. EL jueves por la tarde, las brigadas de rescate encontraron a dos supervivientes bajo el santuario de San Clemente, donde se estima que hay entre 30 y 40 personas sepultadas.

El presidente peruano, Alan Garc¨ªa, ha garantizado agua y comida para los damnificados. "Nadie morir¨¢ de sed ni de hambre, eso lo garantizamos", ha dicho el gobernante en una rueda de prensa en Pisco, hasta donde se ha desplazado para observar de cerca las operaciones de rescate y ayuda.

"No damos abasto para llevar agua, por la magnitud de los da?os", ha indicado el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Luis Felipe Palomino, quien ha urgido a la instalaci¨®n de plantas potabilizadoras. Palomino tambi¨¦n ha considerado "fundamental" el env¨ªo de alimentos y medicinas, "sobre todo vacunas antit¨¦tanicas, antibi¨®ticos y analg¨¦sicos", as¨ª como la instalaci¨®n de hospitales de campa?a, cl¨ªnicas m¨®viles y personal m¨¦dico. Carpas, herramientas para retirar escombros, mantas o frazadas, camas y ata¨²des son los otros requerimientos del Gobierno en una zona donde, seg¨²n Palomino, "m¨¢s de 30.000 viviendas han sido destruidas y son inhabitables".

La poblaci¨®n permanece en la calle, a la que han sacado sof¨¢s y sillones para pasar en ellos la noche, por miedo a nuevos temblores. El movimiento tel¨²rico de este viernes, que se ha sentido en Lima y Pisco, se ha registrado a las 15.19, hora peninsular espa?ola, y ha tenido su epicentro a 70 kil¨®metros al oeste de Pisco y a una profundidad de 23 kil¨®metros, seg¨²n el Instituto Geof¨ªsico de Per¨² (IGP). Una hora antes, a las 14.13, hora espa?ola, otro temblor de 4,2, con epicentro a 72 kil¨®metros al suroeste de Ica, sacud¨ªa la zona. Desde el se¨ªsmo del jueves, se calcula que se han sentido m¨¢s de 300 r¨¦plicas de distinta intensidad en el pa¨ªs.

El terremoto de este jueves tuvo una magnitud de 8, se registr¨® a las 18.40 hora local (01.40 en Espa?a) y su epicentro se localiz¨® en el mar, a 167 kil¨®metros al sur de Lima y frente a las costas de la ciudad de Pisco. Se trata del se¨ªsmo m¨¢s fuerte que Lima y las ciudades aleda?as del sur han sufrido en los ¨²ltimos 50 a?os, confirm¨® el director de Sismolog¨ªa del IGP, Hernando Tavera, ya que se sinti¨® en todo el pa¨ªs, incluida la selva y toda la cordillera andina.