"Tenemos que integrar Suram¨¦rica de forma solidaria"
La relaci¨®n de Brasil con Paraguay dio un giro el pasado 25 de julio. Ese d¨ªa, los presidentes Luiz In¨¢cio Lula da Silva y Fernando Lugo acordaron que Brasilia triplicar¨¢ el precio que le paga a Asunci¨®n por la electricidad generada en la presa de Itaip¨², cuya gesti¨®n comparten ambos pa¨ªses. Jorge Samek (Foz de Iguaz¨², 1955), responsable brasile?o de la presa, m¨¢s all¨¢ de admitir que se cumple con una demanda hist¨®rica de Paraguay, recalca que el acuerdo, en cierto modo, fortalece el crecimiento brasile?o. Si Paraguay crece, Brasil tambi¨¦n. M¨¢s a¨²n.
De visita en Madrid, Samek recibe a EL PA?S en la Embajada brasile?a. Es indudable la importancia que para Asunci¨®n tiene que, a partir de ahora, Brasil pague 250 millones de euros anuales por la energ¨ªa, en vez de los 85 actuales, y el compromiso de modificar la ley para que Paraguay pueda vender la energ¨ªa en el mercado brasile?o, previsiblemente a partir de 2011. "Aunque compar¨¢ndola con Brasil es chica, nos interesa que la econom¨ªa paraguaya crezca, es beneficioso para nosotros", insiste.
Con el acuerdo de julio, sin embargo, no se cumplen todos los deseos del Gobierno paraguayo. La posibilidad de poder vender la energ¨ªa a terceros pa¨ªses, como Argentina o Chile, sigue siendo un tema tab¨². Al menos hasta que concluya la vigencia del tratado, en 2023. "Una cl¨¢usula clave establece que toda energ¨ªa producida en Itaip¨² tendr¨¢ que ser comprada por los Gobiernos de Brasil y Paraguay", asegura Samek, de cuya respuesta se intuye que no va a haber ning¨²n cambio. "Nuestra intenci¨®n es cumplir rigurosamente lo que est¨¢ en el tratado".
Uno de los dos responsables de Itaip¨², junto al paraguayo Carlos Balmelli, descarta que exista una crisis energ¨¦tica en Am¨¦rica Latina, en general, y en Suram¨¦rica, en particular. Tuerce el gesto cuando se le pregunta por qu¨¦ los pa¨ªses que rodean a Brasil emplean la energ¨ªa como arma de pol¨ªtica exterior. "La energ¨ªa siempre fue, desde el vapor, un factor important¨ªsimo de poder. Nadie va a desligar la cuesti¨®n energ¨¦tica del poder. Pero no pretendemos utilizarlo como una herramienta de poder", responde con extrema diplomacia.
Tambi¨¦n elude posicionarse sobre si el hecho de que Bolivia haya hecho bandera del gas y Paraguay de la electricidad, por ejemplo, supone un riesgo para los intereses de Brasil. "La pauta de discusi¨®n es c¨®mo utilizar los potenciales energ¨¦ticos que tenemos a la hora de alcanzar acuerdos. Itaip¨² es un ejemplo de que cuando se tiene voluntad pol¨ªtica se puede extraer beneficios para ambos pa¨ªses. Es una obra de ingenier¨ªa financiera muy importante que queremos trasladar a otros pa¨ªses". O lo que es lo mismo: poner un bien natural que permanecer¨¢ ah¨ª durante millones de a?os al servicio de la econom¨ªa y del desarrollo de un pa¨ªs es "un verdadero golazo".
Samek asume el liderazgo de Brasil, pero no la visi¨®n imperialista que algunos tratan de imponerle. "Estamos trabajando en la integraci¨®n ene. Consumimos casi la totalidad del gas de Bolivia; estamos trabajando en cinco proyectos de hidroelectricidad con Per¨²; la tercera mayor hidroel¨¦ctrica del planeta est¨¢ en Venezuela, la planta de Guri, que tiene 10.000 megavatios de potencia, y con la que ya estamos conectados. La extensi¨®n de Brasil es tan grande que hay ¨¦pocas del a?o en las que no llueve en el sur pero s¨ª en el norte. Como todo est¨¢ interconectado, la energ¨ªa llega a todos los lugares del pa¨ªs. Eso es lo que queremos hacer con el resto de Am¨¦rica del Sur. Tenemos una gran necesidad de energ¨ªa".
El liderazgo de Lula ha sido clavliderazgo de Lula ha sido clave hasta ahora. "La forma en que maneja los asuntos el presidente transmite tranquilidad [a los pa¨ªses vecinos]. Lula lo ha dicho hasta la saciedad. Hay que trabajar en la integraci¨®n y no en una tentativa de tener una supremac¨ªa. La historia nos ha ense?ado que no tenemos que tener una visi¨®n imperialista. Estamos viendo la dificultad que tienen los pa¨ªses m¨¢s ricos con sus vecinos. Nosotros queremos hacer una integraci¨®n diferente. Creo que Lula da mucha confianza", resume.
Crecer. La palabra se repite en innumerables ocasiones durante la conversaci¨®n. No parece haber marcha atr¨¢s. A¨²n as¨ª, el camino que queda por recorrer no lo quieren hacer solos. "No nos interesa crecer y que Bolivia, Paraguay o Per¨² se queden atr¨¢s. Eso no supondr¨ªa una buena integraci¨®n. Lo bueno es que caminemos juntos. Brasil tiene ah¨ª un papel importante. Como tiene la mejor econom¨ªa, tiene que tener m¨¢s responsabilidad. Tenemos que integrar Suram¨¦rica de forma solidaria".
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