El Tratado de Lisboa salva el ¨²ltimo obst¨¢culo
La nueva norma que regir¨¢ la UE queda lista para entrar en vigor tras la firma del presidente checo.- "La Rep¨²blica Checa ya no es un Estado soberano", sentencia Klaus
Europa vuelve a respirar con cierto alivio. Tras una d¨¦cada de intensas negociaciones y de superar innumerables obst¨¢culos, el Tratado de Lisboa ha quedado listo para su entrada en vigor despu¨¦s de que el presidente checo, el euroesc¨¦ptico V¨¢clav Klaus, cediera y firmara por fin un texto que ya hab¨ªa sido ratificado por los otros 26 miembros de la UE. Con esta firma, s¨®lo queda que los dirigentes europeos se pongan de acuerdo sobre qui¨¦nes liderar¨¢n la nueva Uni¨®n para que el tratado sea una realidad, previsiblemente entre diciembre y enero pr¨®ximos.
"Con este tratado, la Rep¨²blica Checa ha dejado de ser un Estado soberano", sentenci¨® muy serio Klaus, esc¨¦ptico hasta el final, en una conferencia de prensa convocada tras estampar su firma en el texto. Pese a ser un gran detractor de Lisboa, al presidente checo no le quedaba otra salida: primero, el Parlamento ratific¨® hace meses el tratado; segundo, las encuestas afirman que los ciudadanos quieren avanzar en el proceso de integraci¨®n europeo, y, tercero, el Tribunal Constitucional dictamin¨® este martes por la ma?ana que el proyecto no va en contra de la ley checa, eliminando el ¨²ltimo obst¨¢culo legal a su ratificaci¨®n. "No comparto la decisi¨®n de la Corte, pero la he acatado", afirm¨® Klaus.
"El tratado no viola nuestra Constituci¨®n", afirm¨® el presidente del tribunal, Pavel Rychetsky, despu¨¦s de que los 15 magistrados que lo componen analizaran por la ma?ana el recurso presentado en septiembre por un grupo de senadores conservadores -alentados por Klaus- alegando que invad¨ªa la soberan¨ªa checa. Se trata de la segunda vez que el tribunal examina el texto. En noviembre del a?o pasado ya rechaz¨® un recurso similar. En ambos casos, las decisiones han sido por unanimidad.
El visto bueno de Rep¨²blica Checa a Lisboa supone un paso clave para la UE. "Tenemos motivos para estar todos contentos, porque tras varios meses problem¨¢ticos en nuestro pa¨ªs, hemos dado un paso m¨¢s hacia Europa", afirmaba Tomas Sedlacek, economista y antiguo asesor del ex presidente checo V¨¢clav Havel. "Estar en la UE nos ha beneficiado a todos; es evidente el ¨¦xito econ¨®mico conseguido en los ¨²ltimos cinco a?os", a?ad¨ªa.
Un a?o duro para Praga
Ahora, todas las miradas est¨¢n puestas en Bruselas. Los l¨ªderes de la UE deben ponerse de acuerdo los pr¨®ximos d¨ªas en qui¨¦n ser¨¢ el presidente permanente del Consejo Europeo (una figura creada por el nuevo tratado) y el Alto Representante para la Pol¨ªtica Exterior, y cerrar la composici¨®n de la Comisi¨®n Europea. Si todo sale seg¨²n lo previsto, Lisboa podr¨ªa entrar en vigor tan pronto como el 1 de diciembre.
Con la ratificaci¨®n del tratado por parte de la Rep¨²blica Checa se cierra uno de los peores a?os que ha vivido este pa¨ªs, que presume de estar en el coraz¨®n de Europa, desde que cay¨® el Tel¨®n de Acero, hace 20 a?os. Durante el primer semestre de 2009, la imagen de Praga qued¨® fuertemente tocada despu¨¦s de que su Gobierno perdiera una moci¨®n de censura en plena presidencia de la UE. En la actualidad, un Ejecutivo en funciones (formado por independientes) dirige el pa¨ªs hasta las pr¨®ximas elecciones legislativas, previstas en mayo. Todo ello se vio rematado por la campa?a antieuropea de Klaus, que entre otras iniciativas dio pie a la demanda contra el recurso presentada por 17 senadores conservadores y que el Constitucional rechaz¨® este martes.
"Ha sido un a?o muy triste para la Rep¨²blica Checa", opina Petr Drul¨¢k, director del Instituto de Relaciones Internacionales de Praga. "Nos hemos ganado a pulso una reputaci¨®n muy negativa en la UE. Ahora tenemos la imagen de un pa¨ªs no s¨®lo euroesc¨¦ptico, sino lo que es m¨¢s importante: imprevisible", a?ade.
Pero la firma de Klaus tiene un precio. Este economista ultraliberal -fan de Margaret Thatcher, que se niega a izar la bandera europea en su castillo de Prada (sede de la Presidencia) y que ha comparado Europa con la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica- consigui¨® en la pasada cumbre europea que Rep¨²blica Checa quedara fuera de la Carta de Derechos Fundamentales, una parte del tratado. Su objetivo, seg¨²n ¨¦l, es evitar que los descendientes de los tres millones de alemanes que fueron expulsados por las autoridades checas de los Sudetes tras la II Guerra Mundial puedan llevar sus reclamaciones a la justicia europea. Esta fue una exigencia particular de Klaus que, como cualquier presidente checo, es elegido por el Parlamento cada cinco a?os, no directamente por los votantes.
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