Mujica invita a la oposici¨®n a forjar un pacto de unidad

La formidable victoria de Jos¨¦, Pepe, Mujica en las elecciones presidenciales del domingo en Uruguay refuerza el poder del nuevo presidente dentro de la coalici¨®n de izquierda Frente Amplio (FA). Mujica ha sacado casi 10 puntos de ventaja al candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle (el 52,6% contra el 43,2%, con el 99% escrutado), por encima incluso del resultado obtenido en 2004, en primera vuelta, por Tabar¨¦ V¨¢zquez, el otro hombre fuerte del FA.

La votaci¨®n ha promovido el reencuentro entre los dos pol¨ªticos, que estaban algo alejados a ra¨ªz de las primarias, en las que V¨¢zquez apoy¨® sin disimulo a Danilo Astori como su sucesor. El actual presidente, que ocupar¨¢ el cargo hasta el pr¨®ximo mes de marzo, fue el primero en desplazarse al hotel donde Mujica celebraba su victoria.

Pepe Mujica se emple¨® a fondo desde el primer momento en defender una imagen de moderaci¨®n y de unidad nacional. La mayor expectativa que rodea su mandato es la formaci¨®n del nuevo Gabinete, en el que se dan por seguros algunos nombres de sus m¨¢s ¨ªntimos colaboradores, entre ellos varios ex guerrilleros tupamaros, como ¨¦l mismo, pero en el que se cree que va a dar entrada a alg¨²n independiente o incluso a alg¨²n miembro de la oposici¨®n.

Mujica reiter¨®, nada m¨¢s conocerse su abultada victoria, su ofrecimiento para llegar a acuerdos con la oposici¨®n (el Partido Nacional y el Partido Colorado, de Pedro Bordaberry) sobre lo que denomina una agenda nacional: seguridad, educaci¨®n, medio ambiente y energ¨ªa. "Los Gobiernos no son due?os de la verdad. Necesitan de todos y tener oreja", asegur¨® el nuevo presidente, que pidi¨® perd¨®n a la oposici¨®n por si durante la campa?a "la lengua me llev¨® demasiado lejos". "Desde ma?ana, andaremos juntos".

El Partido Nacional acus¨® el golpe. En su interior se han formado dos grupos: quienes desean mantenerse en una oposici¨®n, sin m¨¢s, y quienes est¨¢n dispuestos a estudiar una eventual oferta para formar parte del Gobierno. El liberal Lacalle es consciente de que el domingo consigui¨® tres puntos menos que la oposici¨®n en su conjunto en la primera vuelta (29% del Partido Nacional y 17% del Partido Colorado). Y es posible que ceda el protagonismo en una eventual negociaci¨®n a su n¨²mero dos, Jorge Larra?aga. El Partido Colorado, por su parte, ya ha aceptado hablar sobre esos posibles acuerdos nacionales. Su principal dirigente, Pedro Bordaberry, hijo del dictador del mismo apellido, se reuni¨® el lunes con Mujica, aunque las negociaciones no comenzar¨¢n hasta el jueves.

Los continuos llamamientos de Pepe Mujica a la moderaci¨®n y a la continuidad respecto a las pol¨ªticas desarrolladas por Tabar¨¦ V¨¢zquez han puesto algo nerviosos a dirigentes del Frente Amplio que se sit¨²an m¨¢s a la izquierda y que esperan que Mujica recoja sus aspiraciones. Uno de ellos, Julio Marenales, hist¨®rico l¨ªder del MLN (Movimiento de Liberaci¨®n Nacional-Tupamaros) anunci¨® hace ya unos meses que el grupo que representa "va a estar con el ojo bien puesto en Mujica para que lleve adelante un programa de gobierno con determinados matices". Marenales teme que "determinadas corrientes" lleven al nuevo presidente hacia otro lado sin darse cuenta, seg¨²n declar¨® a la prensa uruguaya.

El propio Mujica ha reconocido esas dudas en antiguos colegas, y ha asegurado que es consciente de todos esos riesgos y que mantiene su voluntad de hacer un gobierno de amplio espectro en el que est¨¦n representadas muchas corrientes del FA. Este mismo lunes, en una charla radiof¨®nica, insisti¨® en que "la democracia tiene que ser eficaz y andar con el comp¨¢s de su tiempo". "Pienso escuchar en primer t¨¦rmino a aquellos que no concuerdan con nosotros, porque sus razones tienen y son una parte de la realidad". Muchos analistas creen que su hombre de confianza en el nuevo Gabinete ser¨¢ Eduardo Bononi, antiguo tupamaro, como ¨¦l, y uno de los m¨¢s destacados dirigentes del Frente.