El sector a¨¦reo, bajo presi¨®n
Los precios de las acciones de las principales aerol¨ªneas estadounidenses han ca¨ªdo tras el atentado frustrado del avi¨®n de Detroit
La seguridad de un avi¨®n sucede antes de que despegue, en el aeropuerto, no cuando la aeronave est¨¢ en vuelo. Esa es la m¨¢xima. Pero Umar Farouk Abdulmutallab demostr¨® el d¨ªa de Navidad que el sistema tiene agujeros, y que un terrorista puede colarse por ellos. Y cuando eso sucede, la seguridad se convierte en una obsesi¨®n y viajar en avi¨®n se hace m¨¢s complicado y estresante.
El sector a¨¦reo es de lejos el m¨¢s vulnerable al rebrote de la amenaza terrorista. Es un negocio donde la l¨ªnea que separa las ganancias y las p¨¦rdidas es muy fina. La nueva vuelta de tuerca en la seguridad se traduce en largas colas, m¨¢s controles, retrasos y cancelaciones de vuelos, p¨¦rdidas de conexiones y prohibiciones como leer un libro en la fase de aterrizaje.
Inconvenientes que pueden desanimar al viajar en avi¨®n, justo cuando la industria parece recuperarse de a?os en p¨¦rdidas por la recesi¨®n y la espiral en el petr¨®leo el verano de 2008. Y eso se hizo sentir en la cotizaci¨®n de US Airways y American Airlines, que se dejaron el lunes un 6,7% y un 4,8% de su valor burs¨¢til. Delta perdi¨® un 4,1%, y United y Continental m¨¢s de un 3%.
?Un mejor 2010?
Delta, que el a?o pasado se fusion¨® con Northwest, esperaba que 2010 ser¨ªa un a?o mejor para el sector gracias al repunte econ¨®mico y a que el carburante est¨¢ a la mitad de precio. Eso era antes del atentado fallido, cuando sus t¨ªtulos se hab¨ªan revalorizado un 175% comparado con el m¨ªnimo de marzo, en el momento m¨¢s duro de la recesi¨®n. Para el conjunto del sector, el alza fue del 167%.
Las ca¨ªdas contin¨²an por segunda jornada consecutiva. El refuerzo de la seguridad sucede en un momento en el que las aerol¨ªneas intentan recuperar a los pasajeros en viaje de negocios, los que m¨¢s pagan por su asiento y que vuelan con m¨¢s frecuencia. Son los que hacen que un vuelo en una ruta transatl¨¢ntica sea o no rentable, se?alan desde la Business Travel Coalition.
Pero como advierten desde la consultora RW Mann, "si los viajeros de negocios van a tener que esperar cuatro horas en el aeropuerto, no viajar¨¢n tanto o lo har¨¢n en avi¨®n privado". Eso podr¨ªa beneficiar a compa?¨ªas como Cessna o Embraer. A la amenaza terrorista se le suma el problema de que el petr¨®leo vuelve a estar animado, rozando los 80 d¨®lares el barril.
La industria de la aviaci¨®n comercial en EE UU perdi¨® el a?o pasado unos 23.600 millones de d¨®lares. La respuesta del sector a¨¦reo a la ca¨ªda del tr¨¢fico durante la recesi¨®n se hizo reduciendo capacidad y recortando costes, mientras cargaban por servicios en vuelo, por equipaje extra y sub¨ªan el precio de los billetes para compensar la p¨¦rdida de ingresos.
Las compa?¨ªas m¨¢s vulnerables en este momento, por lo tanto, son las aerol¨ªneas con m¨¢s rutas internacionales hacia Europa. Y de rebote, las dudas y los miedos est¨¢n haciendo mella en las cotizaciones de nombres muy vinculadas al sector a¨¦reo, como las agencias de viaje electr¨®nicas Orbitz, Priceline y Expedia.
Los analistas coinciden en una cosa: fue la incompetencia del presunto terrorista lo que previno la tragedia. El problema, a?aden, est¨¢ en la tecnolog¨ªa que se utiliza en los controles para detectar explosivos qu¨ªmicos u objetos pegados al cuerpo. EE UU lleva invertidos 40.000 millones de d¨®lares para reforzar el sistema, desde los ataques suicidas del 11-S.
Los costes para las aerol¨ªneas se notar¨¢n, as¨ª, m¨¢s a largo plazo. Aunque los analistas dicen ser¨¢ m¨¢s bajo que el da?o que podr¨ªa causar un atentando al sector y a la econom¨ªa. Perdedores, pero tambi¨¦n ganadores. Las nuevas medidas de seguridad beneficiar¨¢n a las contratistas que hacen dispositivos para los aeropuertos, como el gigante de la defensa Raytheon o L3 Communications.
A partir de todo esto, los expertos concluyen que ante todo hace falta un cambio en la cultura de viajar en avi¨®n. "M¨¢s seguridad s¨ª, pero con sentido com¨²n, si no se pueden surgir estupideces como prohibir leer un libro", comenta el editor de viajes de la cadena CBS, Peter Greenberg. Estas restricciones, se?ala la consultota Boyd Group, puede da?ar los vuelos dom¨¦sticos.
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