"Estamos en una autopista hacia un futuro excepcional"
S¨¦rgio Cabral (R¨ªo de Janeiro, 1963) est¨¢ exultante. Es el gobernador de la ciudad que albergar¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos de 2016 y, dos a?os antes, la final del Mundial de f¨²tbol, dos acontecimientos que consolidar¨¢n a Brasil como gran potencia mundial. Por delante tienen muchos desaf¨ªos pendientes en materia de infraestructura, de seguridad, de salud, de educaci¨®n. Pero, con una confianza atronadora, asegura: "Estamos en una autopista hacia un futuro excepcional".
Pregunta. La contrataci¨®n del ex primer ministro Tony Blair como asesor para los Juegos ha levantado mucha pol¨¦mica en su pa¨ªs. ?Qu¨¦ aporta Blair al proyecto de R¨ªo 2016?
Respuesta. Creo que Blair es uno de hombres contempor¨¢neos m¨¢s importantes del mundo. Un socialdem¨®crata que propici¨® un cambio incre¨ªble en Reino Unido, con el que se cuenta para conflictos como el de Oriente Medio. Yo vengo siguiendo a Londres desde 2007, cuando organizamos los Juegos Panamericanos. Ha tenido la capacidad de mirar al presente y al futuro de una manera impresionante. Y Tony Blair era quien comandaba todo eso.
P. Hay un problema obvio en R¨ªo, la violencia. ?C¨®mo pretende garantizar la seguridad?
R. R¨ªo tiene una gran experiencia en organizaci¨®n de eventos. Celebra todos los a?os uno de los eventos m¨¢s bonitos del mundo, el carnaval. No hubo ning¨²n problema de seguridad en los Juegos Panamericanos [de 2007]. Yo les dije a los miembros del COI [Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional] que no hab¨ªa ning¨²n problema para organizar los Juegos con todos los polic¨ªas en la calle. Pero no, queremos dejar como legado a la poblaci¨®n una ciudad segura. Y en eso estamos trabajando. No tenemos la ilusi¨®n de sacar el tr¨¢fico de drogas: lo hay en Madrid, en Barcelona, en Valencia, en Par¨ªs, en Nueva York... Pero en R¨ªo hay [adem¨¢s] algo invisible, que es el control paralelo de los barrios, de las zonas. Eso lo estamos cambiando con inversiones sociales, en educaci¨®n, en salud. No s¨¦ si viste la pel¨ªcula Ciudad de Dios. [La favela] est¨¢ pacificada, ya no hay m¨¢s gente como esos personajes, no m¨¢s aquel tipo de vida...
P. Pero sigue habiendo favelas a las que no se puede acceder.
R. Claro, claro, y en eso estamos trabajando. No solamente necesitamos seguridad, tambi¨¦n inversiones sociales. En R¨ªo hay dos tipos de violencia: la violencia por la ausencia de la polic¨ªa y la violencia por la ausencia de inversiones sociales.
P. ?Levantar muros en las favelas contribuye a disminuir la violencia?
R. No, no, hay una confusi¨®n. Siempre se ve un muro como el Muro de Berl¨ªn, la separaci¨®n de Occidente con el mundo claustrof¨®bico del comunismo. O la separaci¨®n de los palestinos con los jud¨ªos. Nada, nada, esto es otra cosa diferente. Los muros que construimos en una favela ya pacificada, como Dona Marta, donde fue Madonna, no son muros para dividir. Son para definir el territorio, para que la mata atl¨¢ntica no siga creciendo de forma desordenada.
P. ?La campa?a de pacificaci¨®n que est¨¢n llevando a cabo implica alg¨²n tipo de acuerdo con el Comando Vermelho u otras organizaciones?
R. No, al contrario. Nuestro trabajo es el enfrentamiento permanente con esta gente. Incautarles las armas, las drogas. Hay otro modelo de poder paralelo en R¨ªo, sobre todo en la d¨¦cada de los 90, que la derecha, los conservadores, vieron con simpat¨ªa. Fue la construcci¨®n de las milicias para luchar contra los traficantes. Nuestro Gobierno ha arrestado a m¨¢s de 300 milicianos, incluyendo parlamentarios, diputados, concejales, empresarios, ex polic¨ªas, polic¨ªas... Nos enfrentamos a dos tipos de crimen organizado: el narcotr¨¢fico y las milicias.
P. R¨ªo tiene una imagen bipolar: por un lado, la ciudad m¨¢s feliz del mundo; por otro, una de las m¨¢s violentas. ?Le preocupa ese concepto?
R. Con la definici¨®n de la m¨¢s feliz estoy de acuerdo. Con la de la m¨¢s violenta, no en el grado en que muchas veces se traslada. S¨ª con problemas de violencia.
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