El liberal Clegg se impone en el primer debate de las elecciones brit¨¢nicas
David Cameron supera a Gordon Brown en los primeros sondeos tras la confrontaci¨®n
El laborista Gordon Brown se jugaba el Gobierno. El conservador David Cameron se jugaba perder la ventaja que le dan los sondeos. El liberal-dem¨®crata Nick Clegg se jugaba mucho menos porque tiene mucho menos: nadie cree que pueda llegar a ser primer ministro. Quiz¨¢s por eso los sondeos le daban anoche como claro ganador del primer debate de los tres candidatos de los partidos nacionales en las elecciones brit¨¢nicas.
El 43% de las 4.000 personas encuestadas por You Gov tras el debate dieron a Clegg como ganador, por delante de Cameron (26%) y de Brown (20%). Un 11% opin¨® que no gan¨® nadie. El conservador y el liberal-dem¨®crata empataron (36%) sobre cu¨¢l es el l¨ªder que da m¨¢s confianza para recortar el d¨¦ficit p¨²blico, dejando al laborista con un 28%. Cameron se impuso en el debate sobre inmigraci¨®n (37%), aunque con Clegg a muy poca distancia (35%). Brown se qued¨® con un 20% en esta materia al afirmar que la inmigraci¨®n se est¨¢ reduciendo.
Otro sondeo, difundido anoche por The Sun, un diario que apoya de manera casi fan¨¢tica a los conservadores en estas elecciones, dio tambi¨¦n ganador a Clegg (51%) por delante de Cameron (29%) y Brown (19%). Y uno de Sky daba tambi¨¦n ganador a Clegg (37%), pero seguido de Brown (32%) con Cameron (31%) tercero.
El debate pudo aburrir a los espectadores no familiarizados con la pol¨ªtica brit¨¢nica, pero el estrecho cors¨¦ de reglas pactadas de antemano, limitando extremadamente el tiempo para las r¨¦plicas de cada uno de los contendientes, tuvo la quiz¨¢s inesperada consecuencia de dar ritmo y tensi¨®n a las respuestas, impidiendo que los tres pol¨ªticos se fueran por las ramas.
Para los conservadores, los resultados obtenidos por Cameron frente a Brown pueden saber a victoria. Pero el primer ministro no es un hombre especialmente poco dotado para la imagen, nadie esperaba que ganara, y la emergencia de Clegg puede acabar siendo decisiva.
El l¨ªder liberal-dem¨®crata super¨® con amplitud a sus contrincantes con una imagen mucho m¨¢s relajada. Y, aunque posteriores an¨¢lisis y encuestas pueden cuestionar o no si fue el verdadero ganador del debate, cumpli¨® de sobras el principal objetivo que buscaba: darse a conocer y abrirse un hueco en la mente de los votantes en un pa¨ªs en el que normalmente s¨®lo tienen peso medi¨¢tico laboristas y conservadores.
Su excelente actuaci¨®n de ayer puede hacer calar el que fue su principal mensaje durante toda la noche: hay vida m¨¢s all¨¢ de "las dos viejas formaciones que dominan la pol¨ªtica brit¨¢nica desde hace 65 a?os". Si lo logra, reforzar¨¢ las posibilidades de que de estas elecciones salga un parlamento sin mayor¨ªa absoluta que deje en manos de los liberales-dem¨®cratas las llaves del Gobierno.
Los laboristas se consolaban anoche con el dato de que la distancia entre Cameron y Brown fue relativamente corta en los sondeos y con la convicci¨®n de que el l¨ªder conservador, que domina muy bien la t¨¦cnica de hablar directamente al p¨²blico, ha perdido una oportunidad pese a derrotar a Brown y no pareci¨® especialmente convincente ni en las formas ni en el fondo, mostr¨¢ndose inesperadamente nervioso, sobre todo al principio.
Brown, sin embargo, dio la impresi¨®n de estar quiz¨¢s demasiado agresivo hacia Cameron durante toda la noche y pareci¨® cortejar a Clegg, como preparando el terreno para la posibilidad de un pacto tras las elecciones, aunque el liberal-dem¨®crata supo guardar las distancias.
El debate se centr¨® en cuestiones de pol¨ªtica interna a partir de menos de una decena de preguntas planteadas por el p¨²blico: inmigraci¨®n, seguridad ciudadana, el equipamiento de las fuerzas armadas, sanidad, educaci¨®n, atenci¨®n a los ancianos, reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico. Los tres l¨ªderes se ajustaron a las propuestas divulgadas a lo largo de esta semana, en la que han presentado sus respectivos programas electorales.
No hubo sorpresas de ning¨²n tipo y, a pesar de esa cierta agresividad de Brown, el debate se desarrollo con cordialidad y educaci¨®n. Hubo poco espacio para las bromas y la que intent¨® Gordon Brown son¨® a artificial y preparada, cuando le agradeci¨® a Cameron los carteles que los conservadores han colgado por el pa¨ªs con una foto de Brown sonriente y un recordatorio de los errores que juicio de ellos ha cometido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.