Fidel Castro se da el alta
En una reuni¨®n con militantes comunistas afirm¨® que estaba "totalmente recuperado"
Incre¨ªble pero cierto. Cuatro a?os despu¨¦s de decretar su salud "secreto de Estado" y de difundir ¨¦l mismo la noticia de su grave enfermedad, Fidel Castro acaba de darse el alta. Est¨¢ "totalmente recuperado". As¨ª dijo sentirse durante una reciente reuni¨®n con un grupo de militantes de la Uni¨®n de J¨®venes Comunistas, luego de pasar 47 meses lejos de los escenarios p¨²blicos y en v¨ªsperas de cumplir 84 a?os. "No hace mucho libr¨¦ las ¨²ltimas batallas para poder estar en las condiciones en que me encuentro", dijo a los j¨®venes, entre quines estaba Elian Gonz¨¢lez, 'Eliancito, el famoso ni?o balsero que fue objeto de una batalla legal con el exilio de Miami y que hoy es cadete de las Fuerzas Armadas.
Castro pronunci¨® su ¨²ltimo discurso p¨²blico el 26 de julio de 2006, cuando se celebr¨® el 53 aniversario del asalto al Cuartel Moncada. Ese d¨ªa, habl¨® dos veces como parte de la conmemoraci¨®n de la acci¨®n que marca el inici¨® de su lucha armada contra el r¨¦gimen de Batista. El primero discurso fue a las 7 de la ma?ana, en la ciudad de Bayamo, ante 100.000 personas. Por la tarde, inaugur¨® en Holguin el mayor sistema de grupo electr¨®genos del pa¨ªs. Los fot¨®grafos extranjeros que le tuvieron en la mira de sus teleobjetivos durante las dos horas que dur¨® el acto recuerdan que casi al final notaron que algo andaba mal.
"Cuando termin¨® y sali¨® caminando, se apreciaba que su paso era inseguro y que en su entorno hab¨ªa caras de preocupaci¨®n", record¨® uno de ellos.
Pese al secretismo oficial, poco a poco se filtraron detalles de lo ocurrido despu¨¦s, ninguno confirmado oficialmente. En la misma noche, Castro sufri¨® una grave hemorragia intestinal provocada por un viejo problema de diverticulitis (la inflamaci¨®n de bolsas anormales en el intestino). El sangramiento fue tan severo que tuvo que ser trasladado a La Habana en una aeronave y operado en la madrugada del d¨ªa 27. En las primeras 72 horas, necesit¨® la transfusi¨®n de unas 20 unidades de sangre (m¨¢s de 8 litros).
Durante la operaci¨®n, tras extirparle la zona del intestino afectada por la diverticulitis, el equipo m¨¦dico opt¨® por practicarle una anastomosis (uni¨®n quir¨²rgica directa entre las dos partes del intestino) en vez de hacerle una ostom¨ªa (apertura de un ano artificial en el abdomen, que tiene la ventaja de permitir que el intestino grueso cicatrice sin estar sometido al tr¨¢nsito intestinal).
Mucho se especul¨® de si fue correcta o no la decisi¨®n, y s¨ª fue Castro qui¨¦n la determin¨® para evitarse las molestias del ano artificial.
Seg¨²n fuentes m¨¦dicas, es improbable que pudiera decidir nada en aquellos momentos ya que fue una operaci¨®n de extrema urgencia. Otra cosa es c¨®mo condicion¨® al equipo que el enfermo fuese Fidel Castro.
El 31 de julio de 2006, Castro dio a conocer una proclama en la que deleg¨® provisionalmente todos sus poderes y cargos en un equipo de siete personas encabezado por su hermano Ra¨²l. Aseur¨® que la intervenci¨®n quir¨²rgica le obligar¨ªa a "permanecer varias semanas de reposo", y sugiri¨® que el 2 de diciembre estar¨ªa recuperado. Lo cierto es que la operaci¨®n inicial se complic¨® con la aparici¨®n de una f¨ªstula, y despu¨¦s una peritonitis lo puso al borde de la muerte.
El equipo m¨¦dico 'hist¨®rico' de Castro, encabezado por el cirujano Eugenio Shelman, fue relevado a finales de a?o. Durante meses, fue alimentado de forma artificial con cat¨¦teres endovenosos hasta que progresivamente admiti¨® nutrici¨®n oral y fue recuper¨¢ndose lentamente.
Las complicaciones y las operaciones se sucedieron, hasta que los m¨¦dicos finalmente lograron estabilizarlo.
Castro, un hombre de f¨¦rrea voluntad, ha dedicado durante todo este tiempo varias horas diarias a su rehabilitaci¨®n. Hasta llegar a lo que ¨¦l mismo ha calificado como su "recuperaci¨®n total". El a?o pasado, la revista Paris Macht lo entrevist¨® en su residencia privada y puso como t¨ªtulo al reportaje: Castro el inoxidable. Algunos criticaron, es una exageraci¨®n. Pues no.
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