Jap¨®n pide perd¨®n a Corea del Sur
Tokio quiere reforzar lazos con sus vecinos borrando su imagen imperialista
El pr¨®ximo 29 de agosto se cumplir¨¢n 100 a?os de la anexi¨®n de Corea del Sur por Jap¨®n, una fecha simb¨®lica que Tokio, perseguido en Asia por los fantasmas de su pasado imperialista, no ha querido pasar por alto. Jap¨®n ha pedido perd¨®n p¨²blicamente a Se¨²l por el "sufrimiento" causado durante la colonizaci¨®n de la pen¨ªnsula coreana (1910-1945), en un intento de reforzar los lazos entre los dos pa¨ªses y borrar lentamente su curr¨ªculo de potencia agresora.
"Es f¨¢cil para el lado que causa el dolor olvidar, mientras que aquellos que sufrieron aquel dolor no pueden olvidar f¨¢cilmente", ha asegurado el primer ministro japon¨¦s, Naoto Kan, por medio de un comunicado. "Quiero expresar mi renovado sentimiento de profundo remordimiento y hacer constar mi sincera petici¨®n de perd¨®n por el tremendo da?o y el sufrimiento provocados por el dominio colonial", durante el cual, seg¨²n ha dicho, "el pueblo de Corea fue privado de su naci¨®n y su cultura, y su orgullo ¨¦tnico fue profundamente herido".
El tono de las palabras de Kan es similar al de la hist¨®rica declaraci¨®n a los pa¨ªses asi¨¢ticos realizada en 1995 por el entonces primer ministro, el socialista Tomiichi Murayama, con ocasi¨®n del 50? aniversario del fin de la II Guerra Mundial.
Kan ha afirmado que Jap¨®n devolver¨¢ patrimonio expoliado durante la ocupaci¨®n, incluidos documentos hist¨®ricos de la dinast¨ªa Chosun (1392-1910), que Se¨²l ha reclamado repetidas veces.
La petici¨®n de disculpas, efectuada con el apoyo del Partido Dem¨®crata de Jap¨®n (centro-izquierda) de Kan, ha sido rechazada, sin embargo, por algunos parlamentarios japoneses, que, por un lado, creen que desembocar¨¢ en exigencias de compensaciones por parte de v¨ªctimas de los tiempos de la guerra, y, por otro, consideran que sienta un precedente para la denominada "diplomacia de petici¨®n de perd¨®n". Seg¨²n algunos analistas pol¨ªticos, se trata de la primera vez que Tokio reconoce oficialmente que el dominio colonial fue en contra del deseo espec¨ªfico de los coreanos y que les priv¨® de su propio pa¨ªs.
Las declaraciones de contrici¨®n hechas por Jap¨®n en 1995 y otras ocasiones han sido calificadas por sus vecinos asi¨¢ticos como insinceras, en buena parte debido a los comentarios de algunos diputados conservadores, que se niegan a admitir el pasado agresor de su pa¨ªs. Pero el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha saludado la iniciativa japonesa en una conversaci¨®n telef¨®nica mantenida con Kan, y ha dicho que confiaba en que fuera el prefacio de unas relaciones m¨¢s intensas.
Los dos pa¨ªses comparten intereses comunes. Corea del Sur fue el tercer mayor destino de las exportaciones japonesas el a?o pasado, y ambos han unido fuerzas para luchar contra la crisis financiera global, acogen a decenas de miles de soldados estadounidenses en su territorio y comparten posici¨®n para impulsar el desmantelamiento del programa nuclear norcoreano. Tokio respald¨® la dura actitud adoptada por Se¨²l contra Pyongyang tras el hundimiento de una corbeta surcoreana en marzo, seg¨²n Corea del Sur y EE UU, a causa de un torpedo del Norte. El r¨¦gimen de Kim Jong-il niega toda responsabilidad en el incidente, en el que murieron 46 marineros surcoreanos.
Las relaciones entre Tokio y Se¨²l fueron fr¨ªas durante el mandato del ex primer ministro japon¨¦s Junichiro Koizumi (2001-206), que visit¨® en varias ocasiones el santuario de Yasukuni, en Tokio, para enojo de sus vecinos asi¨¢ticos -incluido China-, que lo consideran un s¨ªmbolo de su pasado imperialista. Pero la situaci¨®n ha mejorado los ¨²ltimos a?os. Kan ha asegurado que no ir¨¢ a Yasukuni el pr¨®ximo 15 de agosto, cuando se cumple el 65? aniversario de la rendici¨®n japonesa en la contienda mundial. El mismo d¨ªa termin¨® la anexi¨®n de Corea del Sur por Jap¨®n.
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