Arranca la cumbre de la ONU con un llamamiento a la solidaridad pese a la crisis

La fuerza de una comunidad se mide por el bienestar del m¨¢s d¨¦bil. Con este mensaje, el suizo Joseph Deiss ha inaugurado en Nueva York la cumbre convocada por las Naciones Unidas para revisar los trabajos hechos durante la ¨²ltima d¨¦cada en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre, la enfermedad y la desigualdad. El presidente de la Asamblea General ha dicho que la incertidumbre econ¨®mica no es ni debe ser una excusa para reducir el esfuerzo al desarrollo.

El objetivo de esta reuni¨®n especial, que re¨²ne durante tres d¨ªas a entorno 140 jefes de Estado y de Gobierno, es aprender de lo que se hizo bien en la consecuci¨®n de los ocho Objetivos del Milenio y redoblar los esfuerzos all¨ª donde se va con retraso, para en 2015 lograr culminar el proceso con ¨¦xito. "No hay proyecto global m¨¢s gratificante", ha dicho el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, "no podemos descansar tranquilos hasta conseguirlo".

La solidaridad, como han indicado Deiss y Ban, es uno de los pilares sobre los que se construye la comunidad de las Naciones Unidas. Y por eso, ha dicho el mandatario helv¨¦tico, no hay lugar "a la indiferencia ante la miseria y el sufrimiento del otro". La nube de la crisis financiera y de la recesi¨®n global, como ha indicado el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, provoc¨® que los avances no est¨¦n siendo equilibrados y ha hablado incluso de retrocesos.

La ONU urge a los pa¨ªses miembros que superen los "intereses nacionales" y aprovechen el incipiente repunte para "redoblar" sus esfuerzos. Zoellick ha hablado as¨ª de "conectar los puntos". "No es suficiente construir cl¨ªnicas si no hay carreteras a las que puedan ir las madres en necesidad. Ni formar a profesores, si los ni?os no tienen luz para hacer los deberes cuando vuelven a casa", ha dicho.

Las econom¨ªas emergentes son las que est¨¢n ayudando al mundo salir de la recesi¨®n. Y algunas econom¨ªas, como la china o la brasile?a, est¨¢n emergiendo como potencias, otras como polos de crecimiento. Por eso se insiste desde las instituciones que se vea al mundo en desarrollo como un socio de futuro, y no como como laboratorio de teor¨ªas escritas en los libros.

"Hay que premiar la perseverancia de pa¨ªses que est¨¢n haciendo progresos", ha remachado Ban. Por su parte, Zoellick ha dicho que el Norte, el Sur, el Este y el Oeste debe ser lo que son, "puntos en una br¨²jula", y no un destino econ¨®mico". Si los Objetivos del Milenio se ven como una inversi¨®n de futuro, ha a?adido, el continente africano podr¨¢ "llegar a ser un polo de crecimiento".

"Es el momento de compartir responsabilidades", ha apuntado el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn. Es cierto, ha admitido Joseph Deiss, "que la crisis ha debilitado el proceso. Pero queremos, debemos y podemos hacerlo". A lo que Ban Ki-moon ha a?adido: "Debemos proteger los avances logrados. La ayuda a desarrollo es vida para millones".

En este sentido, Zoellick ha presentado algunas cifras. Gracias al fondo dedicado por el Banco Mundial a la lucha contra la pobreza, se salvaron 13 millones de vidas, se inmuniz¨® a 311 millones de ni?os, se facilit¨® acceso a agua y sanitaci¨®n a 177 millones de personas, servicios de salud a 47 millones y se dio nutrici¨®n suplementaria a 99 millones de ni?os.

Pascal Lamy, director general en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, ha dicho que pasado el nubarr¨®n de la recesi¨®n, "es el momento es el adecuado para crear una asociaci¨®n mundial para el desarrollo". El comercio abierto y debidamente regulado es motor del crecimiento mundial y para la reducci¨®n de la pobreza. "No se puede penalizar a los m¨¢s pobres", ha reiterado.

Ban Ki-moon ha aprovechado la cumbre para mirar m¨¢s all¨¢ de 2015, y lanzar un grupo de alto nivel sobre sostenibilidad global. Durante los pr¨®ximos 15 meses, el panel trazar¨¢ una hoja de ruta que puedan seguir los pa¨ªses para desarrollarse sin poner a riesgo sus recursos y el ecosistema. Para el a?o 2050, dijo, la poblaci¨®n habr¨¢ crecido casi un 50%, hasta 9.000 millones de habitantes. "Para ese mismo a?o, debemos recortar emisiones un 50% si queremos mantener el cambio clim¨¢tico controlado. Es el reto que llamo 50-50-50".