Atrapados entre la fama y el pasado
Los 33 mineros rescatados en Chile se enfrentan a los sinsabores del acoso period¨ªstico y las peleas familiares.- "Hicimos un pacto para no contar nada"
Al salir de la mina, los 33 hombres que pasaron 70 d¨ªas atrapados fueron transportados al hospital de Copiap¨®. Se les ve¨ªa relajados. Edison Pe?a, el minero triatleta, almorzaba sin camisa. A su lado, Richad Villarroel comentaba c¨®mo durante su ascenso a la superficie le dio por gritar "?Viva Chile, mierda!". Contaba que durante los 17 d¨ªas en que permanecieron incomunicados se iban consumiendo, apenas quedaban agua ni v¨ªveres, pero nunca mencion¨® ninguno la idea de comerse la carne del primero que muriera. "Despu¨¦s hicimos muchas bromas sobre eso", relatar¨ªa m¨¢s tarde. Fuera esperaban cientos de periodistas que quer¨ªan escuchar sus primeras palabras y hacerles las primeras fotos. Claudio Y¨¢?ez compart¨ªa habitaci¨®n con Juan Carlos Aguilar. Ambos hab¨ªan prometido a sus parejas que se casar¨ªan al salir.
De pronto, ese enga?oso ambiente de calma se rompi¨® y todos empezaron a probar el trago amargo de la fama. A Claudio Y¨¢?ez le hab¨ªa preparado su madre una fiesta en el barrio. Pero Claudio no quiso ir y su madre y hermanos pincharon todos los globos. Al d¨ªa siguiente, 17 millones de chilenos estaban al tanto de la mala relaci¨®n entre la madre de Claudio y su pareja. El viernes por la tarde cientos de periodistas continuaban apostados alrededor del hospital. Para evadirlos, cuatro de los mineros llegaron a disfrazarse de obreros de la construcci¨®n. Juan Carlos Aguilar explicaba a este peri¨®dico la raz¨®n de tanta alergia a la prensa: "Hicimos un pacto bien lindo y bien claro en la mina para no contar nada de lo que pas¨® all¨ª desde el 5 de agosto. Y espero que mis compa?eros sepan cumplirlo".
El objetivo de los 33 es encontrar un representante de prensa y un administrador para sacar provecho comercial de la tragedia. Amaro G¨®mez-Pablos, uno de los periodistas emblem¨¢ticos de la Televisi¨®n Nacional de Chile (TVN), el principal canal del pa¨ªs, descubri¨® con detalle las condiciones del pacto. Amaro es una de las personas m¨¢s populares de Chile. En el campamento, casi todas las familias quer¨ªan hacerse fotos con ¨¦l.
El periodista solicit¨® una entrevista al minero Juan Illanes, uno de los m¨¢s famosos entre los 33. Illanes, descrito por su hermano como una persona leal y amante de la disciplina que vivi¨® durante sus dos a?os en el Ej¨¦rcito, pidi¨® a G¨®mez-Pablos 10 millones de pesos, el equivalente a 15.000 euros. "Pero me dijo que solo estaba dispuesto a hablar desde el inicio de su vida hasta el 5 de agosto, es decir, hasta el d¨ªa del derrumbe. Tambi¨¦n podr¨ªa comentar sus planes de futuro. Pero nada sobre lo que pas¨® en la mina".
Uno de los mineros m¨¢s buscados es Florencio ?valos, el primero en salir. Cuando este peri¨®dico le solicit¨® una entrevista a trav¨¦s de su esposa, M¨®nica Araya, ella pregunt¨®: "Ya, pero ?cu¨¢nto dinero me ofrece? ?Nada? Entonces no puedo seguir perdiendo el tiempo con usted. Tengo muchas llamadas".
Mientras unos profesionales consideran normal que los mineros intenten sacar tajada ahora, otros discrepan sobre la forma en que lo hacen. "A m¨ª me parece incre¨ªble que un hombre que se jacta de haber llevado la ropa de nuestro Ej¨¦rcito no tenga la decencia de agradecerle al pa¨ªs gratuitamente ante las c¨¢maras todo lo que se ha hecho por ellos. Se est¨¢n vendiendo a gente que los puede destrozar", sostiene G¨®mez-Pablos.
Es notorio que la primera entrevista que se ha concedido en exclusiva en televisi¨®n la ha ofrecido el minero Edison Pe?a al programa Primer plano, de la far¨¢ndula.
Entre varios profesionales muy pr¨®ximos al rescate existe la convicci¨®n de que los mineros intentan proteger a toda costa algunos detalles muy ¨ªntimos de su vida en la mina. "Pero se est¨¢n vendiendo a unos programas que no tienen escr¨²pulos por la intimidad de nadie y los van a devorar. Nosotros, en mi canal, hemos tomado la decisi¨®n de no participar en este circo y volvernos desde Copiap¨® a Santiago", a?adi¨® G¨®mez-Pablos.
No ser¨¢ f¨¢cil para los 33 mantener el pacto de silencio. Hasta el viernes, la idea generalizada era que Luis Urz¨²a hab¨ªa sido el l¨ªder de los 33. Pero Mario Sep¨²lveda, el minero que hab¨ªa desempe?ado labores de periodista-conductor, declaraba que el jefe fue ¨¦l. Y Yonny Barrios, el que ejerci¨® de enfermero, lo corrobor¨® al diario El Mercurio: "Ahora lo puedo decir con toda franqueza. El que aport¨® desde el principio fue Mario Sep¨²lveda. Fue ¨¦l quien hizo todo por nosotros, el que organiz¨® todo el equipo. Nos alentaba para que no perdi¨¦ramos la esperanza de que alg¨²n d¨ªa ¨ªbamos a salir".
Barrios alcanz¨® una gran popularidad despu¨¦s de que su pareja actual y su esposa, de la que no se ha separado legalmente, mantuviesen una agria discusi¨®n al pie de la mina San Jos¨¦. Su pareja pregonaba ayer a todos los medios que "su Tarz¨¢n" es solo suyo. Afirmaba, adem¨¢s, que Barrios mantuvo relaci¨®n con una tercera mujer, de 25 a?os, a la que ella se encarg¨® de impedirle la entrada en el hospital. O sea: carne de la prensa amarilla.
Yonny Barrios, mientras tanto, igual que algunos de sus compa?eros -como V¨ªctor Segovia, el minero que redact¨® un diario de la tragedia, y Omar Reigadas-, ha declarado que pretende volver a la mina. Tal vez, la mina sea lo ¨²nico que pueda salvar a algunos de ellos del nuevo pozo en el que se est¨¢n metiendo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.