Obama alerta del peligro de que Estados Unidos pierda la supremac¨ªa mundial
La creaci¨®n de puestos de trabajo y la necesidad de contener el d¨¦ficit, dos de los puntos elementales del discurso sobre el estado de la Uni¨®n del presidente
Acudiendo a reminiscencias de la vieja competencia con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Barack Obama convoc¨® esta noche a su pa¨ªs a asumir los retos que los nuevos tiempos representan para Estados Unidos y hacer los esfuerzos requeridos para mantener un liderazgo mundial que reconoci¨® amenazado. "Este es el momento Sputnik de esta generaci¨®n", dijo el presidente para describir el peligro cierto de que otra naci¨®n, China, sobrepase a Estados Unidos en la aventura de esta nueva ¨¦poca.
El lanzamiento en 1957 del Sputnik sovi¨¦tico, el primer sat¨¦lite que cubri¨® la ¨®rbita terrestre, fue, en su tiempo, la mayor demostraci¨®n de fuerza de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y una gigantesca llamada de atenci¨®n para Estados Unidos. All¨ª empez¨® lo que se llam¨® la carrera espacial, que los norteamericanos acabar¨ªan ganando al colocar al primer hombre en la Luna en 1969.
"Hace medio siglo", dijo Obama en su discurso, "cuando los sovi¨¦ticos nos ganaron en el espacio con el lanzamiento del Sputnik, no ten¨ªamos ni idea de que alg¨²n los vencer¨ªamos en la Luna. No ten¨ªamos la ciencia necesaria. La NASA no exist¨ªa". "Pero despu¨¦s de invertir en mejor investigaci¨®n y mejor educaci¨®n", a?adi¨®, "no solamente sobrepasamos a los sovi¨¦ticos sino que desatamos una ola de innovaci¨®n que cre¨® nuevas industrias y millones de nuevos puestos de trabajo".
Obama no mencion¨® a China en t¨¦rminos negativos ni la relacion¨® con ninguna actitud hostil hacia Estados Unidos. Desde ese punto de vista, esta ¨¦poca no es la de la Guerra Fr¨ªa. "No hay muros que separen el Este y el Oeste, no hay ning¨²n rival alineado contra nosotros", afirm¨®. "El ¨¦xito en este mundo cambiante", manifest¨®, hay que buscarlo por caminos distintos a los que se buscaron contra la URSS, "mediante las reformas, la responsabilidad y la innovaci¨®n". "Tambi¨¦n requerir¨¢", advirti¨®, "una nueva concepci¨®n de nuestra pol¨ªtica exterior: as¨ª como los empleos y los negocios cruzan las fronteras, tambi¨¦n pueden hacerlo los peligros".
Con la alusi¨®n al Sputnik, tan viva en la memoria feliz del pueblo norteamericano, Obama no solo record¨® la trascendencia del momento hist¨®rico en el que vivimos sino la enorme capacidad de reacci¨®n que siempre ha caracterizado a esta sociedad. Al mismo tiempo, introdujo dos de los elementos centrales de su discurso: empleos y gasto p¨²blico.
El presidente destac¨® la necesidad de que la recuperaci¨®n econ¨®mica que ya experimenta Estados Unidos se traduzca cuanto antes en creaci¨®n de puestos de trabajo. "La econom¨ªa est¨¢ creciendo otra vez", asegur¨®. "Pero nosotros nunca hemos medido el progreso por las cifras econ¨®micas. Lo medimos por el ¨¦xito de nuestros ciudadanos, por los empleos que tienen a su disposici¨®n y la calidad de esos empleos, por las perspectivas del due?o de un peque?o negocio que sue?a con transformar una buena idea en una empresa de ¨¦xito, por las oportunidades de que nuestros hijos tengan una vida mejor".
Con ese fin, Obama defendi¨® la necesidad de mantener la inversi¨®n p¨²blica en algunos programas esenciales, para mejorar la formaci¨®n, la educaci¨®n y la salud de sus compatriotas. Pero quiso demostrar tambi¨¦n su preocupaci¨®n por contener el d¨¦ficit y, con ese fin, propuso extender de tres a cinco a?os su compromiso de congelar los gastos del Estado mediante recortes en aquellos proyectos que no se consideren prioritarios, lo que, seg¨²n ¨¦l, recortar¨ªa el d¨¦ficit en 400.000 millones de d¨®lares en la pr¨®xima d¨¦cada.
Entre esos recortes, el presidente confirm¨® la reducci¨®n de 78.000 millones de d¨®lares en gastos militares -aunque no precis¨® esa cifra- que previamente hab¨ªa anunciado el secretario de Defensa, Robert Gates. Esos recortes no afectar¨¢n a la guerra de Afganist¨¢n ni a los planes de jubilaci¨®n de los militares retirados; se concentrar¨¢n en la eliminaci¨®n de algunos programas de construcci¨®n de nuevos armamentos.
Esta propuesta es considerada insuficiente por los republicanos, que proponen devolver el nivel de gasto p¨²blico al punto en el que estaba en 2008, el ¨²ltimo a?o de la presidencia de George Bush. La oposici¨®n tampoco quiere incluir el gasto militar entre los recortes para la reducci¨®n del d¨¦ficit.
Pese a las diferencias ostensibles entre dem¨®cratas y republicanos en ese y otros puntos, ambos partidos han hecho esta noche un esfuerzo por mantener las formas: los congresistas de uno y otro lado se sentaron juntos, rompiendo la tradicional separaci¨®n de esca?os. Desde las elecciones de noviembre pasado, los republicanos son mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes, pero los dem¨®cratas mantienen una corta ventaja en el Senado, por lo que cualquier proyecto relevante exige la colaboraci¨®n de ambos.
El presidente hizo a lo larga de su alocuci¨®n varias llamadas al entendimiento y el trabajo bipartidista. "Los desaf¨ªos que tenemos por delante son m¨¢s grandes que los partidos y la pol¨ªtica. Lo que est¨¢ en juego no son las pr¨®ximas elecciones sino la posici¨®n de Estados Unidos, no como un lugar en el mapa sino como faro para el resto del mundo".
"Ese es el proyecto", a?adi¨® Obama, "en el que el pueblo norteamericano quiere que trabajemos. Juntos".
Obama repas¨® los principales asuntos de la pol¨ªtica exterior sin incorporar grandes novedades a su pol¨ªtica conocida respecto a Pakist¨¢n o la guerra contra Al Qaeda. Pero puso mucho ¨¦nfasis en respaldar el reciente levantamiento popular en T¨²nez. "El deseo del pueblo se ha demostrado m¨¢s fuerte que el pu?o del dictador", dijo. "Perm¨ªtanme decirlo con claridad: Estados Unidos apoya al pueblo de T¨²nez y las leg¨ªtimas aspiraciones democr¨¢ticas de todos los pueblos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.