Mubarak se aferra al poder en Egipto
El presidente siembra la confusi¨®n al decir que quiere seguir hasta septiembre pero que transferir¨¢ poderes al vicepresidente.- Los manifestantes en la plaza de la Liberaci¨®n reaccionan con indignaci¨®n
El presidente de Egipto, Hosni Mubarak, se resiste a dejar el cargo. El rais ha reiterado su deseo de continuar hasta las elecciones de septiembre, aunque ha se?alado que transferir¨¢ parte de sus poderes al vicepresidente, Omar Suleim¨¢n. En un discurso paternalista, ha aludido a las "demandas justas" de los manifestantes y ha dicho que no castigar¨¢ las revueltas. A los pocos minutos, el vicepresidente, Omar Suleim¨¢n, ha dirigido otro discurso a los egipcios en el que les ha pedido que se marchen a casa y que no vean "las televisiones extranjeras". "No ha pasado lo que nos hab¨ªan dicho que iba a pasar", ha asegurado una fuente del Gobierno de EE UU a la cadena CNN. Washington ha reunido al equipo de seguridad del presidente. Tampoco es lo que esperaba la multitud congregada en la plaza de la Liberaci¨®n de El Cairo, que ha recibido entre la indignaci¨®n y la decepci¨®n las palabras del hombre que dirige Egipto desde hace 29 a?os, tras una tarde de intensos rumores sobre su posible renuncia.
El punto de partida ha sido un comunicado del Consejo Supremo del Ej¨¦rcito, tras reunirse para discutir sobre su posici¨®n en la situaci¨®n que atraviesa el pa¨ªs, en el que expresaba su apoyo a las "demandas leg¨ªtimas del pueblo", al que aseguraba que proteger¨ªa. El jefe del partido de Mubarak reconoc¨ªa que se estaba discutiendo su posible marcha, de la que se mostraba partidario. Parec¨ªa que, al fin, el r¨¦gimen estaba dispuesto a conceder a los opositores su principal reivindicaci¨®n: la ca¨ªda del rais. Durante toda la tarde, miles y miles de personas han abarrotado como nunca la c¨¦ntrica plaza cairota, donde se han instalado pantallas para seguir el discurso presidencial. No han escuchado la noticia que esperaban.
Ha sido un discurso profundamente paternalista hacia los manifestantes, aunque no les ha concedido la dimisi¨®n clara que estos le piden desde hace 17 d¨ªas. "Como presidente de la naci¨®n, no encuentro ninguna incomodidad en o¨ªr a la juventud de mi pueblo", les ha dicho. "La sangre de vuestros m¨¢rtires no se va a perder", ha a?adido al anunciar que no habr¨¢ represalias por las protestas. Las palabras m¨¢s duras han ido dirigidas a las "inaceptables imposiciones del exterior". Luego ha recordado su compromiso, expresado la pasada semana, de continuar pilotando el pa¨ªs para realizar una transferencia ordenada del poder. Ha hablado de la reforma de varios art¨ªculos constitucionales y de la transferencia de poderes a Suleim¨¢n, pero no ha especificado en qu¨¦ se concreta esa cesi¨®n.
El l¨ªder opositor El Baradei, en quien la oposici¨®n tiene puestos los ojos como uno de los l¨ªderes de la transici¨®n democr¨¢tica en el pa¨ªs, ha reaccionado con fuerza ante el discurso de la paz. El noble de la Paz ha asegurado en su cuenta de Twitter: "Egipto explotar¨¢. El Ej¨¦rcito debe salvar al pa¨ªs ahora". Para el Baradei, Mubarak ha perdido toda legitimidad para permanecer en el poder. "La gente est¨¢ muy enfadada" o "deber¨ªamos estar preocupados" son algunas de las frases que el premio nobel ha dicho a la cadena CNN.
Una tarde de sobresaltos
La alocuci¨®n de Mubarak no ha contribuido a clarificar la jornada de incertidumbre que vive Egipto tras una tarde de sobresaltos. Despu¨¦s del comunicado militar, los manifestantes en la plaza de la Liberaci¨®n han celebrado un discurso del jefe del Ej¨¦rcito, quien les aseguraba in situ que sus demandas "se cumplir¨¢n". A la vez, Hossan Badrawi, secretario del oficialista Partido Nacional Democr¨¢tico, reconoc¨ªa que se estaba discutiendo la salida del presidente, pero el primer ministro, Ahmad Safiq, la dejaba "en manos de Mubarak". El ministro de Informaci¨®n, An¨¢s el Fiqi, atribu¨ªa todo a "rumores" -"definitivamente no se va", ha dicho escasos minutos antes de la alocuci¨®n televisada- y la Casa Blanca advert¨ªa que estaba siguiendo la "situaci¨®n fluctuante".
Tras las palabras del Ej¨¦rcito, la mayor¨ªa de analistas cre¨ªan que Suleim¨¢n asumir¨ªa un poder bajo tutela militar. Un dirigente de los Hermanos Musulmanes, principal fuerza opositora, llegaba a expresar a Reuters su temor a que lo que se est¨¢ viviendo sea un "golpe de Estado" de las Fuerzas Armadas. Las palabras de Mubarak no han despejado ninguna de ambas inc¨®gnitas. Parece claro, en cualquier caso, que lo que se discute en Egipto es la forma de una transici¨®n que se ha precipitado ante la masiva protesta que los opositores han convocado ma?ana.
En la plaza de la Liberaci¨®n, la rabia ha sucedido a la alegr¨ªa. Durante la tarde, los militares han cedido el control de los accesos a los organizadores de la concentraci¨®n. La c¨¦ntrica plaza cairota se ha llenado m¨¢s que nunca al saberse que Mubarak podr¨ªa dejar el poder. Miles y miles de egipcios han puesto rumbo entonces hacia all¨ª. Los registros de mochilas para evitar la entrada armas quedaba en manos de los propios opositores al r¨¦gimen, una forma clara de agilizar las colas de entrada. No est¨¢ claro lo que har¨¢n ahora los soldados, que durante las ¨²ltimas horas han limitado a saludar a las personas que llegaban. El vicepresidente Suleim¨¢n ha pedido a los manifestantes, en la alocuci¨®n que ha seguido a la del rais, que se vayan a casa para avanzar "unidos" hacia el futuro.
Viernes, d¨ªa de oraci¨®n. La protesta convocada ma?ana es otra de las jornadas se?aladas como clave por los opositores al r¨¦gimen. Esperan congregar de nuevo a cientos de miles de personas, como lo hicieron el pasado viernes -marcado como el D¨ªa de la Despedida" del dictador-, o el martes -cuando desbordaron la plaza y marcharon a miles hacia el Parlamento. Adem¨¢s, ten¨ªan previsto plantarse ante el edificio de la radio y la televisi¨®n estatales. La previsi¨®n, adem¨¢s, es que se les unan egipcios de todo el pa¨ªs, algo que el r¨¦gimen ha tratado de evitar cortocircuitando el ferrocarril. Hoy era imposible conseguir un billete de tren a El Cairo: todos estaban agotados.
El movimiento segu¨ªa hoy activo en la capital egipcia. Miles de estudiantes han salido a primera hora a la calle para sumarse a las protestas. A todo se une la cadena de huelgas de trabajadores de varios sectores que reclaman mejoras de salarios y de sus condiciones laborales. Miles de trabajadores de los sectores textil, de telecomunicaciones y metal¨²rgicos secundan paros por todo el pa¨ªs, lo que podr¨ªa causar una a¨²n mayor par¨¢lisis econ¨®mica. Trabajadores del canal de Suez se niegan a retomar la actividad desde hace varios d¨ªas, y profesores universitarios y funcionarios han protagonizado protestas en pos de mejores salarios, al igual que trabajadores de correos y de la compa?¨ªa estatal de comunicaciones Telecom Egypt. No est¨¢ claro como afectar¨¢n los acontecimientos de la tarde al nutrido movimiento del 25 de enero. Aunque, por las reacciones que han seguido al discurso presidencial, parece poco probable que se disuelva.
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