El Ej¨¦rcito egipcio se compromete a "traspasar pac¨ªficamente el poder" a una autoridad civil
Los militares lanzan un mensaje de tranquilidad a Israel al comprometerse a cumplir los tratados internacionales.- Las autoridades investigan a los colaboradores m¨¢s estrechos del expresidente, que tienen prohibido abandonar el pa¨ªs.- La plaza de la Liberaci¨®n va recuperando la normalidad al tiempo que crecen los rumores sobre el futuro del ya expresidente
Egipto vive su primer d¨ªa sin Hosni Mubarak tras 18 d¨ªas de protestas que han acabado con el r¨¦gimen. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcias, al que el ex presidente Hosni Mubarak cedi¨® ayer todos sus poderes , se ha comprometido mediante un comunicado, a "traspasar pac¨ªficamente el poder, en el marco de un sistema democr¨¢tico libre, a una autoridad civil".
Est¨¦ ¨®rgano tambi¨¦n garantiza que cumplir¨¢ con "todos los acuerdos y tratados regionales e internacionales". En su comunicado, el cuarto que dan a conocer en las ¨²ltimas 48 horas, los militares instan al actual ejecutivo y a los gobernadores del pa¨ªs a "llevar a cabo sus funciones hasta la formaci¨®n de un nuevo gobierno". El Gobierno israel¨ª, de mano de su primer ministro Benjamin Netanyahu, ya ha contestado a esta declaraci¨®n de intenciones del Ej¨¦rcito egipcio y ha calificado de "noticia positiva" su compromiso de mantener los acuerdos de paz. "El tratado de paz entre Israel y Egipcio ha sido y es una gran contribuci¨®n de ambos pa¨ªses", ha asegurado Netanyahu. Por su parte, el ministro de Finanzas israel¨ª, Yuval Steinitz, ha asegurado en una entrevista entelevisiva que "la paz es el ¨²nico inter¨¦s para Israel, y tambi¨¦n para Egipto. Estamos muy felices por el anuncio".
La nota del Ej¨¦rcito egipcio sienta las bases, en seis puntos, de las pr¨®ximas actuaciones del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que "aspira al traspaso pac¨ªfico del poder, en el marco de un sistema democr¨¢tico libre, a una autoridad civil elegida para gobernar el pa¨ªs y construir un estado democr¨¢tico y libre", reza el cuarto punto del comunicado le¨ªdo por el portavoz. Asimismo, reafirma el "compromiso de la Rep¨²blica Arabe de Egipto con todos los acuerdos y tratados regionales e internacionales". Los militares tambi¨¦n han se?alado que los ministros permanecer¨¢n en el Gobierno en tanto no se nombre un nuevo Ejecutivo. Adem¨¢s, el Ej¨¦rcito ha hecho un llamamiento a la polic¨ªa para que se mantengan fieles al lema de "servir al ciudadano".
Las autoridades han abierto una investigaci¨®n contra los miembros m¨¢s cercanos al expresidente Mubarak, que tienen adem¨¢s prohibido abandonar el pa¨ªs. Anas el Fekky, ministro de Informaci¨®n, est¨¢ bajo arresto domiciliario y est¨¢n bajo vigilancia el exprimer ministro Ahmed Nazif y exministro de Interior, Habib al-Adli.
Vuelta a la normalidad
La plaza de la Liberaci¨®n, epicentro de las protestas, recupera poco a poco la normalidad, los militares han empezado a desmontar las barricadas y la gente se organiza para limpiar el lugar. El campamento y las tiendas de la zona central permanecer¨¢n en la plaza de manera simb¨®lica. Existe una sensaci¨®n de misi¨®n cumplida entre los egipcios, que sin embargo no descartan volver a las protestas si el nuevo Gobierno no cumple con sus promesas democr¨¢ticas, como han expresado hoy los j¨®venes activistas del movimiento del 25 de enero. En el Parlamento, otro de los lugares donde se ha acumulado la tensi¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas, las barricadas ya han desaparecido. Los propios manifestantes junto al Ej¨¦rcito se han encargado de retirarlas esta ma?ana. El tr¨¢fico en toda la ciudad recupera el bullicio y el ruido habituales y el inicio del toque de queda se ha retrasado hasta las doce de la noche.
Marc Franco, embajador de la Uni¨®n Europea en El Cairo, se ha paseado esta ma?ana entre la gente que a¨²n permanec¨ªa en la Plaza de Liberaci¨®n. Era la primera vez que lo hac¨ªa, despu¨¦s de los 18 d¨ªas que ha durado la revuelta: "Los j¨®venes egipcios ya han conseguido el primer reto, conseguir que Hosni Mubarak dimitiera. Ahora les toca formar Gobierno y hacer reformas econ¨®micas", ha declarado el diplom¨¢tico, que portaba una bandera en el bolsillo de la camisa.
La ola de cambio en el mundo ¨¢rabe que empez¨® en T¨²nez se extiende ahora a Argelia, donde la manifestaci¨®n de esta ma?ana, coartada por la presencia masiva de polic¨ªas y que se preve¨ªa masiva, se ha saldado con decenas de heridos y detenidos tras los choques con la polic¨ªa.
El pa¨ªs ha empezado a caminar hacia un futuro lleno de esperanzas. No puede esperar un camino f¨¢cil, pero el primer paso ha constituido un momento casi a¨¦reo de orgullo y euforia. La algarab¨ªa se extendi¨® durante todo el d¨ªa de ayer como una fuerza imparable capaz de arrasar un r¨¦gimen. Las voces se alzan con la convicci¨®n, esta vez, de haber puesto un pie en la Historia.
Los egipcios han demostrado en 18 jornadas extraordinarias que la uni¨®n entre las nuevas redes sociales y las viejas manifestaciones puede derribar cualquier muro. La libertad se ha abierto ante ellos dulce, enorme, casi inabarcable. Fueron pacientes, constantes y pac¨ªficos ante los ¨²ltimos zarpazos de la tiran¨ªa, y han triunfado: Hosni Mubarak,dictador durante 30 a?os, ha dimitido y huy¨® hacia su mansi¨®n de Sharm el Sheij, en el mar Rojo. Con el colof¨®n de que Suiza congel¨® pocas horas despu¨¦s buena parte de su fortuna, estimada en varios miles demillones de euros.
"Mabruk, Mabruk!", felicitaba un soldado al borde de las l¨¢grimas a un anciano con galabeya (t¨²nica) y turbante que se abrazaba a ¨¦l. A su alrededor todo era rojo, blanco y negro. Los colores de la bandera ondean por cualquier rinc¨®n, asoman por las ventanillas de los coches o decoran los rostros.
Desvanecimientos, ataques de nervios y torceduras han tomado el relevo a las heridas de bala y las pedradas. Egipto entero canta y baila. Los cl¨¢sicos sirven para cualquier ocasi¨®n: "Nuestra canci¨®n habla del pueblo, de los pobres que no tienen nada pero lo pueden todo y luchan por su libertad, porque son fuertes y tienen convicciones y dignidad", gritaba Samer Maher mientras sus amigos bailaban con los brazos alzados chasqueando los dedos al comp¨¢s de una canci¨®n de Said Darwish.
"Es el mejor d¨ªa de mi vida". "Es lo que siempre quise para mis hijos"."Tengo 27 a?os y nunca pens¨¦ que podr¨ªa elegir al pr¨®ximo presidente.En unas elecciones libres, en democracia.... Este es solo el primerpaso, ma?ana estaremos otra vez en Tahrir". Todo el mundo tiene unahistoria que contar esta noche en la plaza Tahrir.
En los tanques, los soldados tratan de contenerse mientras de todas partes surgen espont¨¢neos que les besan o cubren con banderas. En la entrada de un puesto de zumos un hombre insist¨ªa en invitar a un jugo de ca?a a dos militares de escaso mostacho a los que sacaba varias cabezas.
El Ej¨¦rcito ha asumido temporalmente el poder, con la promesa de una "transici¨®n pac¨ªfica" hacia "una sociedad democr¨¢tica". El papel de los militares en la victoria que los egipcios celebran ha sido considerado fundamental por un pueblo que puso en ellos sus esperanzas, pero temi¨® por un momento haberse confiado demasiado. Durante los primeros minutos los j¨®venes soldados no se atrevieron a unirse a la celebraci¨®n, pero el pueblo empujaba fuerte y no fueron capaces de mantener la serenidad mucho tiempo. Sin perder el control de la situaci¨®n, manteniendo las identificaciones y los cacheos, los militares terminaron uni¨¦ndose a la fiesta.
Nueva etapa en Oriente
La ca¨ªda del rais, celebrada por Estados Unidos y Europa, abre tambi¨¦n una nueva etapa en Oriente Pr¨®ximo. Mientras Israel y Arabia Saud¨ª han expresado su inquietud por el cambio, los islamistas de Gaza, Ir¨¢n y L¨ªbano lo ven como una oportunidad. Tras las revoluciones de T¨²nez y Egipto, millones de ciudadanos ¨¢rabes y norteafricanos han constatado que pueden elegir su propio destino.
Los grandes momentos hist¨®ricos, y el de ayer lo fue sin duda, se resumen en pocas palabras. Como la breve declaraci¨®n de Omar Suleim¨¢n, el vicepresidente que intent¨® heredar un r¨¦gimen y fue engullido por los acontecimientos [Aqu¨ª puedes ver el v¨ªdeo]: "En las dif¨ªciles circunstancias que atraviesa el pa¨ªs, el presidente Hosni Mubarak ha decidido abandonar su cargo. Ha encargado al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que dirija los asuntos del Estado". Eso fue todo. Segundos despu¨¦s, como si 80 millones de egipcios hubieran estado escuchando el mensaje televisado, el pa¨ªs entero estall¨® en j¨²bilo.
El tono desafiante que Mubarak y el propio Suleim¨¢n hab¨ªan utilizado la v¨ªspera, la inmensa decepci¨®n y rabia que hab¨ªan provocado en la multitud, han quedado lejos en un instante. Probablemente ambos sab¨ªan, cuando aparecieron en televisi¨®n el jueves por la noche, que el poder se les escurr¨ªa de las manos. Mubarak habl¨® esa noche con un amigo personal, el ministro israel¨ª Benjam¨ªn Ben-Eliezer, y le confes¨® que hab¨ªa llegado el final de su era. "Solo aspiraba a marcharse con dignidad", coment¨® Ben-Eliezer. Ni eso consigui¨®. En el ¨²ltimo momento, solo pudo huir en helic¨®ptero de un palacio rodeado por manifestantes. Con el colof¨®n habitual en estos casos: la congelaci¨®n de su fortuna, estimada en muchos miles de millones de euros, por parte de los bancos suizos.
Presi¨®n del Ej¨¦rcito
A¨²n no se conoce bien el desarrollo de los momentos finales. Parece claro, en cualquier caso, que los mandos militares hicieron saber a Mubarak, en alg¨²n momento del jueves, que su resistencia ya era in¨²til. Los generales, sin embargo, no han querido empujar hasta la calle al que hab¨ªa sido su h¨¦roe y segu¨ªa siendo un amigo y un jefe respetado. Eso explicar¨ªa los confusos comunicados del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, el incomprensible discurso de Mubarak, mezcla de arrogancia, sentimentalismo y minucias constitucionales, y la confusi¨®n que domin¨® la jornada. "Hubo un pulso oculto entre el Ej¨¦rcito y el d¨²o Mubarak-Suleim¨¢n", explic¨® a la edici¨®n digital de Al Ahram el general Safwat el-Zayat, exdirigente de los servicios secretos egipcios.
Ante Egipto se abren enormes esperanzas. Tambi¨¦n grandes inc¨®gnitas. El nuevo m¨¢ximo dirigente, el general Mohamed Tantaui, se dirigi¨® anoche a la naci¨®n para decir que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas estudiaba la situaci¨®n y sus pr¨®ximas medidas, para homenajear a los j¨®venes "m¨¢rtires" de la revuelta y para rendir tributo a Hosni Mubarak por "sus sacrificios en tiempos de paz y de guerra". De Tantaui se esperaba una tutela temporal en la transici¨®n hacia la democracia. Eso era lo que hab¨ªa prometido en un anterior comunicado: conducir pac¨ªficamente a los egipcios a una sociedad democr¨¢tica. El Ej¨¦rcito ya hab¨ªa prometido levantar el estado de excepci¨®n cuando la gente desmontara el campamento de la plaza de la Liberaci¨®n.
Sus primeras ¨®rdenes, no confirmadas oficialmente, han consistido en la destituci¨®n del Gobierno y en la disoluci¨®n del Parlamento. En cualquier otra situaci¨®n, esas decisiones ser¨ªan interpretadas como el inicio de una dictadura de los espadones. En Egipto han puesto fin a un sistema tir¨¢nico, cruel y corrupto hasta la m¨¦dula. El hecho de que el general Tantaui no mencionara siquiera a Suleim¨¢n se he interpretado como una ruptura seca con el poder ca¨ªdo. No ha habido el menor intento de simular alguna continuidad constitucional con el pasado.
Nueva generaci¨®n de pol¨ªticos
Conviene recordar, en cualquier caso, que Tantaui es amigo de Mubarak y le ha sido fiel hasta el final. Y que los generales de mayor rango, Tantaui y el resto de los miembros del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, han sido parte esencial de la dictadura y se beneficiaron de la corrupci¨®n. El Ej¨¦rcito se neg¨® a disparar contra la multitud en los momentos m¨¢s cr¨ªticos de la revuelta y eso, adem¨¢s de acrecentar su prestigio entre la poblaci¨®n, permiti¨® que la ca¨ªda del r¨¦gimen no conllevara un ba?o de sangre. No existe indicio alguno, sin embargo, de que los generales sean fervientes dem¨®cratas, ni de que est¨¦n dispuestos a renunciar a su poder y privilegios. Cabe suponer m¨¢s bien lo contrario. La evoluci¨®n de Egipto hacia un sistema de libertad y justicia no ha hecho m¨¢s que empezar.
La mayor potencia del mundo ¨¢rabe dispone, al menos, de una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos. No son los ancianos Mohamed el Baradei o Amr Musa, que desde el inicio de la revuelta se postularon como posibles futuros presidentes de un Egipto democr¨¢tico, sino los 20 o 30 j¨®venes profesionales que organizaron a trav¨¦s de Facebook y el correo electr¨®nico una revoluci¨®n inspirada en la de T¨²nez, pero de volumen y consecuencias mucho mayores. El l¨ªder de ese grupo, Wael Ghoneim, ejecutivo comercial de Google en la regi¨®n, casado con una estadounidense e ideol¨®gicamente liberal, representa mejor que nadie tanto el rostro como el impulso de una generaci¨®n egipcia que desea libertad pol¨ªtica, econ¨®mica, social y religiosa, en un sistema capaz de integrar con igual comodidad a los Hermanos Musulmanes, a los profesionales laicos y al Egipto profundo, rural y analfabeto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.