Testigos: "Las personas en la calle no est¨¢n armadas, los j¨®venes se enfrentan con su cuerpo"
Ciudadanos libios y extranjeros que se encuentran en el pa¨ªs relatan la situaci¨®n en distintas zonas, desde la tranquilidad y la ilusi¨®n al miedo y la escasez
Pese a los intentos del r¨¦gimen de Muamar el Gadafi de acallar a su pueblo y las dificultades para comunicarse en Libia, EL PA?S ha conseguido contactar con algunos testigos de lo que all¨ª est¨¢ sucediendo: residentes en Libia, espa?oles que estaban all¨ª trabajando, familiares de personas que intentan salir del pa¨ªs... Los ¨²ltimos testimonios tratan de dibujar la situaci¨®n que viven los libios en la capital, Tr¨ªpoli, escenario de la que, presumiblemente, ser¨¢ la ¨²ltima batalla.
M.D., ingeniero, desde Hai-Andulas, a las afueras de Tr¨ªpoli: "Escuchamos disparos desde hace un par de d¨ªas"
Despu¨¦s de dos d¨ªas sin noticias de nuestros contactos en Tr¨ªpoli, el ingeniero inform¨¢tico libio M.D. cuenta que est¨¢ a salvo. "La ¨²ltima noche fue tranquila aunque llevamos escuchando disparos desde hace un par de d¨ªas pero no hay ataques a¨¦reos", dice. M.D. comenta que la situaci¨®n en la capital es mucho m¨¢s tranquila que la que est¨¢n viviendo otras ciudades como Tayota y la zona de Dahmany al Zaiat, donde hay mercenarios que "persiguen a cualquiera que parezca un manifestante".
El ¨¢rea de Fashloom es la m¨¢s peligrosa de Tr¨ªpoli, seg¨²n este ingeniero inform¨¢tico libio que dice no dormir m¨¢s de dos o tres horas desde que empezaronlas revueltas. "Creo que el r¨¦gimen es muy d¨¦bil. La pregunta es cu¨¢ndo y por qu¨¦ precio caer¨¢ el r¨¦gimen de Gadafi", declara M.D. desde Hai-Andulas, a 10 km de Fashlooom. Este ciudadano libio asegura que no han logrado comprar pan en la ¨²ltima semana y que viajar por la noche es muy peligroso.
"Ten¨¦is que saber que Gadafi no va a abandonar el poder pac¨ªficamente. Ya lo dijo en su discurso, morir¨¢ matando", dice M.D. El ingeniero libio ha logrado hablar con su hermana, quien, desde Bin Ashour, ha podido ver c¨®mo las fuerzas de seguridad repel¨ªan las protestas tras la oraci¨®n.
Un libio-espa?ol, 42 a?os, trabajador de una empresa de catering en Tr¨ªpoli: "Estamos cansados de tanta opresi¨®n"
Hace unos d¨ªas enterr¨® a su primo de 26 a?os; tiene miedo, como la mayor¨ªa de los libios, pero no piensa dejar su pa¨ªs pese a ello, no va a regresar a Espa?a, en donde ha vivido la mayor parte de su vida. No ha luchado con sus manos en las revueltas por respeto a sus padres, pero le encantar¨ªa. "Los libios s¨®lo quieren libertad, estamos cansados de tanta opresi¨®n. Hemos estallado por un efecto domin¨®, pero ya le tocaba a Libia. La poblaci¨®n libia es muy joven, tienen muchas aspiraciones y quieren democracia", cuenta en una llamada telef¨®nica.
Por el momento, en su zona de Tr¨ªpoli, no tienen falta de comida, aunque en las tiendas cada vez escasean m¨¢s cosas. Aunque no participe en las revueltas, s¨ª las ha presenciado. "Las personas en la calle no est¨¢n armadas, salvo los n¨²cleos cercanos al poder. Los j¨®venes se enfrentan con su cuerpo", asegura, mientras cuenta que hay luchas en cada calle de la capital porque "todo es espont¨¢neo, nada est¨¢ organizado".
Pese al miedo constante y la "brutalidad de la represi¨®n", conf¨ªa en que llegue pronto la libertad. "Este pa¨ªs tiene recursos suficientes y gente muy dispuesta. S¨®lo hace falta confianza y soporte del exterior".
Samir Ahmad, 35 a?os, agente comercial libio en Barcelona: "Solo les queda comida para una semana"
Samir Ahmad, empleado en una marmoler¨ªa, estaba ayer entre los 300 manifestantes de Sant Jaume. ?l est¨¢ s¨®lo en Espa?a. Lleg¨® a la Ciudad Condal en 2000 porque "era cr¨ªtico con el r¨¦gimen" y no quiso poner en peligro a los suyos. La familia de Ahmad vive en Tr¨ªpoli. ?l lleva tres d¨ªas sin dormir por no poder estar all¨ª "luchando hasta el final". "Estuve en la ciudad por trabajo hace dos semanas, pero tuve que volver a por material y ya no me dejaron regresar".
El comercial libio recibi¨® noticias de su madre esta ma?ana. "Me ha dicho que est¨¢n bien, pero solo les queda comida para una semana. Despu¨¦s de eso, el destino est¨¢ oculto", relata con tristeza. Las tiendas est¨¢n desabastecidas porque el puerto est¨¢ cerrado.
Souheib Oueslati, bi¨®logo de T¨²nez: "Han abierto fuego contra civiles"
"Los tunecinos que han vuelto de Libia cuentan historias de violencia extrema", ha relatado a este diario Oueslati desde el pa¨ªs vecino. "Hablan de una guerra civil, una masacre a manos de Gaddafi, que ha abierto fuego contra civiles, con artiller¨ªa pesada y aviones. Ha sembrado el p¨¢nico en la calle".
A. A., 33 a?os, dentista, Gergaresh (Tr¨ªpoli):"Pretende que vivamos felices mientras corre la sangre"
La dentista cuenta que ha perdido la comunicaci¨®n telef¨®nica totalmente y que, durante la tarde, ha escuchado disparos. Sus vecinos dicen que hay m¨¢s protestas en Tajura, Sooq Aljumoa, Fashloom y Gurji. A. A. afirma que el discurso de Gadafi no le "convence". El mandatario ha ofrecido mil dinares libios a cada familia para "ganar apoyos". "Pretende que vivamos felices y que salgamos a danzar a la calle mientras corre la sangre".
La dentista libia, que vive en Gergaresh, un barrio costero con hoteles de Tr¨ªpoli, cont¨® a este diario ayer que, seg¨²n testimonios de amigos suyos, las milicias entraron en un centro hospitalario y se llevaron los cuerpos de los manifestantes ca¨ªdos en las calles, pese a la oposici¨®n de los m¨¦dicos. La noche anterior hab¨ªan entrado para prohibir a los trabajadores que tomaran fotos o v¨ªdeos de los muertos y heridos.
Adel Abdelmola, libio residente en Barcelona: "Es muy significativo que miles de personas se hayan concentrado hoy en la Plaza Verde"
Adel Abdelmola fue uno de los libios que se manifestaron ayer en la plaza Sant Jaume de Barcelona en apoyo a su pueblo. Su familia vive en Zauiya, donde murieron anoche 60 personas. Les han cortado la luz y s¨®lo tienen tel¨¦fono por la noche, intermitentemente. "Los viernes son festivos, d¨ªas para quedarse en casa con la familia, as¨ª que es muy significativo que miles de personas se hayan concentrado hoy en la Plaza Verde", explica Abdelmola. Su hermano y su padre est¨¢n all¨ª, manifest¨¢ndose.
Abdelhamed, 23 a?os, estudiante de Medicina: "Ya no necesitamos para nada a Gadafi"
"Tenemos agua, tenemos comida, los hospitales tienen suficiente material... ya no necesitamos para nada a Gadafi". Abdelhamed suena tranquilo e ilusionado por el tel¨¦fono. Los d¨ªas anteriores han sido duros para ¨¦l y sus vecinos de la localidad de Tobruk, en el este de Libia, a unos 130 kil¨®metros de la frontera egipcia. Ha perdido dos amigos en las revueltas y muchos est¨¢n heridos. ?l mismo ha tenido un contacto muy directo con los heridos, pues estudia Medicina y ha pasado mucho tiempo en los hospitales. Hoy, con la ciudad liberada del yugo de Gadafi, Abdelhamed descansa y su voz suena a esperanza. ?Volver hacia atr¨¢s? "Nunca. No podr¨ªamos. Tendr¨ªa que acabar con todos nosotros muertos".
Mahmud Shari, 31 a?os, comerciante, Zliten: "La gente no sale de casa, porque nadie sabe qui¨¦n est¨¢ con Gadafi y qui¨¦n con las protestas"
Mahmud Shari, comerciante de 31 a?os de Zliten, en el este de Libia, contaba el jueves que la noche hab¨ªa sido tranquila pero el ambiente en la ciudad, que hab¨ªa sido liberada, est¨¢ enrarecido desde que hace dos d¨ªas, tras el discurso de Gadafi, sus simpatizantes causasen 30 heridos. "La gente no sale de casa, porque nadie sabe qui¨¦n est¨¢ con Gadafi y qui¨¦n con las protestas", explicaba Shari en conversaci¨®n telef¨®nica y a?ad¨ªa que "los vecinos est¨¢n esperando a ver c¨®mo se resuelve la situaci¨®n en Tr¨ªpoli antes de volver a la calle con normalidad". Los bancos, tiendas y oficinas estaban cerrados. Solo funcionaba el hospital y a partir de las seis de la tarde no se ve¨ªa a nadie en las calles de esta ciudad de 200.000 habitantes, a 150 kil¨®metros de Tr¨ªpoli.
Shari hablaba entusiasmado de la vecina Misrata, a unos 45 kil¨®metros al este de Zliten. La poblaci¨®n ten¨ªa el control total de la ciudad: "Hay banderas en cada edificio, la gente est¨¢ armada, y todo est¨¢ abierto: bancos, farmacias, tiendas", cuenta con pasi¨®n. Pensaba ir a ver c¨®mo est¨¢ todo all¨ª hoy o ma?ana. No le preocupaba que hubiera peligro en la carretera, porque dec¨ªa, el este del pa¨ªs es del pueblo.
Comerciante, 52 a?os, pro-Gafadi, Tr¨ªpoli: "Somos una democracia y todo lo que se est¨¢ contando no es verdad"
Un comerciante de 52 a?os que prefiere mantener el anonimato "por razones de seguridad", aseguraba el jueves que Tr¨ªpoli volvi¨® a la normalidad la noche anterior, y que la gente est¨¢ trabajando y el banco central ha reabierto. "Todo es propaganda de Occidente y de Al Yazira", afirmaba, negando que en Libia se est¨¦ perpetrando una matanza. "Somos una democracia y todo lo que se est¨¢ contando no es verdad. Todos estamos con Gadafi, por supuesto".
El comerciante contaba por tel¨¦fono que dos d¨ªas antes, despu¨¦s del discurso de su l¨ªder, fue a la Plaza Verde "a protestar contra Occidente". "Ni siquiera tengo un arma", explicaba para justificar que los partidarios de Gadafi no son agresivos. "Puede haber algo de violencia en otros sitios", admit¨ªa el testigo, que suger¨ªa sin embargo que la raz¨®n es que "la gente quiere proteger a sus familias" de los manifestantes pro-democr¨¢ticos.
Mouhamed, profesor de 29 a?os en Tr¨ªpoli: "Disparan a matar, al torso y la cabeza"
Al cu?ado de Mouhamed lo mataron hace unos d¨ªas de un tiro en la cabeza. Este profesor de 29 a?os est¨¢ en Tr¨ªpoli y aseguraba el mi¨¦rcoles que hab¨ªa tiroteos contra la poblaci¨®n y que quien disparaba lo hac¨ªa para matar, con balas al torso y a la cabeza. "Muchos de los que disparan est¨¢n vestidos de civiles, hablan franc¨¦s, no son libios y tienen complexi¨®n de negros africanos", aseguraba en un correo electr¨®nico. "Muchos de los heridos en las calles son rematados a golpes por personas que llevan cascos amarillos".
Las calles de la capital, contaba, estaban llenas de cuerpos mutilados y quemados y los hospitales rebosaban de personas heridas y ya empezaban a estar escasos de material sanitario. Mouhamed cre¨ªa que no hay bombas, pero se escuchaban algunas explosiones en los alrededores de la ciudad. "Se dice que la ciudad est¨¢ fuera del control del Gobierno y lo que se ve en las estrechas calles de Tr¨ªpoli son las maniobras desesperadas del sistema para mantenerse vivo".
Amir Siddiqui, ingeniero paquistan¨ª empleado en Libia: "El problema es llegar a la capital por carretera"
Amir Siddiqui, un ingeniero paquistan¨ª empleado en el sector petrolero, contaba el mi¨¦rcoles en un foro de expatriados que muchas compa?¨ªas internacionales manten¨ªan personal en sus oficinas de la capital para "cuidar" de sus trabajadores de los campos petroleros. "La situaci¨®n en Tr¨ªpoli no es tan mala como reflejan las noticias", afirmaba, "no hay problemas para moverse, todav¨ªa vamos a la oficina y no hemos tenido problemas hasta ahora", contaba. Para ¨¦l, el problema de los cientos de expatriados que pretend¨ªan salir del pa¨ªs era llegar a la capital por carretera.
Nana Ahmed, saharaui residente en Madrid, con dos hermanas desplazadas a Libia: "Llevan una semana sin comer"
Nana Ahmed, una activista saharaui residente en Madrid, pudo hablar el mi¨¦rcoles de nuevo con sus dos hermanas, de 19 y 27 a?os, que est¨¢n en un internado en Libia y de las que no ten¨ªa noticas desde el pasado s¨¢bado: "Tuve que esperar hasta las dos de la madrugada para poder hablar con ellas. Las l¨ªneas no funcionaban". Seg¨²n ha explicado, los tel¨¦fonos m¨®viles est¨¢n operativos pocos momentos del d¨ªa y cuando consigue hablar con sus hermanas lo hace en clave al referirse a Gadafi.
El r¨¦gimen del presidente las hab¨ªa apadrinado para que cursasen sus estudios. "No pueden levantarse contra Gadafi, est¨¢n en tierra de nadie", dice. El Gobierno libio ten¨ªa becadas a estas dos saharauis y se ha encargado de su manutenci¨®n hasta que comenzaron las revueltas y todo el personal abandon¨® el edificio donde se encuentran. Se han puesto en contacto con el Frente Polisario, que les ha dicho que la ¨²nica posibilidad de ser evacuadas es que lo hagan en un avi¨®n de los que ha fletado Argelia.
Ahmed asegura que sus dos hermanas, estudiantes de periodismo y bachillerato respectivamente, tienen esperanzas de la llegada del avi¨®n que las repatrie: "Mi hermana mayor hace tres d¨ªas estaba en Tr¨ªpoli pero se tuvo que marchar. Es una locura, lleva una semana sin comer".
Ahmed Gebrel, diplom¨¢tico libio en Al Baida: "Gadafi trata de manipular a la opini¨®n p¨²blica"
En Al Baida, una ciudad liberada (aquellas libres del r¨¦gimen del dictador en las que el Ej¨¦rcito se ha puesto del lado de los manifestantes), bancos y oficinas estaban abiertos. El mi¨¦rcoles, solo segu¨ªan cerrados los colegios, describ¨ªa Ahmed Gebrel, un diplom¨¢tico libio de 37 a?os. Gebrel, que el d¨ªa anterior se acerc¨® a la frontera con Egipto, donde estuvo recibiendo a periodistas extranjeros y equipos m¨¦dicos, iba a asistir en la ma?ana del mi¨¦rcoles a una asamblea general de su localidad para organizarse. Contaba que los pr¨®ximos pasos que dar¨ªan ser¨ªa coordinarse con todas las ciudades liberadas, que aseguraba, son mayor¨ªa en el este.
El antiguo diplom¨¢tico afirmaba que el discurso de la noche del martes del dictador provoc¨® la ira de los ciudadanos, que se echaron a la calle. "Gadafi trata de manipular a la opini¨®n p¨²blica diciendo que detr¨¢s de las protestas hay radicales y terroristas", dec¨ªa Gebrel, que lo negaba rotundamente.
Khaled Shari, libio residente en Valencia: "La gente est¨¢ muy animada, con la moral m¨¢s alta que nosotros, que estamos preocupados"
Tras el discurso de Gadafi de la noche del martes, los comit¨¦s revolucionarios, pilares fundamentales del r¨¦gimen, salieron a la calle a atacar a la poblaci¨®n en ciudades como Zliten, donde causaron 30 heridos. Se lo han contado a Khaled Shari, libio residente en Valencia, sus hermanos. Los partidarios de Gadafi "usaron palos y fusiles kal¨¢shnikov, con la poca munici¨®n que les queda", afirmaba Shari el mi¨¦rcoles. Seg¨²n le ha contado su hermano Mahmud, la poblaci¨®n se enfrent¨® a ellos y consiguieron frenarles.
"La gente est¨¢ muy animada, con la moral m¨¢s alta que nosotros, que estamos preocupados en la distancia", dec¨ªa Shari, residente en Espa?a desde hace 30 a?os. Sus hermanos le transmiten que "esto no tiene marcha atr¨¢s".
Esta informaci¨®n est¨¢ siendo elaborada por Bel¨¦n Hern¨¢ndez, Gloria R. Pina, Raquel Seco, Paula Escalada Medrano y Aurora Mu?oz.
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