La Cirenaica lidera la sublevaci¨®n
La regi¨®n oriental del pa¨ªs estalla tras d¨¦cadas de maltrato del r¨¦gimen - El auge de los grupos islamistas y rencores tribales alimentan la rebeli¨®n
El coraz¨®n que ha impulsado la rebeli¨®n en las venas libias es la Cirenaica, la regi¨®n oriental del pa¨ªs. Su sublevaci¨®n puede parecer la inevitable continuaci¨®n del fuego prendido en los dos pa¨ªses vecinos, T¨²nez y Egipto. Pero, aunque estas fueron sin duda fuentes de inspiraci¨®n y todas compartan un gran anhelo de libertad, el estallido cirenaico tiene caracter¨ªsticas propias que lo diferencian: el mayor protagonismo de los movimientos islamistas y un claro componente de hostilidad tribal.
"Cirenaica ha sido tradicionalmente hostil al r¨¦gimen de Gadafi, que ten¨ªa su feudo en la regi¨®n de Tr¨ªpoli, a la que daba trato preferente en detrimento de la Cirenaica", comenta en conversaci¨®n telef¨®nica Roberto Cajati, jefe del Departamento de Estudios del Instituto Italiano para ?frica y Oriente. La estructura de la sociedad libia, fundamentalmente vertebrada por grupos tribales, ha agravado ese antagonismo durante cuatro d¨¦cadas de dictadura.
El r¨¦gimen liber¨® a cientos de presos islamistas en un plan de reconciliaci¨®n
"Adem¨¢s", prosigue Cajati, "en la Cirenaica es muy notable la influencia de movimientos islamistas, que han sido en el pasado reprimidos por el r¨¦gimen, pero sin que este lograra extirpar su ra¨ªz. Los Hermanos Musulmanes egipcios han sido muy activos en la regi¨®n. Lamentablemente los grupos locales no han seguido la senda de moderaci¨®n de la c¨¦lula madre, y permanecen ahora bastante fundamentalistas y con grupos con vocaci¨®n violenta. No nos equivoquemos: esta revuelta tiene una matriz islamista, y muchas de las declaraciones pluralistas y democr¨¢ticas que se oyen son simplemente muestras de oportunismo pol¨ªtico sin gran fundamento".
Tras un largo periodo de dura represi¨®n, el r¨¦gimen decidi¨® en la ¨²ltima etapa intentar una reconciliaci¨®n nacional con grupos islamistas. Centenares de presos han sido liberados en los ¨²ltimos a?os, gran parte de ellos de la zona de Bengasi, en Cirenaica. Algunos de los liberados ten¨ªan v¨ªnculos con el temible Grupo Isl¨¢mico Combatiente Libio. Muchos estaban afiliados a los Hermanos. Estos hombres han ejercido sin duda un papel protagonista en las protestas de estos d¨ªas.
El liderazgo rebelde de la regi¨®n se entiende mejor una vez contextualizado hist¨®ricamente. Italia, potencia colonial desde 1912 -cuando arranc¨® el territorio al Imperio Otomano- hasta la II Guerra Mundial, gobern¨® Cirenaica y Tripolitania por separado durante gran parte de su ocupaci¨®n.
El gran h¨¦roe de la resistencia a los italianos, Omar el Muktar, proced¨ªa de esta regi¨®n, as¨ª como el rey Idris I, que gobern¨® el pa¨ªs desde la independencia hasta el golpe de Estado liderado por Gadafi en 1969. Desde ese momento, el centro de gravedad libio se desplaz¨® paulatina pero inexorablemente hacia occidente.
Tanto Muktar como Idris estuvieron afiliados a la cofrad¨ªa musulmana de los Sanus¨ªes, que tiene una notable influencia en Libia.
"Libia es un pa¨ªs que sustancialmente carece de sociedad civil y por tanto la vertebraci¨®n tribal y el islamismo pueden ocupar espacios vac¨ªos", observa Cajati.
"Creo que los islamistas, solos, probablemente no tienen la fuerza necesaria para tomar el control del pa¨ªs", prosigue el analista. "Pero un astuto juego de alianzas tribales podr¨ªa permitirles ejercer gran influencia. Ya en el pasado hubo intentonas golpistas abortadas que se basaban en una cooperaci¨®n entre islamistas y sectores militares vinculados por alianzas tribales. No es una casualidad que al principio la represi¨®n de la revuelta haya sido confiada por el r¨¦gimen a matones mercenarios y no a las Fuerzas Armadas".
Algunos analistas temen que esa vertebraci¨®n tribal genere graves conflictos sectarios al estilo liban¨¦s o afgano. "Desde luego es una visi¨®n pesimista, pero no es irracional", comenta Cajati.
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