Obama ordena la reanudaci¨®n de las comisiones militares en Guant¨¢namo
La Casa Blanca reitera su intenci¨®n de cerrar definitivamente la prisi¨®n en un futuro pr¨®ximo
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha ordenado la reanudaci¨®n de las comisiones militares a presos en el centro de detenci¨®n de Guant¨¢namo, que ¨¦l mismo paraliz¨® en 2009, a la espera de poder desmantelar aquella prisi¨®n y extraditar o trasladar a otras prisiones a los detenidos. Cerrar Guant¨¢namo, una prisi¨®n abierta en 2002 y altamente pol¨¦mica por las condiciones en las que se trataba all¨ª a los reos, fue una de las promesas electorales del presidente Obama, que con el nuevo decreto admite la imposibilidad de que ocurra a corto plazo, aunque mantiene su intenci¨®n de hacerlo durante su mandato.
"Desde el principio de mi administraci¨®n, EE UU ha trabajado para que los terroristas responsan ante la justicia, de acuerdo con nuestro compromiso de proteger a la ciudadan¨ªa norteamericana y preservar sus valores", dijo el presidente en un comunicado. "Hoy, anuncio una serie de medidas para llevar a los terroristas ante la justicia, darle a nuestras acciones un marco de supervisi¨®n y asegurarnos de que se trata a los detenidos de forma digna. Creo firmemente que el sistema norteamericano de justicia es una parte crucial de nuestro arsenal en la guerra contra Al Qaeda y sus afiliados".
En los pr¨®ximos d¨ªas, el Ej¨¦rcito comenzar¨¢ a presentar nuevos cargos contra algunos de los 172 presos que quedan en el penal, seg¨²n anunci¨® ayer la Casa Blanca. Las nuevas comisiones militares se conducir¨¢n seg¨²n nuevos marcos regulatorios aprobados por el presidente Obama: no se admitir¨¢n confesiones obtenidas a trav¨¦s de m¨¦todos que se puedan considerar tortura y los presos tendr¨¢n acceso, por primera vez, a los cargos y pruebas que se presentan contra ellos. Desde la llegada de Obama al Despacho Oval, adem¨¢s, el Ej¨¦rcito ha examinado, uno a uno, los casos de aquellos reos contra los que no se hab¨ªa presentado acusaci¨®n formal pero que segu¨ªan detenidos.
Unos 50 presos quedan en detenci¨®n indefinida. Esos casos se revisar¨¢n cada seis meses, por si los abogados del Ej¨¦rcito encontraran pruebas que exoneraran a los detenidos. Mientras, los presos seguir¨¢n bajo la custodia del Ej¨¦rcito, en Guant¨¢namo u otra c¨¢rcel. De ser liberados, "los Departamentos de Estado y Defensa deber¨¢n identificar un lugar id¨®neo fuera de EE UU donde transferir a los reos, de acuerdo con la seguridad nacional y la pol¨ªtica internacional de EE UU", seg¨²n explic¨® un alto funcionario de la Casa Blanca. En ning¨²n caso, los presos ser¨¢n liberados en suelo norteamericano.
"El presidente se ha comprometido a cerrar Guant¨¢namo porque no es un centro que se corresponda con nuestros valores y que sea realmente positivo para nuestra seguridad", dijo un oficial del Gobierno en conferencia telef¨®nica. "Diversos expertos en seguridad nacional y comandantes militares coinciden en favorece, a largo plazo, el reclutamiento de radicales para Al Qaeda. El compromiso del presidente se mantiene intacto".
Efectivamente, un d¨ªa despu¨¦s de jurar su cargo, el 22 de enero de 2009, Obama firm¨® una orden ejecutiva en la que ordenaba el cierre de la prisi¨®n, ubicada en la isla de Cuba, en el plazo m¨¢ximo de un a?o. Entonces orden¨® una congelaci¨®n cautelar de los juicios militares a aquellos a los que consideraba enemigos combatientes. Entre los presos se encuentran los cinco coordinadores de los atentados del 11-S, incluido su cerebro, Jalid Saij Mohamed. Washington dej¨® a la c¨¢rcel fuera de la Convenci¨®n de Ginebra, que protege a los prisioneros de guerra, y negaba la garant¨ªa del h¨¢beas corpus -derecho a juicio- a los prisioneros que manten¨ªa ajenos al mundo y fuera del pa¨ªs.
Obama se ha enfrentado a tres grandes problemas para poder cerrar el campo de detenci¨®n: el hecho de que muchos pa¨ªses extranjeros hayan eludido acoger a los reos capturados en Afganist¨¢n; la negativa de los Estados norteamericanos de aceptarlos en sus prisiones, y las dudas del sistema judicial civil de c¨®mo juzgar a esos reos, muchas de cuyas confesiones fueron obtenidas con m¨¦todos que bajo la legislaci¨®n norteamericana se considerar¨ªan como tortura.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.