Berlusconi lanza la ley que limitar¨¢ el poder de los fiscales

El Gobierno presidido por Silvio Berlusconi ha aprobado hoy en un Consejo de Ministros extraordinario el proyecto de ley constitucional de reforma de la Justicia que, en esencia, limitar¨¢ el poder investigador del ministerio p¨²blico y reducir¨¢ la independencia y autonom¨ªa de la magistratura.

El jefe del Ejecutivo, imputado en cuatro procesos por media docena de delitos, present¨® la iniciativa como el cumplimiento de una promesa electoral realizada cuando entr¨® en pol¨ªtica en 1994, y dijo que no tiene "nada" que ver con sus propios juicios.

Berlusconi ilustr¨® los efectos reales de la reforma con un ejemplo: "Si se hubiera hecho hace 20 a?os, se habr¨ªa evitado que la justicia invadiera la pol¨ªtica como pas¨® en 1993 (se refer¨ªa al caso Manos Limpias) y el intento actual de los jueces por hacer caer al Gobierno elegido por el pueblo".

El ministro de Justicia, Angelino Alfano, explic¨® que la filosof¨ªa de esta "noble, liberal y pura" iniciativa reformista es "ofrecer a los ciudadanos un sistema de justicia m¨¢s justo y m¨¢s r¨¢pido". Seg¨²n el ministro, la ley "no quiere castigar a nadie sino quitar algunos privilegios".

En un ejercicio de propaganda y didactismo, Berlusconi y Alfano mostraron en dos dibujos su idea de que la justicia italiana es esencialmente injusta porque los jueces y los fiscales trabajan en connivencia contra los acusados. El primer dibujo mostraba una balanza inclinada; en un plato se sit¨²an el juez y el fiscal, mientras en el otro est¨¢ el ciudadano indefenso. El segundo dibujo pon¨ªa al juez en el fiel de la balanza, y los dos platillos (acusaci¨®n y defensa) al mismo nivel.

"La reforma resolver¨¢ ese desequilibrio poniendo al fiscal y al abogado defensor en el mismo nivel, y situando a los jueces por encima de ambos", explic¨® Alfano. La afirmaci¨®n equival¨ªa a afirmar que los juicios celebrados desde que existe la Constituci¨®n (1948) no han respetado las garant¨ªas de los acusados.

Las novedades principales del proyecto de ley son cinco: separaci¨®n absoluta de las carreras, funciones y categor¨ªas de jueces y fiscales (aunque ahora ya realizan tareas distintas); desdoblamiento del actual Consejo del Poder Judicial (CSM) en dos ¨®rganos distintos, uno para fiscales y otro para jueces, ambos presididos por el Jefe del Estado; limitaci¨®n de la obligatoriedad de la acci¨®n penal a los casos "previstos por la ley" (lo que permitir¨¢ al poder pol¨ªtico establecer los delitos prioritarios que se deben perseguir), endurecimiento de la responsabilidad civil de los magistrados y creaci¨®n de un Alto Tribunal que juzgar¨¢ a los jueces que cometan errores.

Adem¨¢s, el proyecto prev¨¦ que las sentencias de absoluci¨®n en primer grado no puedan ser recurridas por la fiscal¨ªa, salvo en los casos que fije la ley, y cambiar¨¢ la competencia sobre la polic¨ªa judicial, que ahora depende de los fiscales.

La ley tiene rango constitucional, ya que modificar¨¢ diversos art¨ªculos de la Carta Magna, por lo que debe ser refrendada por una mayor¨ªa de dos tercios del Parlamento o en su defecto ser sometida a consulta popular. La "hist¨®rica" reforma, seg¨²n la califica Berlusconi, ir¨¢ acompa?ada por diez leyes ordinarias que el Ejecutivo ir¨¢ presentando en las pr¨®ximas semanas.

Adem¨¢s de este paquete legislativo, el Gobierno tiene ultimadas otras medidas, como el llamado proceso breve o la ley mordaza, destinadas a bloquear o retrasar los juicios pendientes de Berlusconi. El magnate y pol¨ªtico, que compareci¨® con un aparatoso vendaje en la mejilla izquierda (fruto de la reciente operaci¨®n de trasplante ¨®seo e implante dental), reiter¨® que dedicar¨¢ los pr¨®ximos lunes a defenderse en los tribunales "para explicar a los italianos c¨®mo son las cosas".

La magistratura recibi¨® el anuncio de la reforma con una lluvia de protestas y cr¨ªticas. El fiscal de Palermo, Antonio Ingroia, habl¨® de "contrarreforma"; el fiscal antiterrorista de Mil¨¢n, Armando Spataro, calific¨® el proyecto como "inconstitucional y muy peligroso para la autonom¨ªa del poder judicial". Y el sindicato de los jueces afirm¨® que es una reforma punitiva, hecha contra los jueces, que reduce las garant¨ªas de los ciudadanos y altera sensiblemente el equilibrio de poderes".

Desde la oposici¨®n, barricadas: el exmagistrado Antonio di Pietro, de Italia de los Valores, afirm¨® que "es un proyecto destinado a desmantelar el estado de derecho". Y el Partido Democr¨¢tico oscil¨® entre la oferta de Massimo D'Alema ("lo discutimos si dimite Berlusconi") y la negativa de Dario Franceschini: "Solo intenta quitar autonom¨ªa a los fiscales para ponerlos bajo el control pol¨ªtico del Gobierno".