Cuba condena a un contratista de EE UU a 15 a?os de c¨¢rcel por subversi¨®n

Despu¨¦s de una semana de deliberaciones, el Tribunal Provincial de La Habana emiti¨® este s¨¢bado por fin su fallo en el caso del estadounidense Alan Gross: 15 a?os de c¨¢rcel, cinco menos de los que ped¨ªa la fiscal¨ªa, acusado del delito de realizar "actos contra la independencia y la integridad del Estado" por "participar en un proyecto subversivo" que pretend¨ªa crear "redes clandestinas de info-comunicaciones" fuera del control de las autoridades. Gross, de 61 a?os, fue detenido el 3 de diciembre de 2009 en La Habana cuando trabajaba para una empresa subcontratada por la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), que dedica anualmente millones de d¨®lares a diversos programas destinados a "promover la democracia" en la isla.

El Gobierno de Ra¨²l Castro acus¨® a Gross de introducir ilegalmente en la isla diversos equipos de comunicaci¨®n satelital para su distribuci¨®n entre sectores de la oposici¨®n, extremo que Washington siempre ha negado, arguyendo que el contratista simplemente viaj¨® a Cuba para ayudar a la peque?a comunidad jud¨ªa y facilitar a sus miembros diversos equipos para conectarse a Internet. Familiares del contratista han admitido que durante 2009 hab¨ªa viajado a la isla en cinco ocasiones, aunque aseguran que Gross es inocente.

A la vista oral, que dur¨® dos d¨ªas, pudieron asistir la esposa de Gross, abogados de la familia y representantes consulares de la Secci¨®n de Intereses de Estados Unidos (SINA). El fallo del tribunal es apelable ante el Tribunal Supremo.

El juicio contra el contratista, en momentos en que la administraci¨®n de Barack Obama hab¨ªa dado algunos pasos -aunque t¨ªmidos- en la l¨ªnea de flexibilizar el embargo, ha generado nuevas tensiones entre ambos pa¨ªses. El Departamento de Estado ha advertido que mientras el ciudadano norteamericano est¨¦ preso en Cuba no podr¨¢ "avanzarse" en un entendimiento bilateral, mientras La Habana ha exhibido el caso como una demostraci¨®n de que el apoyo de Washington a la "subversi¨®n" en la isla no ha cambiado con Obama.

En v¨ªsperas del juicio, los servicios de inteligencia de Cuba destaparon a tres agentes infiltrados en las filas de la oposici¨®n, quienes participaron en programas de televisi¨®n y acusaron a Estados Unidos de organizar y financiar a la disidencia y de estar detr¨¢s de la formaci¨®n de periodistas independientes y blogueros cr¨ªticos, fomentando el uso de Internet con fines desestabilizadores. Durante el juicio, el ministerio fiscal acus¨® a Gross participar "directamente" en "la introducci¨®n y desarrollo en el pa¨ªs de un proyecto subversivo" que "ten¨ªa como blancos esenciales el sector juvenil, centros universitarios culturales, religiosos, grupos femeninos y raciales". El Gobierno de Estados Unidos, y especialmente la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha exigido en varias ocasiones la liberaci¨®n incondicional de Gross, asegurando que sus acciones no constituyen ning¨²n delito en los pa¨ªses libres.

Una de las hip¨®tesis manejadas en medios diplom¨¢ticos es que, tras el juicio a Gross y su condena, el Gobierno de Ra¨²l Castro podr¨ªa dictar una medida de gracia y permitir su salida del pa¨ªs.