Gadafi comienza el asalto a la capital rebelde
Aviones del dictador bombardean el aeropuerto de Bengasi.- El r¨¦gimen anuncia que se ha hecho con el control absoluto de Ajdabiya
Los peores augurios de los alzados contra Muamar el Gadadi en Libia se han cumplido hoy. Aviones de guerra del dictador han iniciado a primera hora del d¨ªa el bombardeo de Bengasi, la segunda ciudad m¨¢s importante del pa¨ªs y el feudo de los sublevados, seg¨²n ha anunciado el coronel insurgente Faradj el Feyturi. Este mando rebelde, contactado por la cadena catar¨ª Al Yazira, ha asegurado que las bombas cayeron en el aeropuerto de la ciudad, pero no ha precisado si produjeron v¨ªctimas ni da?os materiales. La respuesta de los rebeldes, seg¨²n esta fuente, fue contundente y oblig¨® a los aviones de Gadafi a "emprender la huida".
En paralelo a este ataque, el Ej¨¦rcito de Gadafi se ha hecho con el control absoluto de Ajadabiya, que ha quedado "libre de rebeldes", seg¨²n ha informado esta noche la televisi¨®n estatal. Horas antes se hab¨ªa comunicado que 26 personas hab¨ªan muerto en esta localidad, a 160 kil¨®metros de Bengasi, seg¨²n fuentes m¨¦dicas. "La lucha en la ciudad ha sido terrible" ha dicho el m¨¦dico del Hospital de Ajdabiya donde han sido trasladadas las v¨ªctimas, "la mayor¨ªa civiles". Las tropas de Gadafi han golpeado intensamente la ciudad desde el aire y con artiller¨ªa pesada.
Varios partidarios del dictador se paseaban ayer por las calles de Tobruk
Para reforzar la ofensiva sobre el terreno, el hijo de Gadafi y candidato a sucederle, Saif el Islam, ha anunciado desde Tr¨ªpoli que las tropas del r¨¦gimen est¨¢n cada vez m¨¢s cerca de Bengasi y que "en las pr¨®ximas 48 horas" entrar¨¢n en la ciudad. Adem¨¢s, ha lanzado una advertencia a las potencias occidentales, al asegurar que cualquier decisi¨®n que tomen "llegar¨¢ tarde", en referencia al debate en el seno de la ONU sobre la imposici¨®n de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea.
Consciente de que la toma de Bengasi puede suponer un golpe de gracia contra la revoluci¨®n, el Gobierno libio ha realizado en las ¨²ltimas horas un llamamiento a trav¨¦s de la televisi¨®n p¨²blica para que todas las fuerzas que combaten a los rebeldes en el este del pa¨ªs se reagrupen y marchen a la conquista del feudo de Bengasi. Dos l¨ªderes tribales de la ciudad han confirmado que est¨¢n dispuestos a apoyar a Gadafi, seg¨²n la televisi¨®n oficial libia. Esta informaci¨®n ha sido desmentida por un portavoz de los rebeldes, que ha asegurado que lo que pretende el dictador es crear divisi¨®n entre las tribus.
En Misrata, a medio camino entre Tr¨ªpoli y Sirte, la cuna del dictador, las tropas de Gadafi se est¨¢n empleando a fondo para doblegar la resistencia de los rebeldes. Testigos del asedio citados por Reuters aseguran que la ciudad sigue bajo mando rebelde pero est¨¢ sufriendo el asalto de los tanques y la artiller¨ªa del Ej¨¦rcito libio. Seg¨²n un residente, las tropas gubernamentales bombardean "desde tres posiciones" y est¨¢n "utilizando armamento pesado, incluidos los carros de combate y la artiller¨ªa", pero todav¨ªa no han conseguido entrar en la ciudad. Otro vecino ha precisado que el ataque comenz¨® hacia las siete de la ma?ana (una hora menos en Espa?a). Un m¨¦dico local, en conversaci¨®n con Reuters, ha asegurado que al menos cinco personas han muerto y otras 11 han resultado heridas en los combates.
Los rebeldes atrincherados en esa ciudad costera a 200 kil¨®metros al este de Tr¨ªpoli habr¨ªan frenado la ofensiva terrestre y capturado varios tanques al enemigo. "Los combatientes han derrotado a las fuerzas de Gadafi que atacaban desde el sure y el este de la ciudad", ha asegurado un vecino de Misrata, que ha a?adido que los combates contin¨²an.
"Aplastar a nuestros enemigos"
La confusi¨®n domina el panorama b¨¦lico en Libia. Pero una certeza emerge de las contradictorias informaciones que difunden la dictadura de Gadafi y el Consejo Nacional Libio, el Gobierno de los sublevados con sede en Bengasi: la artiller¨ªa, la aviaci¨®n y los buques de las Fuerzas Armadas del tirano bombardean cada jornada que pasa m¨¢s cerca de la capital de la revuelta.
El liderazgo insurgente insist¨ªa en que la ciudad de Ajdabiya, la puerta sur de Bengasi, continuaba en su poder, mientras la televisi¨®n oficial aseguraba que hab¨ªa sido "limpiada de terroristas" tras sufrir un severo castigo. En los alrededores de la estrat¨¦gica Ajdabiya, bien conectada con la frontera egipcia, los combates se prodigaron durante toda la jornada. Ocurriera lo que ocurriera, mandos de los ca¨®ticos comandos rebeldes daban la batalla por perdida. Las im¨¢genes retransmitidas por la televisi¨®n oficial Libia hicieron que muchos libios afines a Gadafi salieran a las calles de Tr¨ªpoli a celebrar la victoria sobre los rebeldes, informa ?lvaro de C¨®zar. Si la capital parec¨ªa anoche una ciudad fantasma, una imagen muy distinta se ve¨ªa en la plaza Verde. All¨ª se congregaron los simpatizantes del dirigente libio con fuegos art¨ªficiales y retratos de su l¨ªder. Anuncio de la gran fiesta cuando Bengasi, basti¨®n de los revolucionarios, vuelva a estar bajo control de las tropas de Gadafi. Algo que dan por hecho.
Gadafi volv¨ªa a aparecer anoche en la televisi¨®n oficial libia. "Tenemos la determinaci¨®n de aplastar a nuestros enemigos", dijo rotundo. "Estamos dispuestos a preservar la unidad de Libia aunque sea con el precio de nuestras vidas", asegur¨®. "Los colonizadores ser¨¢n vencidos, Am¨¦rica ser¨¢ vencida, Reino Unido ser¨¢ vencido". Un discurso que se produjo en el mismo momento en el que se conoc¨ªa un borrador del Consejo de Seguridad de la ONU en el que se plantea la posibilidad de aprobar una zona de exclusi¨®n a¨¦rea en Libia.
En otro escenario, ante una multitud de partidarios en el complejo militar de Bab al Azizia, en el centro de Tr¨ªpoli, Gadafi ha pedido esta noche a su pueblo que se levante en armas para enfrentar una posible intervenci¨®n militar de Occidente, contestando as¨ª a la posibilidad de que la reuni¨®n prevista para hoy en la ONU proh¨ªba el vuelo de aviones sobre Libia. "Ahora Francia levanta la cabeza y dice que atacar¨¢ Libia"; "?Atacar a Libia? Nosotros seremos los que os atacaremos a vosotros. Os atacamos en Argelia, en Vietnam. ?Quieren atacarnos? Vengan e int¨¦ntenlo", advirti¨® en tono desafiante. Francia ha sido uno de los pa¨ªses que m¨¢s a presionado a los miembros del G-8, reunidos ayer en Par¨ªs, y a los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para que se adopte dicha medida.
El aluvi¨®n de declaraciones de uno y otro bando no tiene fin. El general Abdelfatah Yunis, estrecho excamarada del coronel desde los tiempos en que este se hizo con las riendas del pa¨ªs y ahora nombrado jefe de las fuerzas insurrectas, afirm¨® que dispone de 8.000 hombres de refuerzo, incluidos 3.000 de las fuerzas especiales que han desertado de las filas leales a Gadafi. Y desde el oriente del pa¨ªs a?ad¨ªan otros uniformados que ayer emplearon por primera vez dos cazabombarderos Mig abandonados por el Ej¨¦rcito del Aire tras salir de estampida los pilotos y oficiales en los primeros d¨ªas de la revuelta. Atacaron, dec¨ªa el Consejo Nacional, un nav¨ªo de guerra en el Mediterr¨¢neo. Pero su moral va a la baja, y la inquietud atenaza a los civiles en Cirenaica.
Al temor a que el dictador perpetre una tropel¨ªa se une el miedo al quintacolumnismo. Algunos lugare?os de Tobruk dicen que son locos; otros que est¨¢n drogados. Pero unas decenas de hombres contemplaban ayer sorprendidos c¨®mo deambulaban por el centro de esta ciudad un par de individuos -ataviados con cintas verdes en la frente, el color de la revoluci¨®n del dictador que ti?e los edificios oficiales- que chillaban a favor de Gadafi. El tirano ha ofrecido una amnist¨ªa a los insurrectos que depongan las armas, pero estos no contemplan la rendici¨®n como alternativa. Les resulta imposible creer la promesa de un dirigente que se ha labrado un historial tan macabro. Durante d¨ªas, los portavoces militares vienen advirtiendo de que matar¨¢n a los alzados contra el autor del Libro Verde. Es cre¨ªble.
"Estamos preparados para entregar un mill¨®n de armas, o dos, o tres millones. Y otro Vietnam comenzar¨¢. Ya no nos importa nada", asegur¨® Gadafi en uno de sus beligerantes discursos, el 2 de marzo. Un vecino de Zauara, muy cerca de la frontera con T¨²nez, aseguraba a Reuters que los soldados y esbirros del aut¨®crata han elaborado listas para capturar a los insurrectos de esta ciudad. Buscaban casa por casa.
El Consejo Nacional no tiene duda alguna de que el dictador no escribir¨¢ el gui¨®n del futuro del pa¨ªs ¨¢rabe. "Los rusos", dice uno de sus portavoces, "no pudieron gobernar Afganist¨¢n; Estados Unidos no pudo hacerlo en Vietnam. Gadafi tampoco podr¨¢ en Libia".
De momento, y no parece que la situaci¨®n vaya a dar un vuelco repentino, los insurgentes se repliegan sin remedio. Siguen reclamando la aplicaci¨®n de una zona de exclusi¨®n a¨¦rea, una opci¨®n que, en caso de que la medida pueda resucitarse, requerir¨ªa semanas para ser aplicada.
Como sucedi¨® en Irak en la d¨¦cada de los noventa, no es garant¨ªa de ¨¦xito, ni siquiera en un plazo de meses. Tampoco las sanciones comerciales, la congelaci¨®n de los fondos soberanos libios -gestionados por Gadafi y sus allegados-, ni la prohibici¨®n de viajar al exterior al dictador y sus colaboradores surtir¨¢n efecto en breve. Por mucho que los libios se esfuercen por recordar a los gobernantes extranjeros la retah¨ªla de atentados -asesinatos de sus ciudadanos al margen- cometidos en el mundo durante sus 41 a?os de mandato.
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