Nueva York celebra la muerte de Bin Laden
Curiosos, vecinos, turistas, familiares de v¨ªctimas del 11-S y militares pasaron varias horas de celebraci¨®n en la Zona Cero
En cuanto se supo la noticia y Barack Obama lo anunci¨® oficialmente por televisi¨®n, la gente comenz¨® a acercarse a Times Square y a la Zona Cero. Muchos lo hac¨ªan en bicicleta, como los estudiantes Max y John, que parados frente a un sem¨¢foro en Chinatown y con una sonrisa p¨ªcara inquirieron "?Tambi¨¦n t¨² vas a la zona cero, verdad? Es el sitio en el que hay que estar. Osama est¨¢ muerto. !Vamos a celebrarlo!". Ellos se enteraron por Twitter. Muchos otros por mensaje de texto. Y en la prensa, la noticia que los neoyorquinos y el planeta esperaban desde hace casi 10 a?os aparec¨ªa en tonos muy diferentes seg¨²n el medio. En el tabloide The New York Post la frase de su portada online, minutos antes de que Obama lo anunciara oficialmente dec¨ªa con j¨²bilo: "El bastardo ha muerto". "Ha tenido lo que se merec¨ªa", a?ad¨ªa Peter King, representante de los neoyorquinos en el Congreso de EE UU. En The New York Times se le¨ªa un directo "Bin Laden est¨¢ muerto".
"Mi hijo y su mujer decidieron llamar a mi nieta Justicia. Eso es lo que necesitaban y hoy por fin les ha llegado", dice una mujer
Muchos familiares de v¨ªctimas del 11-S prefieron no celebrar porque a¨²n no han asumido la p¨¦rdida
Anne Marie Borcherdng, una ejecutiva que perdi¨® a su novio el 11-S, lo supo al escuchar a un grupo de gente cantar a gritos desde un coche parado frente a su portal. "Se me cort¨® la respiraci¨®n, llor¨¦ y me vine hacia la Zona Cero. Mi novio -del que no quiere dar nombre- y yo nos conocimos porque trabaj¨¢bamos en el mismo edificio, en el piso 90. Aquel d¨ªa yo no fui a trabajar, ¨¦l s¨ª, y por eso le perd¨ª". Lo recuerda con los ojos enrojecidos abrazada a quien ahora es su marido, John Kushnick. Ambos viven a pocas manzanas de la Zona Cero, donde esas gr¨²as que sustituyen a las Torres Gemelas desde hace 10 a?os parece que no se ir¨¢n nunca. "Despu¨¦s de tantas guerras y tanto dinero invertido es trist¨ªsimo tener que estar celebrando la captura de Bin Laden frente a un solar", apunta Kushnick.
Para Anne Marie, en cambio, lo triste es no poder tener el cuerpo de Bin Laden frente a ella. "Hab¨ªa so?ado con este momento pero creo que la muerte es demasiado buena para ¨¦l. A m¨ª me gustar¨ªa que estuviera vivo y que pudi¨¦ramos desfilar frente a ¨¦l, escupirle y torturarle". Si se le pregunta por qu¨¦ necesita de algo tan extremo para encontrar paz solo es capaz de repetir "perd¨ª a mi novio, ¨¦l lo mat¨®... yo solo quiero ver el cuerpo de Bin Laden". Su caso tiene extra?as ramificaciones porque Borcherdng asegura que durante a?os trabaj¨® para la familia de Khalidbin Mahfouz, un empresario saud¨ª al que despu¨¦s se le han encontrado conexiones con Al Qaeda. "Con los atentados no solo perd¨ª a mi novio si no la fe en muchas cosas. Saber que has trabajado para alguien que ha contribuido a la muerte de alguien querido no es f¨¢cil de superar. Su muerte es una victoria peque?a, pero las victorias hay que celebrarlas y aunque estoy contenta es una sensaci¨®n extra?a. La Zona Cero sigue estando ah¨ª para recordarme lo que ocurri¨®".
Nadie deber¨ªa atreverse a juzgar el dolor ajeno, que a veces provoca reacciones extremas aunque hay quien piensa que ante todo hay que hablar de paz. A medianoche, la Zona Cero era un hervidero de personas -la polic¨ªa no daba estimaciones pero quiz¨¢s superaran el millar- y entre ellas muchas llevaban pancartas pac¨ªficas, como Alex Terruso, que enarbolaba junto a un amigo dos letreros que dec¨ªan: "Gracias Obama. Paz, al fin". Este veintea?ero de Nueva Jersey solo ten¨ªa 10 a?os cuando cayeron las torres pero fue, seg¨²n sus palabras, la primera vez que se le rompi¨® el coraz¨®n. "Vi llorar a mucha gente a mi alrededor y entend¨ª lo que es el dolor. Por eso hoy quiero que esto sea una celebraci¨®n por la paz", explica. Vot¨® a Barack Obama en las pasadas elecciones -"mi primera vez", dice con sorna- pero asegura que hoy habr¨ªa salido a la calle aunque hubiera habido en el gobierno cualquier otro pol¨ªtico porque hoy "deber¨ªa ser un d¨ªa sin pol¨ªtica".
"Quiero cont¨¢rselo a mis nietos"
Lo era para muchos de los centenares de estudiantes veintea?eros que se hacinaron ayer en los alrededores de la Zona Cero, sin duda. "Estoy aqu¨ª para sacar fotos y porque este es un momento hist¨®rico y quiero cont¨¢rselo a mis nietos" dec¨ªa una joven maquillada como para arrasar en las discotecas. "No s¨¦ lo que pasar¨¢ ahora en el mundo, solo s¨¦ que hoy hay que estar aqu¨ª".
Entre los que se sub¨ªan a sem¨¢foros y farolas con banderas y los que beb¨ªan cerveza frente a un grupo de polic¨ªas que hac¨ªan la vista gorda -est¨¢ estrictamente prohibido beber en las calles estadounidenses pero esta noche no ca¨ªan multas- la Zona Cero ten¨ªa el mismo aire festivo que la Cibeles cuando gana el Madrid. Hab¨ªa hasta alguna vuvuzela. "Bueno, a m¨ª me recuerda a Sud¨¢frica durante el mundial" comentaba precisamente un joven de Johannesburgo. ?Y no se parece m¨¢s al d¨ªa en que liberaron a Nelson Mandela? "No tengo ni idea. Era demasiado joven. A m¨ª esta fiesta me recuerda al mundial".
Curiosos, vecinos, turistas, familiares de las v¨ªctimas, militares y ante todo, neoyorquinos, pasaron varias horas de celebraci¨®n frente a un lugar que es un im¨¢n para turistas pero que los ciudadanos de esta urbe prefieren evitar porque reabre heridas dif¨ªciles. Sin embargo esta noche no hab¨ªa miedo de estar all¨ª. "Yo hace mucho que no ven¨ªa. Mi consuegro falleci¨® en los atentados. Por eso mi hijo y su mujer decidieron llamar a mi nieta Justicia. Eso es lo que necesitaban y hoy por fin les ha llegado" dice Lorraine Whitney, abrazada a otro de sus hijos.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha considerado la muerte del l¨ªder ideol¨®gico de la red terrorista Al Qaeda como "una victoria muy importante" para el pa¨ªs y "un tributo" para los que desde el 11-S luchan por preservar la seguridad de EE UU. "Dimos la palabra de que no nos detendr¨ªamos ante nada" sentenciaba solemne ante las c¨¢maras.
Muchos familiares prefieron no celebrar, porque a¨²n no han asumido la p¨¦rdida de sus seres queridos. Pero como dijo el senador neoyorquino Charles Schumer, "aporta algo de consuelo". Eso s¨ª, la lucha contra el terrorismo, "es una guerra que no ha terminado".
Entre los presentes en la Zona Cero muchos pensaban lo mismo. "Es posible que Al Qaeda vuelva a atacarnos pero Al Qaeda tambi¨¦n es una idea, como lo era Osama. Ese hombre era un s¨ªmbolo. Y a veces los s¨ªmbolos contribuyen a sanarnos. El mundo necesita empezar a curarse" dec¨ªa feliz Bill Murray, un neoyorquino que se cas¨® en Shanghai una semana despu¨¦s del 11-S "sin invitados porque a todos les dio miedo volar" y hoy aterrizaba en la ciudad despu¨¦s de una d¨¦cada junto a su mujer. "He cenado con esta espectacular noticia", resum¨ªa.
La polic¨ªa de Nueva York (NYPD) reforz¨® en seguida las medidas de seguridad "por precauci¨®n", lo que significa que habr¨¢ mayor presencia policial en la red de metro y otros puntos sensibles de la ciudad. Pero el comisario jefe, Ray Kelly, dej¨® claro que en este momento no existe amenaza "espec¨ªfica".
Bloomberg espera que la muerte de Bin Laden traiga "algo de tranquilidad" a todos los que perdieron a seres queridos el 11-S tras el colapso de las Torres Gemelas, donde murieron 2.752 personas. Entre los centenares de personas que a las tres de la madrugada segu¨ªan en la esquina de la calle Church con Vesey, Mike McReady lanzaba desde un iPad que enarbolaba a modo de pancarta el que posiblemente sea el mensaje m¨¢s objetivo de la noche: "Obama 1- Osama 0" .
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.