La polic¨ªa noruega revela que tard¨® 20 minutos en reducir al autor del doble atentado
Anders Behring Breivik estaba armado y ten¨ªa munici¨®n cuando fue detenido.- Los agentes han detenido hoy brevemente a seis personas, pero las han liberado al comprobar que no ten¨ªan relaci¨®n con la matanza
Mientras Noruega rinde homenaje a las 93 victimas fallecidas en el doble atentado del viernes con un gran funeral en la catedral de Oslo, la polic¨ªa sigue dando informaci¨®n sobre la matanza llevada a cabo en Utoya. En una rueda de prensa que ha tenido lugar esta tarde, los agentes han afirmado que tardaron 20 minutos en reducir a Anders Behring Breivik, el presunto autor, que todav¨ªa dispon¨ªa de abundante munici¨®n en el momento de su detenci¨®n.
La operaci¨®n para detener a Breivik comenz¨® a las 18.09 del viernes (hora local) momento en el que las fuerzas especiales de la polic¨ªa llegaron a la isla. El sospechoso fue detenido a las 18.27, seg¨²n las autoridades. Sponheim ha reconocido que, en principio, la isla estaba vigilada por un agente de la polic¨ªa. Seg¨²n el peri¨®dico noruego VG, habr¨ªa muerto durante el tiroteo.
Esta ma?ana, la polic¨ªa noruega ha puesto en marcha una operaci¨®n antiterrorista en la ciudad, sin ¨¦xito. Seis personas, sospechosas de suministrar explosivos a Anders Behring Breivik, autor confeso de la matanza, han sido detenidas brevemente, hasta que se ha comprobado que no ten¨ªan relaci¨®n con los cr¨ªmenes, la matanza en la isla de Utoya y el coche bomba que Bhering hizo estallar junto a la sede del Gobierno noruego. La polic¨ªa sigue interrogando al perturbado ultraderechista, que ha confesado ser autor de los dos atentados, que se han cobrado la vida de 93 personas -hay adem¨¢s 97 heridos y varios desaparecidos-. Behring asegura, seg¨²n la polic¨ªa, que actu¨® en solitario, tanto en la capital como en la posterior masacre en la isla de Utoya, pero "no admite su responsabilidad penal", es decir, no cree que lo que haya hecho sea un crimen.
Seg¨²n ha anunciado esta ma?ana el jefe en funciones de la polic¨ªa de Oslo, Sveinung Sponheim, Breivik ha dicho que "estaba solo, pero la polic¨ªa a¨²n debe comprobar todo lo que ha declarado". "Algunos de los testigos del tiroteo en la isla nos han declarado que no est¨¢n seguros de que hubiera uno o m¨¢s francotiradores", ha advertido el jefe de la policia. Sin embargo, Behring no admite tener responsabilidad penal, declaraci¨®n que concuerda con su propia calificaci¨®n de los cr¨ªmenes: "Atroces, pero necesarios". As¨ª lo ha corroborado tambi¨¦n su abogado, Geir Lippestad, que ha declarado a la cadena de televisi¨®n NRK que su cliente "en su conciencia, no tiene el sentimiento de haber hecho nada malo".
Pese a la declaraci¨®n de que actu¨® solo, la polic¨ªa ha lanzado por la ma?ana una operaci¨®n antiterrorista en Oslo, en busca de explosivos o de personas que pudieran hab¨¦rselos suministrado a Breivik. Los agentes no han tenido demasiado ¨¦xito. Han llegado a detener a seis personas, pero las han puesto en libertad poco despu¨¦s al comprobar que no ten¨ªan relaci¨®n con los atentados.
Mientras la polic¨ªa peinaba las calles, la catedral de Oslo ha sido escenario de un multitudinario funeral que ha estado encabezado por la familia real noruega y por el primer ministro, Jens Stoltenberg. "Cada una de las v¨ªctimas es una tragedia", ha dicho el gobernante, que ha animado a responder a los atentados "con m¨¢s democracia, m¨¢s apertura, m¨¢s humanidad, pero sin ingenuidad", porque Noruega es un "pa¨ªs peque?o pero con un pueblo fiero que no abandonar¨¢ sus valores". Enfrente, el rey Harald de Noruega lloraba, visiblemente emocionado.
Manifiesto en Internet
La visi¨®n del mundo de Breivik, el asesino de la isla de Utoya, se funda seg¨²n m¨²ltiples indicios en la islamofobia y el racismo. El canal TV2 de Bergen aseguraba anoche tener confirmaci¨®n policial de que Breivik es el autor de un manifiesto de 1.500 p¨¢ginas publicado en Internet, con el pseud¨®nimo Andrew Berwik, poco antes de la explosi¨®n de la bomba que el viernes mat¨® en Oslo a siete personas. Seg¨²n TV2, Breivik es tambi¨¦n autor de un v¨ªdeo de 12 minutos ya retirado del portal YouTube en el que ilustra la historia de los templarios y denuncia una supuesta invasi¨®n de Europa por parte de creyentes musulmanes. La polic¨ªa de la capital noruega se negaba ayer a comentar si el mamotreto presuntamente escrito por Breivik y titulado 2082, una declaraci¨®n de independencia europea, fue una de las pruebas encontradas por los agentes durante su registro de la granja del detenido. Los reporteros de TV2 consultados por este peri¨®dico lo sosten¨ªan as¨ª esta madrugada.
En este manifiesto el asesino acusa al presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de rendirse ante los musulmanes y de haber llegado al poder gracias a Al Qaeda, informa Efe. Behring carga en el texto varias veces contra Zapatero, al que llama "comadreja apaciguada", y asegura que Espa?a "ha olvidado su pasado" de Reconquista, y que el presidente del Gobierno espa?ol se "ha rendido a los musulmanes y a la inmigraci¨®n masiva" desde que accedi¨® al poder. Seg¨²n Breivik, ha provocado un "efecto llamada" conocido en toda ?frica y parte de Asia.
Seg¨²n recogen diversos medios internacionales, en el v¨ªdeo presuntamente editado por el autor de la matanza se enuncian una serie de amenazas contra los musulmanes y contra lo que se describe como "¨¦lites multiculturalistas de Europa", que se habr¨ªan negado a "transferir el poder" a la "revoluci¨®n conservadora". As¨ª que "la carnicer¨ªa que se avecina" har¨¢ que la II Guerra Mundial "parezca un picnic". Firma como caballero templario y termina poniendo una fecha para lo que considera que ser¨¢ la "¨²ltima aportaci¨®n" escrita: un par de horas antes de que detonara la bomba que destroz¨® el centro de Oslo. Seg¨²n diversos medios noruegos, el abogado de Breivik, Geir Lippestad, tambi¨¦n dio credibilidad a estas publicaciones.
"Los j¨®venes le suplicaban, ¨¦l disparaba"
No doblegarse, mantenerse unidos, evitar el miedo. Es pronto para saber si las consignas del Gobierno noruego calar¨¢n entre los ciudadanos. Demasiado viva estaba ayer la sacudida por los 92 muertos. Adem¨¢s, seg¨²n la televisi¨®n noruega, 18 personas heridas en Oslo y Utoya est¨¢n en situaci¨®n "cr¨ªtica". El pa¨ªs amaneci¨® con el horror de los j¨®venes que hab¨ªan sido asesinados a sangre fr¨ªa en un campamento de verano en la isla de Utoya. Tras el bombazo que mat¨® a siete personas en el centro de Oslo y despu¨¦s de las primeras noticias de que la inusitada masacre hab¨ªa sido perpetrada por un noruego, las informaciones sumieron en la estupefacci¨®n al pa¨ªs escandinavo: el ultraderechista Anders Behring Breivik deton¨® la bomba de Oslo para asesinar conciudadanos y atacar al Gobierno, pero sobre todo como maniobra de distracci¨®n para ejecutar al mayor n¨²mero posible de los 700 adolescentes convocados a Utoya por el Partido Laborista. Primero les reuni¨® -"acercaros tengo informaci¨®n importante", les dijo- y luego tuvo 90 minutos para recrearse en la matanza. "Este es vuestro ¨²ltimo d¨ªa, os voy a matar a todos, hijos del diablo", grit¨®.
"Los mataba como a perros", contaba temblando Edvard Fornes, de 16 a?os, uno de los supervivientes de la masacre, que se encontraba ayer acogido junto con otros en Sundvollen, el pueblo situado frente a la isla del horror.
La cara del muchacho al explicar el espanto del que fue testigo se corresponde bien con el aparente estado de Noruega. Con los brazos ca¨ªdos, la actitud cort¨¦s y la mirada hundida tras unos p¨¢rpados a media asta, que apenas expresaban otra cosa que absoluto pasmo, Edvard Fornes fue explicando en un excelente ingl¨¦s c¨®mo sobrevivi¨® a la matanza de sus 85 compa?eros de acampada. El chico no vio m¨¢s que a un pistolero y no le cabe duda de que el tipo que le apunt¨® con un rifle es el mismo cuya foto ha publicado la polic¨ªa: Anders Behring Breivik. "Solo que ahora lleva el pelo mucho m¨¢s corto", coment¨®.
Edvard salv¨® su vida cruzando a nado los 700 metros que separan Utoya de tierra firme. Pese a su complexi¨®n atl¨¦tica, puede decirse que tuvo suerte, porque el agua est¨¢ muy fr¨ªa y el asesino sigui¨® disparando sobre los muchachos que hu¨ªan a nado.
- ?Cu¨¢ntos amigos perdi¨® en la matanza?
- Todav¨ªa no los he contado.
Fornes acompa?a esta respuesta de un gesto estoico. Puede que vaya a ser el primer paso de la ingente labor que tiene por delante para digerir el horror vivido. Una labor m¨¢s complicada aun de la que aguarda a sus conciudadanos de la pac¨ªfica Noruega que no vieron la masacre con sus propios ojos.
El pistolero fue detenido el mismo viernes. Seg¨²n Sveinung Sponheim, segundo jefe de la polic¨ªa de Oslo, Breivik, de 32 a?os, confes¨® ayer que hab¨ªa estado en Utoya y que hab¨ªa disparado. Su abogado, Geir Lippestad, declar¨® en varios medios noruegos, que su cliente cre¨ªa que sus acciones eran "atroces" pero "necesarias".
Sobre sus motivos no hay m¨¢s que c¨¢balas. Se sabe, de momento, que manten¨ªa contactos con grupos de ultraderecha noruegos. Tambi¨¦n, que disfrutaba de una licencia de armas para pistolas y rifles autom¨¢ticos. Ataviado con un uniforme de polic¨ªa, se vali¨® de la impostura para perpetrar la matanza en Utoya. Seg¨²n explicaron las autoridades, Breivik tiene una peque?a empresa agr¨ªcola para la cual se cree que pudo comprar el fertilizante artificial del que probablemente se sirvi¨® para fabricar la bomba de Oslo y los artefactos que se han encontrado en la isla de Utoya. No est¨¢ muy claro c¨®mo fue arrestado: seg¨²n la televisi¨®n noruega NRK, la polic¨ªa lo redujo mediante gases lacrim¨®genos que lanz¨® desde el aire. Otras fuentes indican que ¨¦l mismo dio por terminada la faena y se entreg¨® voluntariamente a las fuerzas del orden.
La isla de Utoya se encuentra muy pr¨®xima a la carretera que bordea el lago Tyrifjorden para unir Oslo con Bergen, la segunda ciudad noruega. Un grupo de lugare?os comentaba ayer en Sundvollen que, en cuanto escucharon que el atentado con bomba en Oslo ten¨ªa un segundo acto en la peque?a isla, supieron que su autor era un noruego. No es Utoya un destino conocido fuera del pa¨ªs. Su min¨²scula extensi¨®n y su escasa infraestructura -un pu?ado de edificios y un embarcadero- limita su uso a las acampadas juveniles que cada a?o celebran all¨ª las Juventudes del Partido Laborista (AP), las fuerza pol¨ªtica que gobierna Noruega desde 2005. Ayer por la tarde, las aguas del Tyrifjorden reflejaban el gris del cielo vistas desde la peque?a localidad de Sundvollen.
En este id¨ªlico pueblo junto al lago se congregaban los supervivientes de la matanza, que, alojados en varios hoteles custodiados estrechamente por la polic¨ªa, prestaban declaraci¨®n y esperaban a que sus padres los recogieran para llevarlos a casa. El primer ministro de Noruega, Jens Stoltenberg, visit¨® la localidad para reunirse con las v¨ªctimas. Habl¨® de "tragedia nacional" y de algo nunca visto desde la II Guerra Mundial.
En Noruega act¨²an grupos de ultraderecha que alcanzaron relativa fuerza hacia finales del siglo pasado. Estas organizaciones radicales, sin embargo, fueron perdiendo apoyos a medida que los ganaba el populista Partido del Progreso, que en 2005 se convirti¨® en la segunda fuerza pol¨ªtica en el Parlamento de Oslo (Storting). Pese a que el asesino de Utoya comparte seg¨²n diversos indicios muchos puntos de vista con el partido -como el que vincula al partido Laborista con "el marxismo internacional"-, actos como los del viernes suponen una absoluta novedad en la tranquila Noruega.
Los investigadores no descartaban ayer que Breivik contara con alg¨²n c¨®mplice. Algunos testigos dijeron haber visto a dos hombres en la isla. No as¨ª Fornes, que lo tuvo "a diez metros de distancia". Cuando los muchachos hu¨ªan despavoridos de las balas, el falso polic¨ªa les gritaba: "Venid a jugar conmigo" y "no se¨¢is t¨ªmidos". Cuando descubr¨ªa a alguno escondido, Breivik lo mataba. Fornes contaba c¨®mo encontr¨® a un grupo de chicos parapetados en el campo, "que le suplicaron que les dejara vivir, pero ¨¦l dispar¨® sobre ellos una y otra vez"
La casa del joven superviviente Fornes, adonde se lo llev¨® su madre rescat¨¢ndolo de los reporteros, se encuentra en Mo i Rana, muy al norte de Utoya. En los alrededores del lago Tyrifjorden, tomado por la prensa, no paraba ayer de llover. La polic¨ªa montaba guardia en los hoteles donde se alojaban los j¨®venes y alrededor de la isla, que apenas se pod¨ªa vislumbrar desde la orilla de Sundvollen. El vivo paisaje verde contrasta con el rojo que tradicionalmente eligen los noruegos para pintar sus casas de madera con tejados a dos aguas.
Oslo estaba a su vez tomada por el Ej¨¦rcito. Sus menos de medio mill¨®n de habitantes comparten la perplejidad del superviviente y observan las tareas de reconstrucci¨®n con una aparente impasibilidad que les hace parecer turistas en su propia capital, que desde el viernes ya no es la misma. La zona destrozada por la bomba es de dif¨ªcil acceso, porque los servicios de rescate siguen buscando cad¨¢veres entre los escombros. As¨ª que la gente se arremolina ante las cintas policiales, desde donde sacan fotos y observan c¨®mo entran y salen los camiones de obras. Hombres y mujeres j¨®venes, embutidos en uniformes militares y fuertemente armados, guardan las calles y los edificios m¨¢s importantes. No tienen aspecto amenazador. Como Fornes, se dejan fotografiar con estoicismo.
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