La c¨²pula militar turca desaf¨ªa al poder civil
Los jefes de las tres fuerzas dimiten ante la oposici¨®n del Gobierno al ascenso de efectivos sospechosos de sedici¨®n
El jefe del Estado Mayor turco, el general Isik Kosaner, secundado por los jefes de las tres fuerzas, present¨® ayer su renuncia por desavenencias con el Gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan. Detr¨¢s de la dimisi¨®n en bloque est¨¢, seg¨²n la prensa turca, la promoci¨®n de 17 altos mandos del Ej¨¦rcito imputados en una supuesta trama golpista conocida como Operaci¨®n Mazo. La trama, urdida en 2003, buscaba desestabilizar el Gobierno islamista de Ankara y crear un momento propicio para un golpe de Estado. Unos 200 uniformados fueron procesados.
Entre las acciones se contemplaban el derribo de un caza-bombardero turco sobre las disputadas aguas del Egeo y culpar a la aviaci¨®n militar griega. O la colocaci¨®n de bombas en dos de las principales mezquitas de Estambul durante el rezo del viernes as¨ª como el asesinato de pol¨ªticos, intelectuales y l¨ªderes religiosos que ser¨ªan achacados a grupos radicales.
Las dimisiones se producen tres d¨ªas antes de que se celebrara la reuni¨®n del Consejo Militar Supremo, en donde Gobierno y los militares deciden las promociones dentro de las Fuerzas Armadas. La decisi¨®n de la c¨²pula castrense supone un claro desaf¨ªo al Gobierno del islamista moderado Erdogan, que con su plan de reforma constitucional ha intentado rebajar el hist¨®rico poder con el que cuentan los militares desde la revoluci¨®n de Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk.
La dimisi¨®n del jefe del Estado Mayor sorprendi¨® al pa¨ªs, ya que se produjo tras d¨ªas de reuniones a puerta cerrada con el presidente, Abdullah G¨¹l, y el primer ministro Erdogan. A la renuncia de Kosaner se ha unido la de los jefes de los Ej¨¦rcitos de Tierra, Erdal Ceylanoglu, Mar, Esref Ugur Yigit, y Aire, Hasan Aksay. Los cuatro alcanzaron sus puestos hace un a?o y les quedaba al menos otro de servicio. El comandante de la Gendarmer¨ªa, el general Necdet ?zel, fue ayer ascendido de manera extraordinaria a comandante del Ej¨¦rcito de Tierra y ser¨¢ nombrado, previsiblemente, nuevo jefe del Estado Mayor, informa Efe.
La desbandada dej¨® por unas horas ac¨¦falo al segundo mayor ej¨¦rcito de la OTAN, con m¨¢s de 600.000 efectivos, y vaticina un desenlace incierto para la reuni¨®n del Consejo Militar Supremo, prevista para este lunes. Lo que hasta el a?o pasado era una reuni¨®n de car¨¢cter burocr¨¢tico interno de la jerarqu¨ªa militar que se saldaba sin mayores problemas, promoviendo a aquellos uniformados que defendieran los sacrosantos valores castrenses heredados del fundador de la rep¨²blica, se ha convertido en un nuevo campo de batalla entre el Gobierno y los militares. La reuni¨®n de este a?o acapara toda la atenci¨®n ya que se prev¨¦ un pulso de poder en el que los generales juegan, por primera vez, en inferioridad de condiciones. El Gobierno parece decidido a impedir la promoci¨®n de cualquier militar sospechoso de estar implicado en la Operaci¨®n Mazo.
Las tensiones entre militares e islamistas se enmarcan en un duro pulso subterr¨¢neo que los dos estamentos libran desde hace nueve a?os. El Gobierno de Erdogan, desde su subida al poder en 2002, ha buscado supeditar el estamento militar al poder civil, una de las exigencias que Bruselas impuso a Turqu¨ªa para su entrada a la UE. Sin embargo, el desmantelamiento del sistema kemalista es considerado como un ataque frontal a la Rep¨²blica por parte del Ej¨¦rcito y de los estamentos kemalistas. Para estos ¨²ltimos, las fuerzas armadas son los guardianes leg¨ªtimos de los valores nacionales, entre los que se encuentra el principio de laicidad, y su defensa justificar¨ªa la tutela pol¨ªtica del Ej¨¦rcito e incluso los distintos golpes que ha sufrido el pa¨ªs desde 1960.
La victoria electoral del AKP en junio muestra c¨®mo las reformas de Erdogan tienen aceptaci¨®n. Pese a que muchos ciudadanos miran con recelo el ascenso islamista, la disminuci¨®n del poder de las Fuerzas Armadas es acogida con satisfacci¨®n.
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