Un sondeo a 28 millones de votantes

Lo m¨¢s interesante de las extra?as elecciones primarias que se celebran hoy domingo en todo Argentina, de manera simult¨¢nea y obligatoria, no es saber qui¨¦n queda primero -los sondeos no dejan dudas sobre la posici¨®n privilegiada de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner- sino saber qui¨¦n ocupa la segunda posici¨®n y cu¨¢l es el reparto porcentual de los votos, no solo los que obtenga la presidenta, sino, sobre todo, c¨®mo se distribuyen entre los cuatro candidatos m¨¢s conocidos de la oposici¨®n: el radical Ricardo Alfons¨ªn, el peronista cr¨ªtico Eduardo Duhalde, el socialista Hermes Binner y Elisa Carri¨®, de Coalici¨®n C¨ªvica.

La campa?a m¨¢s notable, en las ¨²ltimas semanas, ha sido la de Binner, que protagoniza una interesante operaci¨®n pol¨ªtica para convertir al peque?o Partido Socialista en una fuerza electoral de nivel nacional, capaz de competir, dentro de la oposici¨®n, con radicales y peronistas cr¨ªticos en igualdad de condiciones. Las primarias ser¨¢n la primera ocasi¨®n para verificar la apuesta Binner y evaluar si su proyecto a medio plazo est¨¢ realmente encaminado. Binner, un m¨¦dico de 68 a?os, lucha por sacar al Partido Socialista de su actual feudo territorial, la rica provincia de Santa Fe, y proyectarlo como una opci¨®n electoral nacional y cualquier resultado que le acerque hoy a la ansiada segunda posici¨®n ser¨¢ para ¨¦l un gran ¨¦xito.

Los sondeos, cuya publicaci¨®n no est¨¢ permitida en los ¨²ltimos d¨ªas de campa?a, no parecen haber dejado claro el reparto de votos en la oposici¨®n ni el volumen de apoyos que puede recibir la candidatura de la actual presidenta. Los kirchneristas ambicionan un resultado que convenza a los electores de que no har¨¢ falta una segunda vuelta en octubre, porque la presidenta est¨¢ en condiciones de arrasar en primera. El objetivo de la oposici¨®n es justamente el contrario: instalar la duda y demostrar que esa segunda vuelta, tan desestabilizadora para Cristina Fern¨¢ndez, puede estar al alcance de la mano.

Las primarias, ideadas por una reciente ley electoral, suponen un ejercicio democr¨¢tico in¨¦dito en Argentina y deber¨ªan servir, en teor¨ªa, para fortalecer el sistema de partidos, gravemente debilitado como consecuencia de la crisis de 2001-2002.

"Limpiar" los comicios

En realidad, los comicios de hoy no van a cumplir ese objetivo porque m¨¢s que unas primarias, con su correspondiente lucha interna en cada partido o coalici¨®n, se han convertido en una simple y gigantesca encuesta, previa a las elecciones verdaderas. Adem¨¢s, las corrientes peronista y radical siguen tan fragmentadas como quedaron en 2002 y acuden con m¨²ltiples propuestas. Para colmo, en Argentina sigue vigente una fuerte organizaci¨®n partidaria de car¨¢cter provincial, que hace que los poderes locales conserven una fuerza electoral decisiva.

Lo que s¨ª que van a conseguir estas elecciones es "limpiar" los comicios de octubre de candidatos de peque?os partidos, generalmente de izquierda, que han concurrido en otras convocatorias. Ahora quienes no obtengan el 1,5% del voto emitido este domingo (se calcula que har¨¢n falta unos 400.000 votos) no podr¨¢n ser candidatos en octubre.

Las elecciones primarias en s¨ª mismas han sido objeto de todo tipo de pol¨¦micas y discusiones. La organizaci¨®n es extremadamente compleja porque se eligen tambi¨¦n candidatos a gobernadores de 12 provincias, entre ellas la m¨¢s importante de todas, Buenos Aires -con casi el 38% del censo electoral-, a diputados, senadores e intendentes. Todo hace prever que el recuento ser¨¢ anormalmente lento y que probablemente no se sepan resultados significativos hasta bien entrada la noche (madrugada del lunes, hora espa?ola).

Una complicaci¨®n a?adida es la decisi¨®n de una juez de Buenos Aires de anunciar que, en esa provincia, quienes no voten en las primarias no podr¨¢n hacerlo en las generales de octubre.