Evacuaciones masivas en EE UU por el hurac¨¢n Irene
El alcalde de Nueva York ha anunciado que m¨¢s de 250.000 residentes de Nueva York tendr¨¢n que abandonar sus casas.- Obama adelanta el fin de sus vacaciones y califica el hurac¨¢n de "hist¨®rico"
El hurac¨¢n Irene sigue su avance hacia la zona noreste de Estados Unidos, en un trayecto que podr¨ªa llevarle desde Carolina del Norte hasta Nueva Inglaterra, pasando por Washington y Nueva York. En una zona poco acostumbrada a tormentas de semejante fuerza, Irene ya ha provocado numerosas evacuaciones preventivas; la alerta de 100.000 miembros de la Guardia Nacional, cancelaciones de rutas ferroviarias y a¨¦reas, y que cinco estados se hayan declarado en situaci¨®n de emergencia.
Hay hasta 65 millones de personas que residen en las zonas afectadas por el trayecto previsto del hurac¨¢n, en el eje que une Washington, Baltimore, Filadelfia, Nueva York y Boston. En Washington, las autoridades han distribuido sacos de arena y han habilitado cuatro refugios para las personas evacuadas. La empresa nacional de ferrocarriles, Amtrak, ya ha cancelado los trayectos de larga distancia que unen la capital, Washington, con el sur. Las aerol¨ªneas anularon tambi¨¦n numerosos trayectos. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha ordenado el desalojo de diversas zonas bajas en Brooklyn, Staten Island y Manhattan, algo que podr¨ªa afectar a 250.000 residentes.
Su hom¨®logo en Washington, Vincent Gray, ha declarado esta madrugada (hora espa?ola) el estado de emergencia a tenor de las previsiones meteorol¨®gicas que apuntan a que el hurac¨¢n llegar¨¢ a la capital estadounidense en las pr¨®ximas horas. "He declarado el estado de emergencia en el distrito debido al inminente impacto del hurac¨¢n 'Irene'", ha escrito Gray en su perfil en la red social Twitter.
Evacuaci¨®n masiva
Con el sol a¨²n brillando sobre el cielo de Nueva York, la ciudad de los rascacielos se preparaba este viernes para la llegada de un hurac¨¢n que transformar¨¢ el paisaje de la ciudad en cuesti¨®n de horas y que el s¨¢bado por la noche podr¨ªa hacer temblar la ciudad con vientos de hasta 144 kil¨®metros por hora y copiosas lluvias. Lo que m¨¢s preocupa a las autoridades es la fuerte subida de las aguas que ba?an la isla de Manhattan y los barrios de Brooklyn, Queens y Staten Island. De ah¨ª que por primera vez en la historia de Nueva York, el alcalde Michael Bloomberg anunciara la evacuaci¨®n obligatoria de 250.000 personas que viven en las zonas de riesgo de inundaci¨®n, adem¨¢s del desalojo de los hospitales y asilos cercanos a las zonas costeras. "Nunca hemos ordenado una evacuaci¨®n y no lo har¨ªamos si no pens¨¢ramos que la tormenta es potencialmente muy peligrosa" declar¨® el alcalde Michael Bloomberg en una rueda de prensa el pasado jueves. Adem¨¢s, a partir del s¨¢bado, el alcalde ha ordenado el cierre paulatino del sistema de transporte p¨²blico, por miedo a que las inundaciones que el hurac¨¢n pueda provocar paralicen el sistema y atrapen a los ciudadanos en su interior.
Con esta decisi¨®n, el alcalde adem¨¢s trata de salvar el tipo para no sufrir las cr¨ªticas que recibi¨® el pasado diciembre tras la tormenta de nieve que colaps¨® la ciudad ante su falta de previsi¨®n. Y no hay que olvidar que en la memoria del pa¨ªs est¨¢ el hurac¨¢n Katrina, que arras¨® Nueva Orle¨¢ns en 2005 provocando la muerte de casi mil personas y ante cuya llegada las autoridades apenas hicieron nada.
El gobernador de Nueva York Andrew Cuomo ha puesto en alerta a la Guardia Nacional y se prev¨¦ tambi¨¦n el cierre de varios puentes que conectan la isla de Manhattan con New Jersey y con Brooklyn. Mientras, en Wall Street, un ¨¢rea muy cercana a Battery Bark, considerada una de las grandes zonas de riesgo, el New York Stock Exchange hac¨ªa acopio de generadores para que lo que pueda ocurrir el domingo no paralice la apertura de la bolsa el pr¨®ximo lunes. Y es que, en la capital del capitalismo por excelencia, parece que ni un hurac¨¢n puede frenar el ritmo de vida, es m¨¢s, hay quienes han visto en Irene claras las oportunidades de negocio: en algunos supermercados se ofrecen desde hace dos d¨ªas 'cupones de descuento hurac¨¢n' para que los neoyorquinos consuman de forma imparable gracias al hurac¨¢n.
Un hurac¨¢n "hist¨®rico"
"Todo indica a que ¨¦ste va a ser un hurac¨¢n hist¨®rico", ha dicho este viernes el presidente Barack Obama desde su retiro vacacional en Massachusetts. "No puedo insistir lo suficiente sobre este punto: no hay que esperar, no hay que retrasar las decisiones. Hay que prepararse para lo peor. Debemos tomarnos esta tormenta muy en serio". El presidente ha decidido adelantar el fin de sus vacaciones y regresar este viernes a Washington. Tambi¨¦n ha cancelado los actos de inauguraci¨®n del monumento a Martin Luther King, que iban a congregar a 250.000 personas el domingo.
En las ¨²ltimas horas, Irene se desplazaba a 22 kil¨®metros por hora y registraba r¨¢fagas altas de hasta 165 kil¨®metros por hora, seg¨²n el Centro Nacional de Huracanes. Vientos huracanados se extend¨ªan a un radio de 150 kil¨®metros de su ojo, y r¨¢fagas de tormenta tropical a otro radio mayor, de hasta 465 kil¨®metros. La NASA estima que el di¨¢metro del hurac¨¢n es de unos 800 kil¨®metros, un tercio de toda la costa este del pa¨ªs.
Al pasar por Bahamas, Irene fue degradado a hurac¨¢n de Categor¨ªa 2, aunque se espera que sus r¨¢fagas se intensifiquen al tocar tierra, algo que el Centro Nacional sobre Huracanes prev¨¦ que ocurra cerca de la localidad de Wilmingon, en Carolina del Norte, a las 17.00 (23.00 en la Espa?a peninsular). Si supera los 178 kil¨®metros por hora, volver¨¢ a considerarse de Categor¨ªa 3.
El Gobierno, a trav¨¦s de la Agencia Federal de Gesti¨®n de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingl¨¦s) ha distribuido alimentos, agua potable, mantas y dem¨¢s material de asistencia a lo largo de la costa Este. La Cruz Roja ha abierto, adem¨¢s, refugios para familias evacuadas en Carolina del Norte. En total, son cinco los Estados que han declarado la situaci¨®n de emergencia. Unos 100.000 agentes de la Guardia Nacional est¨¢n en alerta por si los gobernadores necesitan su intervenci¨®n.
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