Claves de la rebeli¨®n estudiantil chilena
Esta semana los dirigentes de las organizaciones de estudiantes universitarios y secundarios ser¨¢n recibidos en La Moneda por el presidente Sebasti¨¢n Pi?era para intentar resolver mediante el di¨¢logo el conflicto por el modelo educacional que hizo la dictadura de Pinochet, y que tiene desde hace tres meses a gran parte de la educaci¨®n superior y media movilizada contra el gobierno, mientras este se ha hundido en las encuestas. Estas son algunas de las claves del conflicto.
?Cu¨¢ndo comenz¨® la revuelta de los estudiantes y qui¨¦nes se han sumado?
Los ambientalistas dieron el punto de partida el 9 de mayo al clima de movilizaciones que impregna Chile durante este a?o, al salir a las calles unas 30 mil personas en protesta por la aprobaci¨®n de las cinco represas en la Patagonia del proyecto hidroel¨¦ctrico Hidroays¨¦n, de propiedad de la espa?ola Endesa y la chilena Colb¨²n.
Tres d¨ªas despu¨¦s, el 12 de junio, fue el turno de los estudiantes, que en un n¨²mero superior a los 50 mil marcharon por las principales ciudades del pa¨ªs, los universitarios pidiendo reformas y m¨¢s recursos para la educaci¨®n superior, y los secundarios el t¨¦rmino de la administraci¨®n municipal de los colegios (la llamada "municipalizaci¨®n"), mejorar la calidad de los establecimientos y pase escolar todo el a?o para el transporte p¨²blico.
El conflicto lo desencadenaron las demandas insatisfechas acumuladas durante a?os, m¨¢s que un hecho coyuntural. En 2006, los estudiantes secundarios tuvieron en jaque al gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet con paralizaciones y tomas masivas. Pero la llamada rebeli¨®n "pinguina", por el apodo popular a los alumnos secundarios debido al uniforme que utilizan, pudo concretar entonces muy pocas y tard¨ªamente sus demandas principales, muy parecidas a las actuales.
Los universitarios, salieron a las calles por sus demandas hist¨®ricas de cambio del sistema. El 6 de junio comenzaron las primeras tomas de colegios y liceos secundarios y de facultades y campus universitarios. Inicialmente, los rectores de las universidades apoyaron el movimiento y varios de ellos incluso marcharon en las calles junto a los estudiantes, aunque despu¨¦s que el gobierno entreg¨® recursos, se retiraron.
Los profesores se plegaron en junio a las demandas. A comienzos de agosto, la demanda estudiantil comenz¨® a ser de otros sectores de la sociedad, cuando despu¨¦s que el gobierno prohibiera una marcha por la principal avenida y la polic¨ªa militarizada de carabineros reprimiera a los j¨®venes, sus padres comenzaran a golpear las cacerolas. Fue el primer cacerolazo que se escuchaba en Chile desde el inicio de la democracia. Con el paro de dos d¨ªas de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT, la principal central obrera de Chile), el movimiento sindical adhiri¨® a los estudiantes.
?C¨®mo ha sido el movimiento?
Los estudiantes han innovado dr¨¢sticamente en las formas de convocatoria y de movilizaci¨®n de sus protestas para reunirse utilizan las redes sociales, y al momento de tomar decisiones, las asambleas. Si bien han mantenido sus m¨¦todos hist¨®ricos de movilizaci¨®n, las tomas de colegios, liceos y campus universitarios, marchas y huelgas de hambre, incorporaron novedosas, coloridas y alegres maneras de expresar su malestar. Esto ha contribuido a que crezca la adhesi¨®n a sus peticiones.
Las movilizaciones han sido muy variadas. Esta semana cientos de estudiantes terminaron una marat¨®n de correr 1.800 horas en torno al Palacio Presidencial de La Moneda por la educaci¨®n, sin importar el clima. En la c¨¦ntrica Plaza de Armas de Santiago se reunieron para una masiva "besat¨®n" por las reformas a la educaci¨®n. En el Paseo Ahumada efectuaron un impactante suicidio masivo arroj¨¢ndose al suelo y qued¨¢ndose quietos. En un puente sobre el r¨ªo Mapocho, alumnos de la carrera de Arquitectura colgaron figuras que parec¨ªan personas como si estuvieran ahorcados por las deudas.
La creatividad ha florecido durante las marchas. Los estudiantes han desfilado por las calles con escenas carnavalescas, interpretando escenas del mundo del espect¨¢culo, como Thriller, de Michael Jackson, bailando ballet, como carros antidisturbios y tanquetas de la polic¨ªa militarizada. Se han disfrazado como personajes pol¨ªticos, carabineros, guerrilleros.
En las calles y plazas de las principales ciudades del pa¨ªs, el movimiento ha sido el m¨¢s masivo desde el comienzo de la democracia, en 1990. Incluso ha llegado a peque?os pueblos e islas y ha abarcado a otros sectores, como las clases medias, que se han sumado a los caceroleos. Las protestas se han transformado en parte del paisaje habitual de este "invierno estudiantil".
?Cu¨¢les son las principales demandas de los estudiantes?
De las reivindicaciones propiamente educacionales, las organizaciones que protestan pasaron con rapidez a otras peticiones m¨¢s estructurales de cambio del sistema pol¨ªtico, al advertir que para lograr aprobar sus demandas, se requiere por un lado que el Estado tenga m¨¢s recursos, y por otro a la Constituci¨®n, para que el sistema electoral tenga una representatividad mayor, que le permita absorber su petitorio.
Para lograr m¨¢s recursos que permitan financiar la educaci¨®n, las organizaciones estudiantiles pidieron la renacionalizaci¨®n de la gran miner¨ªa del cobre en manos de inversiones extranjeras privadas y una reforma tributaria que aumente los impuestos a los grupos de m¨¢s altos ingresos. Era frecuente ver en colegios y facultades tomados pancartas exigiendo ambas demandas.
La petici¨®n de reformas a la Constituci¨®n apunta a cambiar el sistema electoral binominal, que en la pr¨¢ctica establece un empate entre mayor¨ªas y minor¨ªas, lo que impide modificaciones de fondo por los altos qu¨®rum que estas exigen. Tambi¨¦n, a abrir la posibilidad de un plebiscito vinculante, otra petici¨®n de los estudiantes, para que la mayor¨ªa pueda ejercer su derecho a hace reformas.
En su petitorio educacional de doce puntos, que los estudiantes entregaron en La Moneda, piden entre los centrales que la educaci¨®n sea garantizada constitucionalmente por el Estado como un derecho social, en contraposici¨®n con la postura de entenderlo como un bien de consumo, y que se asegure su calidad.
Tambi¨¦n exigen el fin al lucro en la educaci¨®n, en todos los niveles de ense?anza, la eliminaci¨®n de la presencia de la banca privada en el sistema de cr¨¦ditos para financiar la educaci¨®n y el t¨¦rmino del sistema de cofinanciamiento por parte de las familias, que ha sobreendeudado a muchos de los que han logrado acceder a la universidad. En la ense?anza media, la desmunicipalizaci¨®n del sistema.
Sus peticiones apuntan a construir un nuevo paradigma educacional, que reemplace al erigido en la dictadura, y donde el Estado sea protag¨®nico y garantice la calidad y acceso, como es en otros pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y Europa. Aspiran a educaci¨®n gratuita y de calidad.
?Qu¨¦ les ha ofrecido el gobierno?
Despu¨¦s de minimizar la importancia del conflicto e ignorar inicialmente sus demandas, La Moneda comenz¨® a reaccionar ante el petitorio de los estudiantes, en forma err¨¢tica. Paulatinamente, ha ido ofreciendo m¨¢s recursos para la educaci¨®n, pero sin ceder a las demandas de cambios estructurales.
Mientras el conflicto escalaba, el presidente Sebasti¨¢n Pi?era removi¨® de su cargo al ministro de Educaci¨®n, Joaqu¨ªn Lav¨ªn, y en su reemplazo nombr¨® al actual titular, Felipe Bulnes. En su ¨²ltima propuesta a los estudiantes, Bulnes plante¨® cuatro ejes para llegar a un acuerdo.
En primer lugar, establecer un sistema combinado de becas y cr¨¦ditos para el 60 por ciento de la poblaci¨®n m¨¢s pobre reciba ayuda del Estado, junto con reprogramar las deudas de los 110 mil morosos del sistema de cr¨¦ditos para pagar los aranceles de las universidades. Esto se complementar¨¢ con la rebaja del inter¨¦s para el cr¨¦dito de los estudiantes, del 5 por ciento al 2 por ciento.
El segundo eje es el fortalecimiento de la educaci¨®n p¨²blica, aumentando los recursos, y pasando los colegios que no est¨¢n bien administrados a organismos p¨²blicos descentralizados, en un avance hacia la desmunicipalizaci¨®n. El tercer eje es hacer cumplir la ley que proh¨ªbe el lucro a las universidades, lo que fiscalizar¨¢ la Superintendencia de Educaci¨®n Superior. Una reforma constitucional para garantizar el derecho a la educaci¨®n de calidad es el cuarto eje de su propuesta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.