Cuenta atr¨¢s para Palestina
Israel muestra signos de p¨¢nico ante las consecuencias de ocupar un "Estado".- El veto de Washington forzar¨¢ que en la ONU solo sea observador sin voto
La Autoridad Palestina considera que su recurso a la ONU ya no tiene vuelta atr¨¢s. Pese a las amenazas de Estados Unidos e Israel y a las presiones de varios pa¨ªses europeos, el presidente Mahmud Abbas pedir¨¢ el reconocimiento internacional de Palestina como Estado y, muy probablemente, lo obtendr¨¢ en cuesti¨®n de pocas semanas. Abbas, sin embargo, est¨¢ dispuesto a negociar las formas. La opci¨®n de convertirse en el miembro 194 de las Naciones Unidas con plenos derechos ya est¨¢ descartada, por el anunciado veto de Washington. Parece m¨¢s probable que su futura situaci¨®n en la organizaci¨®n se parezca a la del Vaticano, observador sin derecho a voto. Pese a la rebaja en las aspiraciones palestinas, el Gobierno israel¨ª muestra crecientes signos de p¨¢nico ante la evidencia de que pronto se convertir¨¢ en ocupante de un Estado, y no de unos "territorios".
Mahmud Abbas se ha reunido en El Cairo con Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea, con el fin de decidir la f¨®rmula de acceso a la ONU. Para la Uni¨®n Europea es importante no aparecer dividida en la votaci¨®n de la Asamblea General. Para los palestinos es importante no enajenarse las simpat¨ªas de Alemania, Reino Unido e Italia, los tres pa¨ªses m¨¢s reticentes al reconocimiento. En principio, la UE pide a Abbas que acepte una demora en los reconocimientos bilaterales (Alemania no quiere intercambiar todav¨ªa embajadores), que se comprometa a reanudar las negociaciones con Israel lo antes posible y que descarte, al menos por un tiempo, la opci¨®n de presentar cargos contra Israel ante la Corte Penal Internacional.
Abbas esconde sus cartas. Prev¨¦ reunirse con los representantes de la Liga ?rabe, pero, seg¨²n fuentes pr¨®ximas al presidente palestino, tratar¨¢ de ser lo m¨¢s ambiguo posible. "Su prop¨®sito es esperar hasta el viernes para anunciar en un discurso pronunciado dentro de su propio pa¨ªs, en Palestina, los detalles concretos", han a?adido las mismas fuentes.
Tony Blair, el representante del Cuarteto (Estados Unidos, Uni¨®n Europea, Rusia y ONU), insiste todav¨ªa en proponer una reanudaci¨®n de las negociaciones israelo-palestinas y en pedir que se aplace la iniciativa ante la ONU. Eso mismo hace Ehud Barak, ministro de Defensa y n¨²mero dos del Gobierno israel¨ª, quien reclama a Netanyahu un "gesto importante" que permita retomar el di¨¢logo. Barak cree que ese "gesto" indeterminado aliviar¨ªa el aislamiento regional de Israel y restar¨ªa fuerza a la agresividad turca y al furor popular egipcio. Pero pocos creen posible que a estas alturas Netanyahu, que sigue aprobando la creaci¨®n de nuevas colonias israel¨ªes en los territorios ocupados, sea capaz de hacer renuncias de importancia: su electorado lo rechazar¨ªa.
Muchos diplom¨¢ticos extranjeros en Oriente Pr¨®ximo se muestran pesimistas ante las consecuencias del reconocimiento de Palestina como Estado. Dan por seguro que Estados Unidos suspender¨¢ su aportaci¨®n anual a la Autoridad Palestina, cercana a los 500 millones de d¨®lares (367 millones de euros), y que Israel adoptar¨¢ todas las medidas posibles para dificultar la vida a los palestinos de Jerusal¨¦n Oriental y Cisjordania. Israel ya ha hecho saber que si la ONU reconoce la existencia del Estado palestino, los acuerdos de Oslo, el proceso de paz y la propia Autoridad Palestina carecer¨¢n de validez.
"Hoy hace exactamente 18 a?os que se firmaron los acuerdos de Oslo, creemos que esa v¨ªa ya se ha agotado",ha comentadoun miembro de Fatah, el partido de Mahmud Abbas. "Si hay represalias israel¨ªes, las soportaremos como hemos soportado otras anteriormente", ha a?adido.
El reconocimiento del Estado palestino no cambiar¨¢ de forma inmediata la vida de los palestinos bajo la ocupaci¨®n. Lo que cambiar¨¢ ser¨¢ la situaci¨®n de los ocupantes. Si la ONU acepta la f¨®rmula de que las fronteras palestinas son las del armisticio de 1967 corregidas con intercambios, como propuso el propio Barack Obama hace unos meses, m¨¢s de medio mill¨®n de israel¨ªes ser¨¢n considerados ocupantes de un pa¨ªs extranjero seg¨²n la ley internacional. Y Palestina podr¨¢ pedir el ingreso en la Corte Penal Internacional y denunciar ante ella los actos que considere criminales por parte de Israel. Eso aterroriza a los dirigentes israel¨ªes: la perspectiva de no poder salir del pa¨ªs por miedo a ser detenidos.
El Gobierno israel¨ª ha repartido gases lacrim¨®genos y otras armas no letales a sus colonos para que se defiendan ante posibles marchas palestinas y prepara a sus soldados para hacer frente a eventuales disturbios por la alegr¨ªa de unos y el enojo de otros.
Por el contrario, la Autoridad Palestina ha pedido a los activistas de distintas organizaciones que se mantengan pasivos, que eviten movilizaciones que puedan ser interpretadas como una provocaci¨®n. "No atacaremos colonias ni puestos de control, pese a que a m¨ª personalmente me gustar¨ªa; no queremos que las cosas se nos escapen de las manos como en la Segunda Intifada e Israel disponga de argumentos para endurecer la represi¨®n y para levantar nuevos muros", comenta Issa Amro, uno de los m¨¢s importantes activistas palestinos de Hebr¨®n.
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