Evo Morales vive su peor crisis pol¨ªtica desde que lleg¨® al poder en Bolivia
Tras la dimisi¨®n de dos ministros, decenas de manifestaciones exigen m¨¢s cambios en el Gobierno
El Gobierno de Evo Morales afronta la peor crisis pol¨ªtica y social desde que accediera a la presidencia de Bolivia, hace seis a?os. Pese al reajuste de su Gabinete no solo no ha logrado apaciguar el descontento ciudadano sino que ha visto aumentar el grado de desconfianza sobre su respeto por la democracia y su capacidad de gesti¨®n para solucionar un conflicto que, de una protesta local, ha pasado a ser una cuesti¨®n nacional despu¨¦s de la violenta represi¨®n policial contra una manifestaci¨®n ind¨ªgena.
La poderosa Central Obrera Boliviana (COB) ha convocado hoy una huelga con car¨¢cter inmediato que consigui¨® paralizar en gran parte el pa¨ªs y alterar la vida cotidiana con manifestaciones callejeras y bloqueos en los puntos estrat¨¦gicos de circulaci¨®n en la mayor parte de las ciudades bolivianas. A la protesta se sumaron las universidades, las juntas vecinales -muchas de ellas de El Alto a pesar de ser un basti¨®n del partido gobernante-, y los comit¨¦s c¨ªvicos y entidades civiles de los nueve departamentos del pa¨ªs.
Morales ha visto aumentar el grado de desconfianza sobre su respeto por la democracia
Al mismo tiempo en el departamento de Santa Cruz, el m¨¢s grande de Bolivia y el que presenta un mayor grado de oposici¨®n a Morales, se manten¨ªa por tercer d¨ªa consecutivo una huelga de hambre, solidaria con los ind¨ªgenas. Aun cuando las actividades escolares se suspendieron, las oficinas del Estado cumplieron con relativa normalidad sus actividades.
Todos los convocantes expresaban su apoyo a los habitantes del Territorio Ind¨ªgena del Parque Nacional Isiboro S¨¦cure (TIPNIS) y, manifestaban su repudio a la actuaci¨®n de la Polic¨ªa. La manifestaci¨®n de las etnias chiman, yuracar¨¦ y moxe?a y otra veintena de pueblos originarios reclamaba que se aplicaran sus derechos constitucionales y fuera amparada su negativa a la construcci¨®n de una carretera que partir¨¢ en dos el TIPNIS.
El centro de La Paz, retumbaba hoy por la detonaci¨®n de explosivos que marcan el paso de una manifestaci¨®n de organizaciones sociales. La multitud cubr¨ªa un recorrido de unos cinco kil¨®metros. Los participantes lanzaron consignas contra el Gobierno de Morales y exig¨ªan la destituci¨®n de los ministros de la Presidencia, Carlos Romero, y de Obras P¨²blicas, Walter Delgadillo.
El Palacio de la Presidencia fue rodeado por un importante cord¨®n policial que imped¨ªa el acceso a menos de 200 metros del edificio en la Plaza Murillo. Mientras en el tambi¨¦n protegido Palacio Legislativo, el vicepresidente ?lvaro Garc¨ªa Linera trataba de calmar los ¨¢nimos de los 10 asamble¨ªstas ind¨ªgenas del partido oficialista, Movimiento Al Socialismo (MAS), que han amenazado con sumarse a la oposici¨®n y poner en peligro los dos tercios de voto que mantiene el oficialismo.
"El malestar es tan grande que la renuncia del ministro Sacha Llorenti (ministro de Interior) no ha sido suficiente", apunta el analista Carlos Cordero, quien considera que "esta situaci¨®n de crisis muy grave puede llevar a una espiral de violencia y, a que Bolivia se acerque a una coyuntura similar a octubre de 2003". Se trata de la asonada civil que derroc¨® al Gobierno de Gonzalo S¨¢nchez de Lozada (2002-2003).
Desde Cochabamba, la soci¨®loga Maria Teresa Zegada apunt¨® que al conflicto del TIPNIS se ha sobrepuesto otra crisis pol¨ªtica a ra¨ªz de la ambig¨¹edad que el Gobierno refleja en el manejo y aplicaci¨®n del discurso democr¨¢tico. "Los dos ¨²ltimos discursos de Morales generan mayor incertidumbre entre los bolivianos, pues no ha mostrado una clara viabilidad de solucionar el conflicto del TIPNIS". En cuanto al futuro de la carretera, ¨¦ste queda postergado hasta un referendo o una consulta, aunque las obras de los dos tramos contin¨²an trabaj¨¢ndose. La empresa brasile?a no recibi¨® orden de paralizar obras.
Entre la ciudadan¨ªa crece la desconfianza sobre la capacidad real que pueda tener el Gobierno para dar soluciones definitivas al conflicto ind¨ªgena, as¨ª como del respeto a la Constituci¨®n, -texto que ha recogido las iniciativas de los pueblos ind¨ªgenas y de los movimientos sociales- y su aplicaci¨®n. Morales ha quebrantado ya 35 art¨ªculos de esta Carta Magna, seg¨²n un recuento period¨ªstico.
El Gobierno espera que una comisi¨®n investigadora resuelva el enigma de las responsabilidades e identifique a quienes asumieron la decisi¨®n de intervenir y reprimir tan duramente a la columna ind¨ªgena.
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