Miles de estudiantes toman las calles para exigir una educaci¨®n mejor en Colombia

Con su masiva presencia en las calles y las permanentes asambleas en las universidades, los estudiantes universitarios de Colombia han inclinado la balanza a su favor en un pulso que sostienen con el presidente Juan Manuel Santos. ¡°Levanten el paro y vuelvan a clases¡±, implor¨® el mandatario al aceptar que estaba dispuesto a retirar del Congreso de la Rep¨²blica un pol¨¦mico proyecto de Reforma a la Educaci¨®n Superior.

Su anuncio fue hecho en la noche del mi¨¦rcoles en v¨ªsperas de las marchas convocadas para el jueves. Los estudiantes hab¨ªan podido disfrutar tranquilos de su victoria, pero ante la fuerza que ha ido tomando su capacidad de movilizaci¨®n quisieron hacer una riesgosa demostraci¨®n de su fuerza. As¨ª que palabras, palabras menos, le respondieron: ¡°Vamos a pensarlo¡±.

Entonces el presidente les record¨® que ¨¦l era defensor de las protestas porque estas robustec¨ªan la democracia aunque apel¨® a un argumento de peso: los riesgos que implica para todos la p¨¦rdida del semestre acad¨¦mico si no se reinician las actividades acad¨¦micas. Un motivo v¨¢lido, aunque es evidente que Santos tambi¨¦n deseaba evitar las marchas llenas de consignas en contra de su Gobierno.

En la otra orilla, los l¨ªderes estudiantiles se jugaban su prestigio cultivado no s¨®lo por su capacidad de discusi¨®n sino por el riesgo de que ante el anuncio presidencial, el entusiasmo se desinflar¨¢ y la presencia en las calles fuera m¨ªnima. Pero, se les cumpli¨® su sue?o. Hac¨ªa bastante tiempo que en Colombia no se ve¨ªan unas manifestaciones de semejantes dimensiones. En Bogot¨¢, por ejemplo, los estudiantes se citaron en el norte, en el sur y en el occidente. Todos con direcci¨®n hacia los cerros orientales, desde donde se extiende la ciudad. El prop¨®sito era ir hasta la Plaza de Bol¨ªvar, el sitio m¨¢s emblem¨¢tico de la ciudad, a escasos metros de la Casa de Nari?o.

Las marchas naturalmente colapsaron el tr¨¢fico, de por s¨ª bastante ca¨®tico, pero transcurr¨ªan en un ambiente festivo. As¨ª tambi¨¦n ocurri¨® en Barranquilla, Cartagena, Medell¨ªn, Bucaramanga y Cali. Con el pulso a su favor, los estudiantes anunciaron que ya no solo les interesaba el retiro del proyecto sino que esta coyuntura era buena para discutir la calidad educativa que se imparte en Colombia y adem¨¢s la exigencia de que sea gratis o con intereses bancarios del cero por ciento. Es decir, aumentaron sus peticiones.

"Vuelvan a las clases"

¡°Ustedes convocaron este paro para que se retirara la reforma y ya respondimos positivamente a su solicitud. Vamos a retirarla si levantan el paro y vuelven a clases. Aqu¨ª no hay ninguna amenaza de por medio¡±, preciso Santos en un lenguaje adornado con expresiones coloquiales: ¡°?No les vamos a poner conejo! El pa¨ªs entero es testigo de nuestro compromiso. Ahora les pedimos a los estudiantes que insisten en el paro que no le pongan ustedes conejo al pa¨ªs, que lo levanten y vuelvan a clases, ?y que salven el semestre!¡±, insisti¨®.

Su angustia es explicable porque el conflicto lleva cerca de un mes lo que equivale a casi el 25 por ciento del calendario acad¨¦mico. Una semana m¨¢s y habr¨ªa que cancelar el semestre. ¡°Estamos hablando de los estudios de 550 mil alumnos de universidades p¨²blicas que, en su inmensa mayor¨ªa, desean volver a clases¡±, argument¨® Santos. Igualmente, apel¨® a la solidaridad: ¡°Piensen en los cientos de miles de bachilleres pr¨®ximos a graduarse que ven en peligro la posibilidad de continuar su proceso acad¨¦mico el pr¨®ximo a?o por cuenta de un sector paralizado¡±.

Los estudiantes anunciaron que en las pr¨®ximas horas dar¨¢n una respuesta definitiva porque por ahora est¨¢n en las calles exhibiendo un poder de movilizaci¨®n social que hacia tiempo no se respiraba en Colombia.