La tierra se concentra y pasa a manos extranjeras en Am¨¦rica Latina
La FAO se?ala que en Argentina y en Brasil se produce el "acaparamiento" de terrenos agr¨ªcolas por parte de terceros Estados, en especial China, Corea del Sur y Arabia Saud¨ª
Son 330.000 hect¨¢reas de la provincia argentina de R¨ªo Negro que su anterior gobernador consideraba improductivas. Es un territorio m¨¢s grande que el de Luxemburgo. La mayor empresa de alimentos de China, la estatal Heilongjiang Beidahuang, quiere convertirlo en un vergel para asegurarse la provisi¨®n de soja, ma¨ªz, trigo y otros cultivos durante 20 a?os. R¨ªo Negro y la compa?¨ªa oriental firmaron el a?o pasado un acuerdo por el que la provincia patag¨®nica alquilar¨¢ esas tierras a agricultores para que all¨ª Beidahuang invierta 1.148 millones de euros para irrigarlas. R¨ªo Negro producir¨ªa las materias primas y se las vender¨ªa a la firma china a precios de mercado, pero le asegurar¨ªa que todo lo cultivado ir¨ªa a para a sus manos. El proyecto a¨²n est¨¢ en el aire porque est¨¢ congelado por un recurso judicial que han demandado pol¨ªticos y ecologistas que reclaman que se analice su impacto ambiental.
Precisamente Argentina sancion¨® la semana pasada una ley que limita la compra de tierras por parte de extranjeros al 15% de su territorio. No permitir¨¢ que un Estado, una empresa o una persona for¨¢neos adquieran m¨¢s de 1.000 hect¨¢reas en las zonas m¨¢s f¨¦rtiles del pa¨ªs o sus equivalentes en valor de otras regiones. Sin embargo, la ley no limita los alquileres de tierras, que constituyen uno de los mecanismos que usan otros pa¨ªses para quedarse con lo producido en territorio latinoamericano, seg¨²n ha se?alado un reciente informe de la Organizaci¨®n de Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s).
La FAO ha advertido sobre ¡°intensos procesos de concentraci¨®n y extranjerizaci¨®n de tierras¡± en Latinoam¨¦rica y el Caribe. La organizaci¨®n no analizaba esta situaci¨®n desde la d¨¦cada de los setenta del siglo pasado y acaba de finalizar en octubre pasado su ¨²ltima evaluaci¨®n. El informe, que abarc¨® a 17 pa¨ªses de la regi¨®n, tambi¨¦n indic¨® que por ahora en solo dos pa¨ªses, Argentina y Brasil, se produce el fen¨®meno de ¡°acaparamiento¡± de tierras por parte de terceros Estados para la producci¨®n de alimentos. En concreto, China, Corea del Sur, Arabia Saud¨ª y Qatar est¨¢n negociando o ya han concretado la compra o alquiler de tierras en esas dos potencias agr¨ªcolas sudamericanas. En un mundo en el que la poblaci¨®n aumenta y la desertificaci¨®n tambi¨¦n, los alimentos se tornan cada vez m¨¢s un recurso escaso, pese a que la modificaci¨®n gen¨¦tica de las semillas y otras tecnolog¨ªas han elevado la producci¨®n, aun a costa de la deforestaci¨®n de bosques.
"Hay un masivo resurgimiento del inter¨¦s por invertir en tierras de la regi¨®n", dice un consultor de la FAO
¡°Hay un masivo resurgimiento del inter¨¦s por invertir en tierras en la regi¨®n¡±, dijo el consultor de la FAO a cargo de analizar los estudios de los 17 pa¨ªses, Saturnino Borras, en un reciente seminario organizado por esta entidad en Santiago de Chile. Desde 2003, el aumento del precio de las materias primas agr¨ªcolas, pero tambi¨¦n mineras e hidrocarbur¨ªferas, atrajo a inversores privados, as¨ª como a Estados extranjeros ansiosos de asegurar la provisi¨®n de alimentos. Martine Dirven, especialista en desarrollo rural, coment¨® que, por ejemplo, ¡°en 10 a?os ha habido aumentos de siete veces en el precio de la tierra en Uruguay¡±, un pa¨ªs con un territorio muy f¨¦rtil y que supone un tercio del de Espa?a.
El informe global de la FAO, que redact¨® el consultor Sergio G¨®mez, configura una lista de pa¨ªses con ¡°alta¡± concentraci¨®n en m¨¢s de cinco productos agr¨ªcolas: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, M¨¦xico, Nicaragua, Panam¨¢, Rep¨²blica Dominicana y Guyana. Otra relaci¨®n refiere a los pa¨ªses con ¡°alta¡± presencia de inversi¨®n extranjera en tierras. En ella figuran todos los pa¨ªses ya mencionados, con la excepci¨®n de Panam¨¢, y algunos otros m¨¢s, como Bolivia, Ecuador, Paraguay y Per¨². Algunas de estas inversiones provienen de empresarios de otros or¨ªgenes latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay, M¨¦xico, Costa Rica y Guatemala.
Preocupaci¨®n en Latinoam¨¦rica
Los gobiernos latinoamericanos observan cada vez con m¨¢s preocupaci¨®n la compra de tierras por capitales for¨¢neos
En 2010, el entonces presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, reforz¨® los controles al acceso de los extranjeros a la tierra. Ning¨²n forastero puede tener m¨¢s de 250 o 5.000 hect¨¢reas, seg¨²n la regi¨®n, y en total no pueden superar el 25% del territorio. En Brasil, Bolivia, Paraguay, Ecuador y Venezuela est¨¢n en marcha reformas agrarias. En Bolivia adem¨¢s la Constituci¨®n de 2006 limita a 5.000 hect¨¢reas la cantidad de superficie que puede tener una persona y castiga los ¡°latifundios improductivos¡±. Paraguay prohibi¨® en 2008 la venta a extranjeros de tierras destinadas a la reforma agraria. Per¨² se propone condicionar los proyectos de inversi¨®n en zonas fronterizas a una declaraci¨®n de necesidad p¨²blica. Uruguay analiza restricciones al capital extranjero y ya ha gravado a las propiedades de m¨¢s de 1.000 hect¨¢reas. En M¨¦xico, la ley de reforma agraria de 1971 ha evitado la concentraci¨®n de tierras (pese a que algunos cultivos est¨¢n en pocas manos), mientras que pa¨ªses como Chile o Colombia incentivan la inversi¨®n extranjera.
Los gobiernos latinoamericanos observan cada vez m¨¢s con preocupaci¨®n la compra de tierras por parte de capitales for¨¢neos, a partir de las cr¨ªticas de agricultores medianos argentinos y brasile?os, de campesinos de toda la regi¨®n, incluidos los ind¨ªgenas, organizaciones ecologistas que advierten sobre el uso de transg¨¦nicos y pesticidas y hasta religiosos de Brasil, Colombia o Paraguay.
¡°Los gobiernos de la regi¨®n deben encontrar formas de asegurar que los procesos de concentraci¨®n y extranjerizaci¨®n de tierras no tengan efectos negativos sobre la seguridad alimentaria, el empleo agr¨ªcola y el desarrollo de la agricultura familiar¡±, opin¨® Fernando Soto-Baquero, funcionario de la FAO. El director del Centro Peruano de Estudios Sociales, Fernando Eguren, a?adi¨® que la concentraci¨®n de la tierra no es solo un fen¨®meno econ¨®mico: ¡°Es tambi¨¦n una concentraci¨®n de influencias, de poder pol¨ªtico en las esferas territoriales donde est¨¢ ocurriendo. Finalmente tambi¨¦n tiene que ver con restricciones en la democracia¡±.
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