Wojtyla no vio a la disidencia, pero habl¨® de derechos humanos

La visita a Cuba de Benedicto XVI tiene como antecedente la que realiz¨® entre el 21 y el 25 de enero de 1998 el Papa Juan Pablo II. A diferencia de ahora, cuando el Pont¨ªfice tiene programadas contadas actividades, aquel viaje fue un verdadero marat¨®n, cargado de actos p¨²blicos y de traslados diarios en avi¨®n al interior de la isla.

Karol Wojtyla visit¨® cuatro ciudades cubanas, Camag¨¹ey, Santa Clara, La Habana y Santiago de Cuba, y en todas ofici¨® misas multitudinarias en plazas p¨²blicas. Los cultos fueron retransmitidos en directo por televisi¨®n, un acontecimiento sin precedentes en la historia de la revoluci¨®n, y alrededor de un mill¨®n de cubanos participaron en los servicios religiosos. El viaje de Juan Pablo II, a invitaci¨®n de Fidel Castro, comenz¨® con un discurso del Pont¨ªfice en el aeropuerto, adonde acudi¨® a recibirle el expresidente cubano, que por primera vez abandon¨® su tradicional uniforme militar y uso traje y corbata para recibir a un jefe de Estado. Desde el primer momento se fijaron los l¨ªmites de la visita. Al pie de la escalerilla del avi¨®n, el Papa critic¨® el embargo comercial norteamericano y pidi¨® que el mundo se abriera a Cuba y Cuba al mundo, frase que defini¨® el sentido de su viaje.

Durante su estancia en la isla, Wojtyla se entrevist¨® con Fidel Castro y se reuni¨® con intelectuales cubanos y representantes de otras creencias religiosas, adem¨¢s de visitar un leprosorio atendido por la Iglesia, entre m¨²ltiples actos. Sin embargo, no se vio con representantes de la disidencia ni con familiares de presos pol¨ªticos aunque en sus homil¨ªas habl¨® de libertad y de derechos humanos.

Sin duda, el momento m¨¢s tenso del viaje tuvo lugar en Santiago de Cuba, en el este de la isla, cuando, en presencia del entonces vicepresidente de Cuba y ministro de las Fuerzas Armadas, Ra¨²l Castro, el arzobispo Pedro Meurice critic¨® frontalmente al r¨¦gimen al presentar a sus conciudadanos ante el Papa como ¡°un grupo creciente de cubanos que han confundido la Patria con un partido, la naci¨®n con el proceso hist¨®rico que hemos vivido en las ¨²ltimas d¨¦cadas y la cultura con una ideolog¨ªa¡±.