Hollande critica la pol¨ªtica de austeridad para captar votos del Frente Nacional
El socialista confirma que si gana, aprobar¨¢ el derecho de voto de los extranjeros en las municipales
Fran?ois Hollande se siente presidente, y este martes ha dicho por primera vez que piensa que va a ganar las elecciones. Pero antes de eso debe resolver una peliaguda disyuntiva: ?c¨®mo seguir siendo el candidato de la izquierda, y a la vez ¡°escuchar¡± y ¡°ofrecer una esperanza¡±, como ha dicho, a los votantes del Frente Nacional, y pedirles que le apoyen el 6 de mayo sin perder la dignidad por el camino ni variar sus propuestas? El aspirante socialista ha revelado hoy en una entrevista a Lib¨¦ration su particular estrategia de seducci¨®n. Se dirigir¨¢ solo a una parte de esos electores, a los que votan FN porque sienten ¡°la c¨®lera social¡±, y les invitar¨¢ a ¡°encontrar su camino de vuelta hacia el lado del progreso, de la igualdad, del cambio, del esfuerzo compartido con quien est¨¢ contra los privilegios, contra la globalizaci¨®n financiera, contra una Europa¡±, dijo, ¡°que desfallece¡±.
La opci¨®n de Hollande pasa por acentuar sus diferencias con Sarkozy, presentarse como un presidente diferente, m¨¢s cercano y democr¨¢tico. Nada nuevo, pero metido en harina, el equilibrio resulta complicado, y ayer a Hollande pareci¨® ¨ªrsele un poco la mano cuando dijo, en una entrevista al canal TF1: ¡°Si soy elegido, habr¨¢ un cambio de orientaci¨®n de la construcci¨®n europea. Y se acabar¨¢n la austeridad y el libre comercio¡±.
En Lib¨¦ration, Hollande explic¨® que se dirigir¨¢ a esa gran masa de lepenistas que ¡°no est¨¢n obsesionados con la inmigraci¨®n¡± pero se sienten ¡°descontentos¡± o excluidos del sistema, indignados con las ¨¦lites y abandonados por la pol¨ªtica.
El candidato socialista ha decidido salir al encuentro de los votantes de Le Pen, convencido de que una parte de ellos ¡°viene de la izquierda". Y ha organizado algunas visitas al este del pa¨ªs, una de esas zonas periurbanas donde se concentra con m¨¢s claridad el crecimiento de Marine Le Pen, en los suburbios de las ciudades fronterizas que sufren la pujanza de la vecina Alemania y donde muchos obreros han perdido ya sus trabajos o creen estar cerca de hacerlo.
En Hirson, una localidad situada en la provincia de Aisne, donde el FN arranc¨® el domingo el 26% de los sufragios, el favorito lanz¨® su mensaje de rasemblement (unidad), y prometi¨® que la izquierda defender¨¢ mejor sus intereses que un Sarkozy ¡°que ha incumplido todas sus promesas¡±. Hablando ante los obreros de una f¨¢brica de coches, Hollande afirm¨® que ser¨¢ un presidente ¡°sin inmunidad penal¡±, que dar¨¢ conferencias de prensa ¡°cada seis meses y abiertas a todas las preguntas¡±, que viajar¨¢ en tren ¡°siempre que pueda¡±, con ¡°poca escolta¡±.
Durante la jornada, salieron a la superficie algunas de las inevitables paradojas que Hollande y los suyos van a tener que afrontar para impedir que el trasvase de apoyos entre la ultraderecha y la derecha se convierta en hemorragia. La medida del programa socialista que m¨¢s puede inclinar a los votantes a apoyar a Nicolas Sarkozy es el derecho de voto a los extranjeros no comunitarios en las municipales, y ayer produjo algunos malentendidos.
Hollande fue fuertemente presionado por la derecha porque S¨¦gol¨¨ne Royal hab¨ªa dicho que la medida ¡°no era una prioridad¡± para los socialistas, y tuvo que salir al paso para zanjar la controversia confirmando que la propuesta ser¨¢ ¡°aprobada durante el quinquenio¡± de su presidencia. El socialista critic¨® tambi¨¦n la propuesta de Sarkozy de reducir a la mitad la inmigraci¨®n legal en cinco a?os, pero trat¨® de enfatizar adem¨¢s que ser¨¢ inflexible con la inmigraci¨®n ilegal y el trabajo negro.
La campa?a hacia el El¨ªseo ser¨¢ larga. Hollande sabe que no puede cometer errores, y que Sarkozy ha puesto en juego toda su artiller¨ªa. El mi¨¦rcoles, Hollande dar¨¢ una conferencia de prensa en Par¨ªs, y para el domingo anuncia un gran mitin en el palacio de los deportes de Bercy, con capacidad para 20.000 personas. Sarkozy le persigue cada d¨ªa pidi¨¦ndole debates en televisi¨®n y radio, y acus¨¢ndole de falta de claridad y de sinceridad. De momento, Hollande recurre a la iron¨ªa para rechazar todas las ofertas. ¡°Quer¨ªa dos debates antes del primer turno, tres antes de la segunda vuelta, y despu¨¦s, ?cu¨¢ntos querr¨¢?¡±.
Ante los trabajadores de Hirson, hizo una inesperada y espont¨¢nea declaraci¨®n de fe en su victoria. Acostumbrado a ser llamado flamby (por el flan de sobre), Hollande parece ir convenciendo a todo el mundo, incluso a s¨ª mismo, de que es un grave error subestimarle: "Creo que vamos a ganar esta elecci¨®n presidencial. Lo siento, lo veo, lo espero y lo quiero. Pero eso depender¨¢ solo de vosotros. Id a convencer a los que han votado diferente de vosotros. Eso nos har¨¢ bien a todos. Os necesito a todos, a la izquierda, a toda la izquierda unida, pero sobre todo necesito a los franceses¡±.
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